Una cascada de agua dentro del aeropuerto de El Prat de Barcelona. Una tormenta de verano que ha barrido la costa catalana la madrugada del lunes ha provocado una inundación en el hub catalán, causando además estupor entre los pasajeros que han acudido a coger el primer vuelo de la mañana. El incidente, localizado, no ha impactado en la operativa de la instalación.

Según consignan diversos vídeos difundidos en las redes sociales, la tromba de agua que se ha colado en el interior de El Prat se ha registrado poco antes de las 5:00 horas de la mañana, cuando los viajeros de los primeros despegues del día se encontraban pasando los controles de seguridad y gestionando su facturación. La cascada de agua en el interior de la terminal T1 se ha producido en la zona de puertas de embarque, coincidiendo con el momento de más virulencia del aguacero. El salto de lluvia se ha acumulado también en la zona de llegadas, dejando charcos en el interior de la instalación.

Sin afectación en la operativa

Pese a lo vistoso de los vídeos y fotografías colgadas en las redes sociales, el aeropuerto ha operado con normalidad. Los vuelos han salido y llegado a la hora y el gran charco de agua que se ha acumulado en la T1 ha sido limpiado por el personal de la instalación. Por la mañana y en el primer pico de operaciones matinal, la infraestructura ya presentaba un aspecto de normalidad.

Ha contrastado pues la resiliencia del aeropuerto de El Prat con otras redes de transporte, como la de Rodalies, que presenta retrasos en la R13; R14; R15 y R16 como consecuencia de la caída de árboles a la vía. Las demoras se extienden a los servicios Regionales y de Larga Distancia del Corredor Mediterráneo.

Cuarta jornada de huelga, sin afectación

El incidente por causa meteorológica no ha agravado tampoco las consecuencias de la huelga de vigilantes de seguridad, que entran hoy en la cuarta jornada de paro indefinido. Los filtros del segundo mayor aeropuerto español presentaban la mañana del lunes esperas de entre 10 y 15 minutos, muy poco superiores a lo habitual.

Cabe recordar que la plantilla de Trablisa, que gestiona la concesión de los arcos detectores y el servicio de auxiliares, pide mejoras laborales y salariales. No obstante, la capacidad de coerción del comité de huelga ha quedado limitada por el escaso impacto de la protesta.