Una plaga de palomas convierte una plaza de Barcelona en la película 'Los pájaros'
Carta abierta de un médico que denuncia la suciedad y el riesgo de enfermedades que sufren los vecinos de la plaza del Nord de Gràcia, donde hay una zona de ocio infantil, ante la pasividad municipal
8 agosto, 2019 00:00“Pesadilla de película”. Así define David Coroleu la situación en la que viven los vecinos de la plaza del Nord del barrio de Gràcia de Barcelona. Una invasión de palomas ha convertido este lugar, donde juegan los niños, en un escenario muy parecido a la película Los pájaros de Alfred Hitchcock. Y así lo denuncia este médico en una carta dirigida a Crónica Global, en la que describe perfectamente el problema de suciedad y abandono sufrido, y lamenta la pasividad del Ayuntamiento de Barcelona.
Coroleu compara la situación que vive el vecindario con “la archiconocida película El día de la marmota", en la que “un hombre del tiempo se despierta cada mañana con la percepción de que todo lo que le pasa ya lo ha vivido. Desde hace meses me siento como Bill Murray, el protagonista de aquel film”.
Los motivos de la invasión
Lo dice porque, en su caso, “la película empieza cada día sobre las seis de la mañana en la Plaça del Nord, un pequeña plazoleta del barrio de Gràcia de Barcelona donde vivo con mi familia desde hace años. A esta hora empiezan a aparecer, poco a poco, decenas de palomas que se van posando en las ventanas del edificio de enfrente”. Asegura que puede llegar “a contar más de cien cada mañana. Y, al centenar largo de palomas, se unen las cotorras, unos pájaros cada vez más habituales y también más numerosos en nuestra ciudad. Ya habrán intuido que la escena podría formar parte de la película Los pájaros de Alfred Hitchcock”.
Escena de la película 'Los pájaros'
Coroleu explica los motivos de esta invasión, un problema que sufren otros vecindarios barceloneses. “Se preguntarán el por qué de esa invasión de palomas en la Plaça del Nord, que cuál es el reclamo. La respuesta está en el actor principal de esa película, una persona mayor que a estas horas tempranas de la mañana aparece con grandes bolsas de pan troceado y agua para regocijo de los pájaros. Además, el agua procede de la fuente que hay en la plaza, agua estancada que se mezcla con la tierra y los excrementos de las palomas, un ejemplo de dejadez”.
"Cóctel antihigiénico"
“Tampoco faltan actores secundarios --añade--. Como uno que, disimulando y con la mirada perdida en el horizonte, mientras pasea va dejando caer trocitos de pan de unas bolsas, una imagen parecida a la de los presos vaciando la tierra de sus pantalones en la película La gran evasión. O como otros, que las nutren con arroz y otros alimentos. De esta manera, las palomas han encontrado su paraíso alimenticio y lo agradecen con un incremento de excrementos por metro cuadrado, en una película en la que no hay ni cortes ni descansos”.
Este doctor advierte de los riesgos para la salud que implica esta falta de higiene. “Me gusta mi ciudad y me gusta mi plaza. Hay un pequeño parque infantil de tierra donde juegan los niños, entre ellos mi hijo de cinco años. Como profesional de la medicina les puedo asegurar que la combinación de tierra, agua estancada, plumas y excrementos de palomas es un cóctel antihigiénico y por lo tanto susceptible de transmitir enfermedades”.
Las palomas llenan de suciedad la plaza del Nord de Barcelona
La pasividad del ayuntamiento
David Coroleu lamenta la pasividad del consistorio barcelonés, con el que se muestra muy crítico. “Hace semanas hice llegar la queja al ayuntamiento. Justo antes de las elecciones se plantaron los árboles que esperábamos desde hace años y se han arreglado los alcorques, pero se olvidaron de la fuente, de la suciedad y de las palomas (y también del ruido de los que se divierten de noche en los bancos de la plaza, aunque esto ya es otra película). En el caso de mi denuncia sobre la invasión de palomas, el ayuntamiento atendió la petición amablemente, pero lo desvió a la Guardia Urbana mientras --según me dijeron-- trabajan en buscar una solución”.
Ante este desinterés, los vecinos se han visto obligados a actuar por su cuenta y han pedido “presupuesto a una empresa para instalar un sistema que evite el progresivo deterioro del edificio. Será un gasto no previsto y un sacrificio para nuestra economía familiar, pero ¿qué debemos hacer?, ¿esperar a las próximas elecciones para que el ayuntamiento encuentre la solución definitiva?”
Y concluye: “Tengo la suerte de conciliar el sueño enseguida y así descansar toda la noche. A diferencia de Bill Murray, no necesito despertador. Mañana, como cada día, me despertaré temprano, abriré la ventana y empezará de nuevo la pesadilla, una pesadilla de película”. Contundente.