La plataforma PrevenSI comenzará a funcionar en septiembre con el objetivo de prevenir abusos sexuales en la infancia al tratar a personas con tendencias pedófilas. Antonio Andrés Pueyo, catedrático de Psicología de la Universidad de Barcelona (UB) e impulsor de esta iniciativa, cuenta a Crónica Global que la intención es "sumar recursos preventivos en el campo del abuso infantil, atendiendo a los actores y a su entorno". Explica que estos agresores --en el caso de los pederastas-- no encajan en el perfil del "delincuente clásico" por lo que "la cárcel no es la solución. Estas personas entran en prisión, algunos siguen un tratamiento, pero, en general, este problema es crónico y muy difícil de resolver, por lo que cuando cumplen sus condenas, vuelven a su domicilio o a su trabajo, y existe una gran potencialidad de que vuelvan a cometer ese delito", advierte, y eso es lo que pretenden combatir.
Pueyo subraya la importancia del tratamiento porque el factor común en los casos de abusos sexuales a menores es la reincidencia del agresor. "Los que tienen pedofilia son muy reincidentes, los que no tienen pedofilia --los que lo han hecho en condiciones conductuales--, no. ¿Cuál es la diferencia? "El pederasta es el que realiza un acto de contacto sexual con un menor. Y también el que consume pornografía infantil. En cambio, el pedófilo es una persona que tiene preferencia sexual por los menores, y no siempre encajan las dos categorías. Es decir, hay pederastas que no son pedófilos, y pedófilos que no han ejercido como pederastas”, explica este catedrático, quien señala que la "tendencia a la reiteración delictiva de los pedófilos es crónica".
Tratamiento
¿Por qué es necesaria una plataforma? "Aunque se han producido muchos avances en el campo de atención a la víctima, el proyecto parte de una página web que quiere sumar recursos preventivos en el campo del abuso sexual infantil", explica. La intención es poner al alcance del pedófilo y su entorno un canal a través del que pedir ayuda. "Hay dos caras de la moneda: a veces es la víctima la que descubre al agresor y este entra en un proceso penal porque es responsable de un delito, pero en ocasiones se trata de un pariente, como el propio padre o un hermano mayor, y eso añade muchas dificultades a la gestión de la situación. También entre personas que no encajan en el perfil del delincuente clásico como maestros o monitores de ocio", señala.
El profesor y pederasta confeso del Colegio Maristas Sants-Les Corts de Barcelona / EFE
¿Cómo se puede atajar esta problemática? “Hay recursos de tratamiento que básicamente intentan ayudar al autocontrol, a que estas tendencias o estas disposiciones no acaben en hechos delictivos”. ¿Castración química? “No necesariamente. Depende del caso. Pero se trata de una estrategia terapéutica, como darle insulina de por vida a un paciente diabético. Básicamente es apoyo social y psicológico; todo un conjunto de estrategias no cruentas, ni farmacológicas, que puedan ayudar a esta gente a hacerle consciente del daño que provoca y de las consecuencias que tiene para las víctimas”, sostiene Pueyo.
“Algunas de estas personas consumen pornografía infantil pensando que no es dañina para los niños, y hay que hacerles entender dos cosas: primero, que es un delito, y segundo: que los niños que aparecen en las imágenes son víctimas y han sufrido consecuencias muy graves”, explica. “Solo ese tipo de conocimiento, en muchos casos, ya tiene un elemento preventivo de este tipo de delito. A veces eso hay que repetirlo muchas veces. La idea es implementar recursos que permitan a las personas superar sus dificultades, también en este campo”, subraya.
Tendencias de por vida
“La pedofilia es un trastorno psiquiátrico reconocido de todos los sistemas de clasificación; una categoría de enfermedad mental”, explica, que no se puede eliminar. "Estas conductas comienzan en muchas ocasiones porque el propio agresor ha sufrido abusos", cuenta. ¿Cómo se manifiesta? “Hay un patrón. Generalmente, ese tipo de problemas comienzan en la infancia, muchas veces tras haber sufrido abusos o problemas a la hora de construir la identidad sexual. Elementos de la propia biografía que establecen preferencias de ese tipo y se estabilizan a lo largo de la vida".
¿Cómo se detecta? "Ese es uno de los grandes retos y de las grandes sorpresas en las organizaciones que se descubren estos casos o en las familias, porque algunos de ellos tienen esa dificultad en su vida diaria, que puede ser dramática, pero que pueden tener un empleo corriente. Cuando se habla de casos como los de la Iglesia Católica, todo el mundo se sorprende, porque suelen tener una buena imagen. Este es un patrón que justamente hay que evidenciar". Este catedrático cuenta que una parte del proyecto se centra en combatir el desconocimiento porque es “muy generalizado".
Selección de personal
Otro campo a abordar para atajar los abusos a la infancia pasa por una exhaustiva selección de personal. "Poder cribar a las personas que van a trabajar con niños", sostiene. ¿Cómo? "Mediante procedimientos técnicos que permiten detectar estas tendencias, aunque esas personas nunca hayan cometido un delito”, explica. “Igual que se realiza un análisis de su historial laboral y sus competencias; un psicólogo forense explora a una persona a través de entrevistas, o cuestionarios. Uno nunca puede tener una certeza al 100%, pero hay elementos que permiten una aproximación diagnóstica", sostiene.
Las víctimas de los abusos en Montserrat piden firmas y explicaciones a la Iglesia / EFE
Un ejemplo de este proceso, explica, es el que llevó a cabo la Academia de Danza de Londres, en la que todos sus miembros han pasado por este proceso. “Desde el conserje, pasando por la cocinera, y los instructores”, cuenta. ¿Por qué? "En los gimnasios hay una prevalencia muy alta de abusos sexuales, y por tanto hay que evitarlo. La capacidad para hacerlo nunca es total, pero disuaden a muchos solo el hecho de saber que existirá un peritaje forense en la selección de personal", relata.
Silencio en el ámbito familiar
¿Por qué es una cuestión silenciada? "Donde más sucede es en el ámbito familiar y provoca unos problemas devastadores en los menores. ¿Pero, quién lo dice? A veces se descubre en un proceso de divorcio, o por alguna razón, la víctima se hace mayor y lo reconoce y denuncia. Y eso que hace que esté en el más profundo de los silencios, algo muy oscuro y que nadie quiera hablar de ello. Y todavía lo es mucho, aunque ahora hay una gran conciencia social de reconocer que las víctimas no son las culpables. Porque muchas veces se consideraba que estas cosas le pasaban a algunos por alguna razón, y se estigmatizaba a la propia víctima", explica este experto en psicología.
¿Qué lleva a culpabilizar a la víctima de los delitos sexuales? "Tenemos un marco cultural e ideológico --pone el ejemplo de la obra Lolita de Nabokov-- que requiere un cambio cultural que la sociedad tiene que afrontar", señala. "Es un cambio que ya está en marcha. Ahora se centra en la violencia sexual, que es muy grave, y denuncia la violencia contra la mujer, que también ha abierto la puerta de lo que pasa en las familias, y muchos casos de abusos a menores se detectan a través de casos de violencia familiar", lamenta.
Pedir ayuda
Uno de los objetivos de esta plataforma es que las personas con tendencias pedófilas también puedan pedir ayuda. "Pero no tienen por qué ser necesariamente ellos, a veces, alguien que tenga una buena ascendencia sobre estas personas, puede orientarlo o facilitar ese tránsito”, subraya Pueyo.
¿Es habitual que una persona con este problema lo reconozca? “Entre estas personas, hay algunas que sufren mucho, y buscan ayuda en algún momento. Algunos entienden --no todos-- que existe este recurso, el problema es dónde encontrar tratamiento, no todos los tienen a mano y no es una cuestión fácil de explicar", razona. Por eso la plataforma quiere servir como distribuidor de recursos, desde autoayuda --respondiendo a dudas y poniendo información al alcance de todos-- a recursos preventivos, ofreciendo tratamiento profesional.