Entrada principal de la Sagrada Familia / UNSPLASH

Entrada principal de la Sagrada Familia / UNSPLASH

Vida

Los vecinos de la Sagrada Familia se manifiestan contra las expropiaciones

El proyecto prevé crear un nuevo acceso al templo con una gran escalinata en la calle Mallorca

17 mayo, 2019 13:48

Los vecinos que viven en los edificios situados entre las calles Aragón y Mallorca, a la altura de la Sagrada Familia se manifestarán por cuarta vez mañana 18 de mayo.

El motivo de la marcha es, de nuevo, luchar contra la construcción de unas escalinatas para entrar en la basílica, que supone la expropiación de las personas que habitan ahora estos edificios en un lugar clave de Barcelona.

Más parcela para la basílica

La Junta del Templo prevé crear un nuevo acceso a la iglesia en la calle Mallorca, con lo que la parcela que ocupa ahora el edificio de Gaudí se expandiría una manzana más que ahora.

Los vecinos de la zona han tenido que soportar las inacabables obras del templo durante años y ahora no quieren perder sus hogares por este motivo. Además, con el aumento de precio de los pisos en la capital catalana, les sería muy complicado encontrar un nuevo hogar con las mismas condiciones.

Un acceso imposible

La manifestación programada para mañana saldrá de la confluencia entre las calles Marina y Aragón y recorrerá las manzanas en las que se ubican las fincas afectadas por esta normativa, hasta llegar al templo de Gaudí. La Asociación de Vecinos de Sagrada Familia y la Comisión de Afectados del Plan General Metropolitano han sido los encargados de organizar la protesta.

En el último encuentro vecinal con este objetivo, los afectados expresaron sus quejas en referencia a la ampliación del espacio que ocupa la Sagrada Familia y aseguraron que la entrada no podría trasladarse a la calle Mallorca, ya que se ha hecho una inversión muy grande para adaptar el acceso por la calle Marina.

Todo Dios paga

En este sentido, ayer la teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, que no sea pronunciado sobre la problemática vecinal que este proyecto provoca, anunció en un acto electoral que la basílica tendrá que pagar 4,5 millones de euros por licencia de obras, algo que tiene pendiente desde hace 133 años.

"Se han acabado los privilegios de la Iglesia Católica. Deberán pagar como todo Dios", proclamó Sanz en el evento celebrado ayer que tenía el vecindario de la Sagrada Familia como escenario.