El Hospital de Sant Pau y la Fundació Bancaria La Caixa han presentado el primer ensayo clínico del país sobre inmunoterapia con un tipo especial de células CAR-T para los enfermos de cáncer linfático que ya han agotado todas sus posibilidades de tratamiento.
La entidad bancaria destinará dos millones de euros a la aplicación de esta terapia, con la que se pretende encontrar una nueva vía de cura para las personas diagnosticadas de linfoma B, uno de los cánceres de sangre más comunes.
Fase I del ensayo
El director gerente del Hospital Sant Pau, Albert Salazar, y el director general de la Fundació La Caixa, Jaume Giró, han apuntado que este acuerdo posibilitará la implantación de la fase I de ensayo clínico a lo largo de este año en personas afectadas por esta enfermedad oncológica que no han obtenido buenos resultados con los tratamientos existentes.
Giró ha afirmado que la institución que dirige tiene la intención de seguir apoyando los estudios médicos que vayan dirigidos a encontrar mejoras para la salud. “Hasta el final del año la La Caixa habrá apostado 90 millones en investigación clínica, hace cuatro años eran solo 30”.
Una manera de seguir adelante
Cada año se diagnostica a 7.500 personas con linfoma no Hodkin en toda España. Este tipo de cáncer ataca el sistema linfático, que es el encargado principal de la formación y la activación de las defensas del organismo. La enfermedad suele desaparecer después de que los pacientes se sometan a ciclos intensivos de quimioterapia o a un transplante de médula ósea. No obstante, muchos recaen y, de esta forma podrán optar por otra alternativa.
“Hay que tener esperanza y hay que seguir potenciado la investigación por la gente que hoy día no tiene más opciones ni tratamientos y necesita una manera de poder seguir adelante”, ha reivindicado Elena Aragón, una de las pacientes que han asistido a la presentación del ensayo.
Una técnica pionera en España
Este innovador proyecto se basará en seleccionar los linfocitos T de la memoria, que se generan después de una infección primaria y son las encargadas de defender el organismo contra un patógeno que ya “recuerdan”.
Según ha explicado el doctor Javier Briones, responsable del estudio, “seleccionamos estos componentes del mismo paciente y los dotamos de una ‘arma’ para que cada vez que detecten una de estas células tumorales las elimine. En definitiva, es la modificación genética de los linfocitos T del propio enfermo para que ataquen las secciones cancerosas”.