Desde su llegada a la gran mayoría de hogares durante los años 80 y 90, el microondas se ha vuelto en un electrodoméstico imprescindible. Sobre todo para los que son menos mañosos a la hora de cocinar.

Pero hay que ser cauteloso, ya que algunos alimentos, bebidas o recipientes pueden liberar toxinas, quemarse o explotar cuando los metemos en el aparato. No solo los cubiertos de metal son peligrosos, también muchos otros objetos o comidas que seguro que más de uno ha metido en el microondas.

Pimientos

Esta verdura, independientemente de su variedad --roja, verde o amarilla-- contiene un compuesto llamado capsaicina. Cuando metemos pimientos el el microondas, esta sustancia se vaporiza en el aire y, al abrir la puerta puede liberar humos nocivos que provocan irritación en los pulmones, garganta, ojos o nariz. Cabe destacar que suele ocurrir con más frecuencia cuando el alimento tiene algún condimento picante.

Huevos duros

Hay que evitar recalentar huevos duros que tenemos guardados con la cáscara. Cuando los abrimos, después de sacarlos del “micro” pueden explotar. ¿Por qué? Al calentarse liberan vapor en su interior y eso hace que la presión aumente. Cuando los cortamos, esta presión se libera y ¡boom!

Poliestireno

Una cosa es evidente, no se pueden meter plásticos ni papel de plata el el microondas. Cuando se calientan, estos materiales pueden ser altamente dañinos, tanto para el alimento como para la salud.

Sartenes de metal

Cualquier objeto fabricado con metal se convierte en un peligro con las ondas que desprende este electrodoméstico. Cuando se calienta, puede producir chispas y ocasionar un incendio.

Uvas

A pesar de que son un alimento que se suele consumir frío, pueden producir una explosión en el microondas, porque se sobrecalientan y su pulpa se convierte en plasma fundido.

Un hombre sosteniendo algunas uvas / UNSPLASH

Un hombre sosteniendo algunas uvas / UNSPLASH

Patatas fritas o asadas

Las patatas suelen contener la bacteria que provoca la enfermedad del botulismo, llamada clostridium botulinum. Cuando se cocinan y no se llevan directamente al refrigerador, las bacterias pueden multiplicarse y provocar malestar en el estómago.

Carnes procesadas

El beicon, las salchichas o la carne picada siempre deben cocinarse en una sartén o en el horno, nunca en el microondas. En este caso, no hay riesgo de explosión, pero los alimentos cárnicos procesados sufren una reacción química por la que se forman productos de oxidación del colesterol, que se relacionan con graves enfermedades coronarias y cardiovasculares.

Salsa de tomate

Aunque no explota ni conlleva ningún riesgo para la salud, la salsa de tomate suele salpicar por todas las paredes del microondas.

Nada

Nunca enciendas un microondas vacío. Las ondas que no encuentran un punto rebotan contra las paredes del electrodoméstico y pueden dañar su sistema eléctrico. Por suerte, muchos modelos modernos no permiten su encendido cuando no hay nada en su interior.