Agentes de la Guardia Civil han intervenido 76 crías de tortuga en un equipaje en el Aeropuerto de Barcelona. Las crías, que estaban vivas, se encontraban en varias maletas que un pasajero italiano había facturado.
El individuo llegó a la capital catalana en un vuelo procedente de Islas Seychelles (África Oriental), con escala en Doha (Catar). Fue durante el control aduanero cuando la Benemérita descubrió a los animales, que transportaba en cajas de plástico con agujeros para que pudiesen respirar.
Las 76 crías de tortuga que la Benemérita interceptó en el Aeropuerto de Barcelona / GUARDIA CIVIL
Especie protegida
Tras las oportunas averiguaciones, la Delegación en Barcelona del Servicio Oficial de Inspección, Vigilancia y Regulación de Exportaciones (SOIVRE) del Ministerio de Industria, determinó que los reptiles eran crías de una especia protegida, la ‘Aldabrachelys gigantea’.
Agentes del Seprona se hicieron cargo del caso, y trasladaron a las tortugas al zoológico de Barcelona y al Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña e instruyeron diligencias para su remisión a la Fiscalía Provincial de Medioambiente.
Las crías de tortuga en el escáner / GUARDIA CIVIL
Hasta 250 kilos
Esta especie de tortuga, originaria del archipiélago de Seychelles, se considera una de las más grandes del mundo, ya que puede llegar a alcanzar hasta los 250 kilos en el caso de los machos, y 100 menos en caso de las hembras. También se caracterizan por su longevidad, pudiendo llegar a vivir hasta 165 años.
Además, se encuentra protegida por el Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), al considerarse una especie vulnerable.
Las crías de tortuga en una caja / GUARDIA CIVIL