Un estudio de la OCU indica que uno de cada tres pescados que se consumen en España están infectados de anisakis, sobre todo los boquerones en vinagre y sardinas asadas.

El riesgo es diferente en cada zona geográfica, ya que en el Cantábrico se dispara hasta el 50%, pero en el Mediterráneo no llega al 6%.

Síntomas

El anasakis es un parásito que se puede encontrar en ciertos productos de la pesca y sus larvas pasan al aparato digestivo cuando se ingiere pescado crudo o poco cocinado. Según los expertos, la anisakiasis humana es un problema de salud pública que está aumentando en los últimos años en todo el mundo, sobre todo en aquellos países con elevado consumo de pescado. 

Las dos principales alteraciones que se pueden desencadenar tras entrar en contacto con este parásito son la infección gastrointestinal y la alergia. La primera se produce por ingerir pescado contaminad y se manifiesta un día o dos después de haber comido pescado con dolor de estómago, vómitos, náuseas, diarrea, estreñimiento e, incluso, obstrucción intestinal. Por otro lado, la alergia empieza minutos o pocas horas después de comer un pescado que esté o haya estado infectado por anisakis a lo largo de su ciclo vital.

Advertencias

La congelación reduce el riesgo un 80%, lo que la convierte en la mejor forma de prevención en el caso de los boquerones en vinagre, que no se cocinan. Otra de las medidas más eficaces para controlar la ingesta de pescado infectado con anisakis es quitar las vísceras tan pronto como sea posible para evitar que las larvas lleguen a la cavidad abdominal.

Las autoridades de la Unión Europea, y de España vienen estableciendo sistemas de control para frenar estas infecciones. Los bares, restaurantes y demás establecimientos hoteleros están obligados a congelar el pescado que va a consumirse crudo o poco cocinado y también de informar a sus clientes de que se ha realizado este proceso.