Una cura para el alzhéimer podría estar muy cerca

La guerra contra las enfermedades sin cura es una de las más importantes para los próximos años. Entre ellas, el alzhéimer ha sido una de las que mayor visibilidad e importancia ha adquirido en los últimos años. Mucho se ha estudiado sobre esta pérdida de memoria que se produce, sobre todo, en personas de avanzada edad, haciendo que sean completamente dependientes. Además, es una enfermedad neurodegenerativa, es decir, que produce degeneración en las neuronas, células esenciales del sistema nervioso.

Aunque no hay una cura, un grupo de científicos del Centre for Addiction and Mental Health, hospital conocido como CAMH y situado en Toronto (Canadá), ha descubierto una forma que podría ayudar a revertir el efecto del alzhéimer en las personas. Según se puede leer en ScienceDaily, se han desarrollado unas moléculas terapéuticas capaces de revertir la pérdida de memoria relacionada con la depresión y el envejecimiento, pudiendo actuar en las deficiencias cerebrales subyacentes que provocan esto.

Primeras pruebas clínicas

Las moléculas que han creado tienen como base la benzodiacepina, sustancia que ya se utiliza en algunos ansiolíticos y antidepresivos. Sin embargo, esta nueva molécula activa de forma selectiva los receptores del sistema neurotransmisor ácido gamma-aminobutírico (GABA), resultando efectivo en las pruebas realizadas con ratones que sufrían pérdida de memoria como consecuencia del estrés. Tras administrar una dosis, a los treinta segundos los sujetos ya demostraban una mejoría en el rendimiento de su memoria, volviendo a niveles normales. Esta prueba también se realizó con animales que contaban con pérdida de memoria por envejecimiento, mostrando también una mejoría.

El alzhéimer afecta a más de medio millón de personas en España, siendo una de las causas más importantes de discapacidad en el país. Dividido en tres fases, esta enfermedad puede mostrar sus primeros síntomas con fallos en la memoria reciente, cambios de comportamiento o desorientación, hasta causar dependencia física total, pérdida de la capacidad de habla o ni siquiera llegar a reconocerse el rostro en el espejo. A día de hoy no hay ningún tratamiento que revierta el alzhéimer, sino que ayudan a que su avance sea más lento.