Desde siempre se ha comentado que el desayuno es la comida más importante del día. La necesidad de dotar al cuerpo energía tras estar varias horas en reposo y sin alimento hace que, por lo menos, se tenga que ingerir algún alimento, ya sea dulce o salado, para empezar la jornada. Además, también se indicaba que el desayuno era esencial a la hora de perder kilos y mantener una dieta saludable. Aun así, todos estos años de filosofía parece que han encontrado un punto discordante que quizás haga replantearse la forma de desayunar.
Un estudio publicado en British Medical Journal y que encabeza la doctora Flavia Cicuttini ha confrontado a una muestra de personas que tomaban el desayuno con otras que no lo hacían. El resultado ha arrojado que los voluntarios que realizaban la primera comida del día consumían 260 calorías más. “Desayunar tiende a aumentar la ingesta calórica total de la persona y el aumento de peso general”, explica Cicuttini sobre el estudio.
¿Es sano desayunar?
La investigación se realizó en un periodo de tiempo de entre 2 y 16 días, por lo que no se puede asegurar que desayunar tenga repercusión, de manera directa, en aumentar los kilos durante un tiempo prolongado. Además, hay que tener en cuenta que el aporte calórico depende mucho de los alimentos que se ingieran, ya que no aporta lo mismo un pan con mantequilla o crema de chocolate que si se toma con mermelada casera o aceite y tomate.
El aporte calórico que debe tener una persona adulta a lo largo del día oscila entre las 1.800 y las 2.400 calorías, dependiendo de si se trata de una mujer o de un hombre. Se trata de una cifra orientativa, pues hay personas que necesitan un mayor aporte calórico debido a su tamaño u otros factores. Atendiendo al número de calorías indicado, desayunar debería aportar cerca de 500 calorías en una dieta saludable. Por ejemplo, una tostada de pan con pan y aceite, acompañado de un vaso de leche con café, puede suponer cerca de 300 calorías, dependiendo de la cantidad.