El Arzobispado de Tarragona ha cesado al párroco de Arbeca (Lleida) Josep Maria Font, por su presunta implicación en tocamientos a menores durante los retiros en refugios de los Pirineos entre la década de los años setenta y ochenta, junto al exrector de Constantí, Pere Llagostera.

Esta noticia se conoce un día después de que el párroco de Constantí (Tarragona), Francesc Xavier Morell, fuese apartado de sus funciones por el mismo motivo.  

Investigación

Según avanza el canal 324, Font ya había sido investigado por presuntos casos de pederastia. De hecho, en 2011, la directora del colegio de Cabra del Camp comunicó su destitución como profesor de religión por sus "confianzas excesivas con los alumnos hasta el punto de incomodarlos". 

Una carta que desde la escuela se hizo llegar a los servicios territoriales del departamento de Educación en la que consta que este religioso era demasiado afectuoso con los menores y que esa actitud generaba "preocupación y desconfianza". 

Denuncias

Entre 2015 y 2016, el Arzobispado de Tarragona denunció a Font por "presuntos tocamientos con finalidades libidinosas". Así, según el protocolo de la Iglesia, se investigaron los hechos y se adoptaron "medidas displicinarias", pero solo fue una investigación interna.

En los juzgados no constan denuncias contra el religioso y el arzobispado no ha dado más detalles sobre estos hechos. 

Disculpas

También a través de un carta publicada en la página web del Arzobispado, Morell ha expresado que “ante las últimas noticias aparecidas en los medios de comunicación” hacia su persona, y “aunque los hechos ocurridos” no le impiden “ejercer el ministerio” en las parroquias que ejerce, ha decidido pedir ausentarse “un tiempo”.

"Lamento que se haya producido esta situación y pido disculpas si alguien se ha sentido ofendido", ha manifiestado el religioso, que en 2010 acudió a declarar en una investigación civil por un caso de pornografía infantil, aunque fue sobreseído por el juez.

Pere Llagostera

Este lunes, El Periódico recogía el testimonio de dos víctimas que denunciaban los abusos de Llagostera cuando se quedaban a dormir en refugios de montaña tras realizar excursiones en el Pirineo.

Uno de los que sufrió estos supuestos tocamientos por parte del religioso fue el batería de Els Pets, Joan Reig, del que cuenta, era un individuo “retrógrado, muy sobón y que tenía una obsesión enfermiza con la masturbación”.