Polvorones, mantecados, bombones, turrones y el roscón de Reyes. Eso sin contar los dulces que se hayan elaborado en cada casa. La Navidad es sinónimo de azúcar y comidas copiosas y, por tanto, arrepentimiento antes de subirse a la báscula. Aunque puedan parecer apetecibles e inofensivos, hay delicias en estas fiestas que son una verdadera bomba para el cuerpo.
La Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición recomienda no tomar más de 25 gramos de azúcar al día. Esta cantidad, que en un primer momento puede parecer exagerada, llega a triplicarse en Navidad solo con los dulces. Aquellos que a estas alturas ya tengan cargo de conciencia y le estén temiendo al roscón de Reyes deben saber que no es el dulce que más engorda.
No se engorda igual
Cada metabolismo es un mundo. Hay personas que engordan más fácilmente que otras y, por lo tanto, hay quien pierde los kilos de más antes y con menos esfuerzo. La cantidad de kilocalorías que se pierden dependen del peso de cada persona y de la intensidad del ejercicio que realice. Por lo tanto, aquellas personas con sobrepeso perderán antes los excesos que las de complexión delgada.
Para mentalizarse con la cantidad de ejercicio que hay que hacer, se ha cogido como referencia a una persona que pesa 60 kilos y que va a deshacerse de los dulces que ha comido estas fiestas saliendo a correr. A partir de ahí, los datos se obtienen son para ir sacando las zapatillas de deporte.
El panettone
El típico bizcocho italiano, el panettone, es el primer dulce que encontramos en los supermercados hasta dos meses antes de que comience la Navidad. Aunque no es uno de los más pesados para el estómago, esto no quiere decir que se pueda comer como si no hubiera un mañana.
El interior de un panettone / EFE
El panettone contiene 5 terrones y medio de azúcar por 100 gramos. Aproximadamente, una media de 420 kilocalorías. Aquellos que busquen la traducción en horas de gimnasio tendrán que recorrer unos 7 kilómetros sobre la cinta. No, no hay versión ligera de este postre, aunque nunca es tarde para empezar con las ensaladas.
Los bombones
Los lineales de los supermercados siguen aún repletos de bombones. Existen de todos los chocolates y con todos los rellenos posibles. Su valor nutricional medio por 100 gramos de producto es de aproximadamente 600 kilocalorías. En azúcar son 9,5 terrores. Esta cifra supone 15 gramos más de la ingesta diaria recomendada para una persona.
Algunos bombones típicos de Navidad / EFE
Haciendo números, eliminar las calorías de los bombones y hacer como si nada hubiera pasado se consigue corriendo 10 kilómetros. Son los que más engordan de los dulces clásicos navideños.
Turrón, polvorones y mantecados
Aunque en un primer momento pueda parecer que el turrón es azúcar puro, según la información que se detalla en el dorso de estos productos, lo cierto es que su valor nutricional es similar al de los polvorones y los mantecados. Los tres rondan las 500 kilocalorías por una porción de 100 gramos, unos 6 terrones de azúcar. Un picoteo nada ligero durante las comidas navideñas. Eso sí, también está la opción de consumir su versión light.
Un trozo de turrón / EFE
La distancia que hay que recorrer en este caso ronda los 8,5 kilómetros. Eso sí, para aquellos que hayan sido buenos. Los que se hayan venido arriba tendrán que hacer números y sumar algunos metros más.
El mazapán y el pan de higo
Otros dos clásicos de la Navidad que abundan en la mayoría de los hogares españoles. Los 100 gramos de mazapán contienen alrededor de 55 gramos de azúcar, 13,5 terrones. No obstante, esta cantidad puede variar dependiendo de la marca que se compre. Eliminar las 480 kilocalorías de esta delicia, supone ponerse ropa lo suficientemente cómoda como para recorrer 7,5 kilómetros sin parar. Es la bomba de estas fiestas.
Algunos mazapanes en una bandeja / EFE
El pan de higo, en parte por estar hecho con fruta, engorda menos. Un trozo de 100 gramos supone una ingesta de aproximadamente 40 gramos de azúcar, 9,5 terrones. En distancia, para aquellos que lo quieran ir asumiendo, son 8,5 kilómetros sin bajar el ritmo ni para beber agua.
Por último, el roscón
El roncón de Reyes es el dulce que cierra la Navidad y que genera los últimos remordimientos. Su valor nutricional por 100 gramos ronda las 335 kilocalorías con relleno incluido, lo que equivale a cuatro terrones de azúcar aproximadamente. Dependiendo de la textura de su interior, las cantidades pueden variar.
Un roscón de reyes / EFE
Aquellos que odien correr tendrán que hacer un esfuerzo extra si no quieren privarse el Día de Reyes. Las personas que pequen hasta el último momento tendrán que sumar 5,5 kilómetros al recorrido. No obstante, cabe destacar que no es lo más grave de la Navidad. De hecho, es uno de los dulces que menos engordan. Lo peor ya ha pasado, aunque aún puede que toque pagarlo.