La Marató de TV3: ¿caridad, hipocresía o ejemplo de éxito?
El nacionalismo ha intentado sacar pecho de este formato estrella que, no obstante, también entraña críticas razonables
15 diciembre, 2018 00:00La Marató de TV3 es una de las producciones estrella de la televisión pública catalana y que más enorgullece a la sociedad catalana, ya que se basa en la solidaridad de muchos ciudadanos que hacen donaciones para contribuir a la investigación científica de enfermedades incurables. Este domingo se celebra la 27 edición de este formato que se inició en 1992 y los fondos recaudados se destinarán a la investigación del cáncer.
El éxito de audiencia del programa, la elevada recaudación que conlleva y el entusiasmo que genera en la multitud de municipios que se implican en ella, hace que sean más bien escasas las voces que han abordado algunos de los efectos contraproducentes que también tiene esta forma de financiar la investigación médica.
Causas olvidadas
Estas críticas --constructivas o no-- han provenido, a veces, desde el propio entorno del nacionalismo catalán. El economista y catedrático de la Universidad de Columbia Xavier Sala i Martín publicó un artículo en La Vanguardia en 2007 titulado Los problemas más olvidados del mundo, en el que señalaba que la cadena pública entraba a competir en materias de investigación en la que ya existe mucha inversión por parte de las grandes multinacionales farmacéuticas y los gobiernos de los países más desarrollados.
A este respecto, el economista abogaba por dedicar el dinero a áreas donde apenas hay inversión: “Dado que las multinacionales farmacéuticas y los gobiernos ricos dedican más de 20.000 euros por cada euro que recauda TV3, ¿qué impacto real acaba teniendo La Marató? ¿No sería mejor dedicar la recaudación a solucionar los problemas más olvidados del mundo?”
Imagen del economista Xavier Sala i Martín en el World Economic Forum / CG
Consecuencias imprevistas
Sala i Martín aludía de forma velada al concepto de las Ciencias Sociales conocido como consecuencias imprevistas: aquellos resultados no esperados o no anticipados de la acción humana, aunque hayan sido realizados con la mejor de las intenciones.
“De alguna manera La Marató de TV3 acaba 'quitando' dinero a proyectos importantes que reciben poca financiación para dárselo a proyectos igualmente importantes… pero que acabarían siendo financiados por multinacionales farmacéuticas o gobiernos occidentales ricos”, abunda en el artículo.
Publicidad vs. donaciones
El actual columnista del Abc Salvador Sostres apuntaba en un artículo en El Mundo, en 2010, a este recurrente debate que existe sobre el papel que juegan muchas veces las cadenas: vender --de forma más o menos sensacionalista-- las "miserias" de personas que están sufriendo y pedir la ayuda a los espectadores cuando la publicidad que generan con estos contenidos cubriría de sobras dicha ayuda.
“Si TV3 quisiera ser auténticamente solidaria podría donar los ingresos publicitarios de un día --aunque sólo fuera de aquel día-- o de un mes; o podrían sus profesionales donar una mensualidad o parte de sus ahorros. Y podría hacerse todo ello con discreción: es siempre una horterada presumir de lo que donas”, argumentaba Sostres con su estilo provocador.
El periodista tildaba de cinismo el planteamiento sobre el que se basa el programa: “Nada hay tan cínico como La Marató y cómo la utiliza TV3 para hacerse autobombo y presentarse como una televisión solidaria cuando en realidad el dinero es siempre de los demás”.
El articulista Salvador Sostres
Blanquear a las farmacéuticas
Desde las posiciones más izquierdistas también han criticado a La Marató. El más reciente fue el del exdiputado de Catalunya Sí que es Pot Joan Coscubiela cuando aseguró sobre la edición de este fin de semana que el patrocinio por parte de farmacéuticas solamente respondía al interés “de blanquear las políticas” de estas empresas. “Como hace la caridad con los que se niegan a tener un sistema fiscal más justo”.
Según el antiguo dirigente ecosocialista es una “coartada” que tienen para “dormir en paz con su conciencia”.
L’objectiu d’aquests patrocinis és blanquejar les polítiques de les grans empreses farmacèutiques. Com fa la caritat amb els que es neguen a tenir un sistema fiscal més just. Els ofereix una coartada per dormir en pau amb la seva consciència. https://t.co/G5hzT4CFyt
— J.Coscu (@jcoscu) November 28, 2018
Caridad en lugar de solidaridad
El historiador Roger Molinas publicó una entrada en su blog en 2012 que con el anuncio de La Marató de este año ha vuelto a tener mucho impacto en las redes sociales.
Molinas cargaba contra la “hipocresía” del programa y esgrimía una serie de motivos que justificaban, a su juicio, hacer boicot al evento televisado. “CiU pretende limpiar sus pecados [como haber eliminado el impuesto de sucesiones a las rentas más altas] con un fútil circo televisado con tal de dar cuatro migajas a la población desesperada, como aquella frase hecha de misa “en Navidad sienta un pobre en tu mesa”.
Una urna de la 'Marató de TV3' / EFE
El historiador y activo tuitero también cargaba contra “la púrria y chusma capitalista” que mueve los hilos de La Marató, del “entorno financiero endogámico” de los entonces concejales, como Salvador Alemany, presidente de Abertis y asesor del expresidente de la Generalitat Artur Mas desde el Consejo Asesor para la Reactivación Económica y el Creixement dependiente de la Generalitat (CAREC).
Éxito de producción
Más allá de las críticas sobre las cuestiones de fondo, el formato del programa es un éxito y no tiene parangón con iniciativas similares realizadas por las cadenas del resto del país. Algunos, como la exconsellera de Enseñanza Irene Rigau, intentaron vincular en unas declaraciones recientes en TV3 el éxito de la efeméride a la identidad catalana, no sin cierto orgullo nacionalista. No obstante, hay muchas variables que explican esta peculiaridad catalana, como que las televisiones que emiten en todo el Estado tienen más competencia y un público menos fiel.
Entre los que subrayan el éxito del programa se encuentra el manager de Digital Business Xavier Arderiu. En una entrada en Linkedin dice que es “un business case digno de estudio”: “Se ha generado un clúster de Investigación Salud en Barcelona que compite al máximo nivel junto con otros como por ejemplo Boston o Múnich”.