Los Jesuitas de Cataluña investigarán los posibles abusos en sus escuelas de los últimos 60 años
La orden religiosa es la primera de institución de la Iglesia católica de España en llevar a cabo este tipo de iniciativas
13 diciembre, 2018 18:41Los Jesuitas de Cataluña ha comenzado una investigación sobre “los posibles casos de abusos sobre menores o conductas impropias" que hayan tenido lugar en los últimos 60 años.
Así lo ha informado la compañía religiosa a través de un comunicado, donde admiten que "aún hay una asignatura pendiente en la investigación del pasado" y que la gestión de los casos "ha podido ser deficiente".
Respetar la voluntad de las víctimas
El delegado provincial de los Jesuitas de Cataluña, Llorenç Puig, y el director general de Jesuïtes Educació, Enric Masllorens, muestran su preocupación ante "la necesidad de asegurar una memoria fiel y honesta del pasado, y de responder a posibles víctimas".
Los dos dirigentes de la asociación religiosa han destacado que publicarán los resultados de la investigación que han abierto "siempre respetando la voluntad de las víctimas y el derecho a la presunción de inocencia de las personas".
Primera orden religiosa de España
Cabe destacar que serán la primera orden religiosa en España --además de la primera institución de la Iglesia católica del Estado-- que impulsan una investigación interna rigurosa para documentar todos los posibles casos que se hayan podido dar de abusos o conductas impropias sobre menores en sus colegios.
Se enmarca en las iniciativas que ya se han realizado en otros países europeos como en Francia o Alemania, en las que también se han iniciado investigaciones para esclarecer que acciones impropias se han producido en el pasado.
Programas de formación y prevención
Según la orden religiosa, desde hace 10 años que ya se han iniciado diversos programas de formación y prevención en los colegios que gestionan. Además han afirmado que ahora mismo, sus escuelas son “espacios seguros”.
La decisión de los jesuitas de Cataluña es un elemento más que confirma que la Iglesia española está en un lento proceso de cambio.