La Generalitat regulará el impacto acústico que se produce al abrir y cerrar puertas y persianas de bares, locales comerciales y polígonos. La modificación prevé ordenar determinados lugares en los que no existían límites normativos como el ruido generado en horario nocturnos y situaciones acústicas en las que el bienestar de la población no estaba garantizado. Según los datos recogidos por la Consejería de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat el pasado abril, sólo el 11,4% de la población catalana gozaba de niveles de ruido considerados por debajo de la denominada zona tranquila.
Elsa Artadi, consejera de Presidencia y portavoz del Ejecutivo regional, ha anunciado que se trata de una modificación de los decretos actuales de gestión del ruido ambiental con el objetivo de conseguir el descanso nocturno.
Decretos imprecisos
Según ha informado en rueda de prensa Artadi, el Govern ha abierto la consulta previa para modificar los decretos actuales de 2005 y 2009. La portavoz considera que estos textos han sido útiles hasta ahora pero que “pueden mejorar”. La consejera ha argumentado que la norma actual regula desde un punto de vista general y que "Hay escenarios acústicos que nombramos singulares que necesitan criterios diferentes". Damià Calvet, consejero de Territorio y Sostenibilidad, ha comunicado el inicio de la consulta pública que será previa a la elaboración del nuevo decreto. Este texto recogerá de modo concreto las condiciones específicas de evaluación de determinadas fuentes de ruido singulares.
Imagen de las Ramblas de Barcelona, una de las zonas más transitadas y ruidosas de la ciudad
De igual modo, el nuevo decreto adecuará la metodología de medida a las normas internacionales. Según datos de la Agencia Europea de Medio Ambiente, ocho millones de personas sufren alteraciones del sueño en todo el continente. Esta situación ha producido que 43.000 personas hayan sido ingresadas en hospitales como consecuencia del ruido y la contaminación acústica. El pasado mes de abril la Generalitat hacía públicas las cifras que retrataban los niveles de contaminación acústica de la comunidad. El 40% de la población de las grandes aglomeraciones urbanas estaban expuestas a niveles de ruido superiores a los objetivos de calidad durante la noche mientras que el 28% de día.
Barcelona ruidosa
La ciudad de Barcelona supera a otras ciudades europeas en cuanto a los niveles de ruido considerados como saludables. El consistorio estima que más de la mitad de su población, el 56%, están expuestos a niveles de ruido muy alejados a los que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Por la noche el estudio recoge que el porcentaje de afectados se dispara hasta el 70% del total de barceloneses. La OMS fija en a partir de 55 los decibelios que se pueden considerar exposición alta entre las 7 y las 21 horas mientras que en el tramo nocturno el máximo es 40.
El estudio de la Universidad de Vic, realizado a partir de los datos del Ayuntamiento de 2012, ha sido publicado en la revista Transportation Research Parte D: Transportation and Environment. Esta investigación constata que el 88% de las manzanas con viviendas de Barcelona están expuestas a altos niveles sonoros, hasta los 65 decibelios. Solo un 5% de las manzanas registran una media considerada correcta por la Unión Europea, por debajo de 55 decibelios. El premio al ruido se lo lleva el distrito del Eixample, seguido de los barrios de Sarrià-Sant Gervasi y Les Corts.