Este miércoles se cumple una semana de la agresión de un mantero a un turista en la plaza de Catalunya de Barcelona. Un ataque que hirió de gravedad al visitante y que cuyas heridas, a pesar de que ya está en casa (le dieron el alta un día después), todavía le provocan dolor y sangrado.
José Bravo es el nombre de este turista de origen cubano con pasaporte de Estados Unidos. Tras los hechos, dijo que temió por su vida: “[Los manteros] venían a matarme”. Le abrieron la cabeza a hebillazos y todo, según él, por defender a una mujer que tuvo un encontronazo con uno de estos vendedores ambulantes. Ahora, una semana después, Bravo asegura que todavía le sangra la cabeza.
"Armas"
Así relata lo ocurrido una semana después: “Estaba caminando con la familia y estaban los manteros atacando a una mujer sola que estaba en la plaza y acabó llorando. Yo decidí defenderla y todos ellos me empezaron a atacar a mí, en grupos grandes a pegarme con cinturones, armas y hebillas”. Una versión que contrasta con la de los vendedores, que aseguran que Bravo inició la pelea y las amenazas.
Sobre su estado de salud, niega una mejoría. “Sigo con mareos, la vista borrosa, y un poco deprimido por la situación que pasó”, reveló anoche en El Cascabel, de Trece. Y añadió: “Me duele la cabeza, el ojo lo tengo hinchado, la vista borrosa..”. Además, aseguró que “la cabeza sigue sangrando”.
Contra la alcaldesa
Después de todo, Bravo se ha dispuesto a denunciar. Él tampoco entiende que los políticos permitan “a estas personas cometer actos ilegales”, la venta de productos falsificados y en puestos sin permiso. “Están protegidos por el gobierno” municipal, que comanda la alcaldesa, Ada Colau.
Bravo sentenció su intervención telefónica negando, de nuevo, su mejoría: “No, no, no. No sigo mejor. Estoy mejor pero no estoy mejor”.