La espera en las urgencias de los hospitales privados, inferior a 30 minutos

Las esperas en las urgencias de los hospitales privados no llegan a la media hora. Un estudio de la fundación Idis publicado hoy, viernes 5 de diciembre, revela que los centros sanitarios de titularidad privada cumplen con los "estándares internacionales más exigentes". Por ello se ofrece a "colaborar" para afrontar con calidad asistencial la epidemia de gripe en España.

La investigación Resa 2017, que ha contabilizado 4,1 millones admisiones en las urgencias en 284 centros sanitarios privados de todas las comunidades autónomas, concluye que las esperas medias no superan los 30 minutos por sexto año consecutivo.

Ello se produce, según recalca el Instituto para el Desarrollo e Integración de la Sanidad (Idis), pese a la "ingente tarea de adaptación" que han tenido que hacer estos dispositivos asistenciales por, entre otros motivos, la deriva sociodemográfica del país, el aumento de la esperanza de via y la cronicidad asociada a ambos factores.

Nueve minutos para la evaluación

El trabajo recuerda también que pese a la "difícil previsibilidad de los servicios de urgencias" y su "temporalidad", con la sobrecarga de trabajo que esos dos factores conllevan, los centros de titularidad privada vuelven a desafiar el reloj cuando se trata de atender al paciente.

El estudio de Idis consigna que la valoración del paciente y su clasificación en función de la prioridad/gravedad del caso (el llamado triage) se queda en nueve minutos y 44 segundos.

Entre esta primera fase y la atención médica efectiva transcurren 19 minutos y 53 segundos de media.

Los tiempos de asistencia, subraya la fundación, "son comparables a los estándares internacionales más exigentes".

"Cooperación público-privada"

Con estos datos como sostén, la fundación IDIS aboga por la colaboración público-privada para remediar "la situación que se vive en los servicios de urgencias de la red sanitaria pública".

La entidad sin ánimo de lucro hace hincapié en la "preocupación e incertidumbre" que genera la saturación de estas unidades "especialmente en fechas como las actuales, en las que nos encontramos inmersos en plena campaña de gripe".

Ello se podría solucionar con la movilización de "recursos estructurales y humanos suficientes", además de con la puesta a disposición y coordinación de "todos los recursos que posee nuestro sistema, independientemente de su titularidad".