El juez de instrucción número 29 de Barcelona que investiga a las herederas del magnate barcelonés Julio Muñoz Ramonet por apropiación indebida ha solicitado una comisión rogatoria para poder interrogar al notario suizo Romano Kunz, que dio fe del testamento que recogía el legado de una de las fortunas más impresionantes del franquismo.
El magistrado busca las decenas de obras de arte que, según la denuncia del Ayuntamiento de Barcelona, la familia de Muñoz Ramonet sacó del palacete particular situado en la calle Muntaner antes de que el consistorio se personara allí para custodiarlas.
Testamento suizo
Según la denuncia, hace 25 años, cuando falleció Julio Muñoz Ramonet, se supo que había cedido su patrimonio cultural (más de 500 pinturas y esculturas, muchas de ellas de incalculable valor) a la ciudad de Barcelona. Esa es la interpretación que el ayuntamiento hizo de la lectura del testamento que el magnate firmó en el cantón alemán de Suiza frente al notario que ahora será interrogado.
El juez preguntará a Kunz por los cuadros, su tasación y, sobre todo, si atisba algún indicio o dato del lugar en el que se encuentran.
Ya en 2013, el Tribunal Supremo sentenció a favor del ayuntamiento cuando las herederas de Muñoz Ramonet (que se vieron, de la noche al día, privadas del patrimonio familiar) recurrieron contra la “nacionalización” de la obra pictórica del patriarca.
El notario da fe
Curiosamente, Kunz ha facilitado a las hijas de Muñoz Ramonet un estudio en el que explica que, a su entender, en el contexto en el que se presentó dicho testamento y desde una perspectiva jurídica, los designios de Muñoz Ramonet hablaban del copatrocinio de su legado entre la familia y el consistorio, argumento al que se agarran las herederas del magnate en su pulso con el ayuntamiento.
El conflicto que ahora trata de desencallar el juez no apunta a la titularidad del patrimonio sino a la tasación del mismo. Para ello, trata de localizar el paradero de esas obras que reclama el ayuntamiento y que se supone están guardadas a buen recaudo por la familia de Muñoz Ramonet.
Para el ayuntamiento, la familia ya ha agotado todas la vías judiciales de reclamaciones y tiene que pagar por los cuadros que no aparecen.