La Iglesia catalana ha conseguido parar un aeropuerto. El Obispado de Vic ha frenado la ampliación del Aeródromo del Bages, en Sant Fruitós (Barcelona), porque pisa sus terrenos. El conflicto amenaza una inversión privada en el corazón de Cataluña.
En el centro de la batalla está el Plan de Desarrollo Urbanístico (PDU) de la instalación. La hoja de ruta fue aprobada por la Consejería de Territorio, que comanda Josep Rull, el 7 de diciembre de 2016.
"Presentamos recurso no para parar la ejecución, sino para avanzar hacia una negociación", defienden fuentes del Obispado. Lo que no esperaban es que el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) admitiera su escrito a trámite y parara la obra.
El 'capricho' de un famoso radiólogo
El mazazo de la diócesis es un revés para el promotor del proyecto. "Al frente de la ampliación está el famoso radiólogo Benjamín Guix, fundador del Instituto IMOR. El doctor promueve la ampliación mediante la sociedad Airpirineus SL", explican fuentes cercanas.
Al parecer, Guix busca adecentar y ampliar la instalación para liderar el creciente mercado del paracaidismo en Cataluña. "Bages ya ha arañado mercado a Empuriabrava, que hasta ahora era el líder de este pequeño pero lucrativo nicho de negocio", abundan las mismas fuentes.
Un salto en paracaídas de BCN Skydive
Dicho y hecho. El facultativo alió AirPirineus con BCN Skydive, una sociedad participada por él mismo, para presentar el proyecto de ampliación en 2014.
La propuesta contempla actualizar los 117.752 metros cuadrados, construir hangares de reparación para los dos aviones que utiliza Skydive y adecentar los accesos.
Topa con la Iglesia
Como le ocurriera a Don Quijote, Guix ha topado con la Iglesia. Airpirineus y BCN Skydive olvidaron que su proyecto rozaba los sembrados de la comunidad de obispos de Santpedor (Barcelona), municipio vecino.
"Son labrados centenarios. En Santpedor ha habido siempre una comunidad histórica de religiosos. Los campos servían de sostén de la parroquia en el pasado", explican desde el Obispado de Vic.
El PDU del aeródromo afecta a los cultivos y al paso de máquinas. Los nuevos hangares tendrán impacto sobre los campos. "Los obispos son parte afectada, por lo que el Obispado recurrió", agrega la diócesis.
Los ricos también protestan
La pugna entre los promotores y la Iglesia esconde otro dato: la chapuza de la Consejería de Territori. El departamento destacó el "consenso" concitado cuando aprobó el PDU en diciembre de 2016.
Un avión despega del Aeródromo del Bages
"No es así. El aeródromo ha molestado históricamente. Los aviones de BCN Skydive sobrevuelan Pineda de Bages, una urbanización donde viven los potentados de la región. Entre otros, la familia Tous tiene un chalé en la zona", explican fuentes cercanas al equipamiento.
Los ayuntamientos de Santpedor y Sant Fruitós han tenido que lidiar con las quejas de los ricos manresanos. Las corporaciones admiten reuniones periódicas para solucionar el problema del ruidos de los aviones, particularmente sobre Pineda de Bages.
La ampliación, creen residentes de la zona, agudizaría el malestar en la opulenta urbanización.
Intereses privados
El Aeródromo del Bages es propiedad privada. Se inauguró en 1969 por parte de la familia Pujol-Muntalà, propietaria del Grupo Pujol, dedicado a los motores de puertas automáticas.
Benjamín Guix lo compró en dos fases en 2013 y 2016. Ahora controla el 100%. "El aeródromo estuvo abandonado mucho tiempo. BCN Skydive lo devolvió a la vida", sostienen voces cercanas.
"Los saltos en paracaídas inyectaron negocio en una pista deficitaria. Sólo la utilizaban los aficionados a la aviación y el helicóptero del expresident Jordi Pujol cuando visitaba la zona. El choque con el Obispado es un caso de colisión de intereses privados", apostillan.