Los argumentos de los anti-Mobile World Congress
El dispositivo policial, la selección machista de las azafatas o el material con el que están hechos los móviles son algunos de los puntos en contra
24 febrero, 2017 00:00Critican lo que, para ellos, es una clara alianza de los poderes locales con las multinacionales “y toda clase de explotadores”. La plataforma anti-Mobile World Congress (MWC) se ha convertido en la nueva piedra en el zapato de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y ha organizado unas jornadas con las que pretende desmontar los argumentos positivos del encuentro tecnológico.
Empiezan por los datos económicos. “De dónde viene y a dónde va el dinero”, según han explicado en las diferentes charlas, debates y mesas redondas que han celebrado los días previos a la inauguración del MWC. Sostienen que el porcentaje que se dedica a los sueldos es bajo.
“La aportación principal son 15 millones de euros que Generalitat, Ayuntamiento de Barcelona y Estado aportan a partes iguales a la Fundación Mobile World Capital, de los cuales 14 millones van al congreso”, aseguran. La Fira de Barcelona, donde se celebra el evento, recibe, según ellos, 50 millones de euros.
Demasiados policías
Otra de las reprobaciones es para el dispositivo policial. Tras repasar la cantidad de agentes, tanto de la Guardia Urbana como de los Mossos d’Esquadra, que trabajaron en el MWC desde el año 2012, concluyen que no hay correlación entre el aumento de asistentes y el de policías.
Consideran desproporcionado el número de agentes por asistente –3,3 policías por cada 100 visitantes--: “Más allá de la supuesta protección, la presencia policial es exagerada”. Lo comparan con la dotación que trabajó en huelgas o manifestaciones y concluyen: “El objetivo, más allá de proteger el congreso, es normalizar la presencia policial en la calle”.
Elección machista
La cuestión de género es un punto importante también para la plataforma anti-MWC. Desaprueban que las azafatas tengan entre 18 años y 25 años y cumplan unos “códigos estéticos rígidos”: corte de pelo, maquillaje, color de uñas, tacones, ropa ajustada y colores del vestuario según el estand.
Se trata de una selección basada en criterios machistas y cánones de belleza impuestos por el capitalismo: “Cosificación de la mujer”. Los detractores del congreso tecnológico argumentan, además, que la prostitución aumenta un 50% durante el MWC y, por tanto, se intensifica la trata de blancas.
Zonas en conflicto
Por último, la plataforma recuerda que los materiales de los que se componen los teléfonos móviles y demás dispositivos electrónicos provienen de países en conflicto: el oro, de Ghana y Perú; el platino, de Sudáfrica; el cobre, de Chile, y el cobalto, de Zambia.
“Las empresas que fabrican móviles buscan dar una imagen positiva, pero extraen minerales en estas zonas y no hacen nada para evitar conflictos y contaminación”, concluyen.