Las cremas naturales que triunfan entre los 'millennials'

Los hábitos de consumo están cambiando radicalmente y cada vez hay más gente que exige que los productos que adquieren para cuidar su piel o su pelo estén libres de ingredientes tóxicos. No obstante, la creciente demanda y la regulación más bien laxa en este sector también han propiciado que muchas empresas etiqueten como “natural” o “ecológico” productos que realmente no lo son y que, en consecuencia, resulte complicado separar el grano de la paja.

Freshly Cosmetics es una compañía de nuevo cuño fundada por millennials que fabrican cremas, champús y cosmética 100% libre de tóxicos. En tan solo diez meses y fruto del boca oreja han conseguido una gran reputación como vendedores de productos naturales y a un precio asequible. En Instagram ya cuentan con 45.000 seguidores y han alcanzado los 200.000 euros de facturación.

Para certificar que su producto es natural cuenta con el aval de certificadoras privadas creadas para este fin. “Todos los productos de Freshly Cosmetics presentan al menos el 99% de ingredientes naturales y cuenta con la certificación de cosmética natural de BioInspecta junto a la asociación española BioVidaSana”, explican a instancias de Crónica Global sus tres fundadores.

Natural, seguro y sostenible

Detrás de esta innovadora compañía se encuentran tres emprendedores de 25 años que se conocieron cuando estudiaban la carrera de Ingeniería Química. Al terminar sus estudios, afirman, querían dedicarse “a algo que les llenara”. Después de evaluar más de diez ideas emprendedores dieron con la clave: la madre de uno de ellos elaboraba desde hacía años de manera artesanal jabones sólidos naturales y fue ella quien “le transmitió la esencia”.  

“Nos dimos cuenta, que como nosotros, las personas están cambiando radicalmente de consumo y que por encima de todo buscamos productos saludables, seguros y que respeten nuestro entorno”, sostienen.

Freshly team

Los enemigos de nuestra piel

Para dar con lo que realmente querían hacer se hicieron la pregunta: “¿A qué enemigos se enfrenta nuestra piel?” De esta manera desarrollaron productos que actuasen sobre el estrés, que influye directamente en el envejecimiento de la piel; los tóxicos de los cosméticos convencionales y de los productos alimentarios que impiden el correcto funcionamiento de la dermis y la contaminación ambiental que tapona y penetra en los poros incrementando la formación de radicales libres.

“Como ingenieros químicos, vemos que la mayoría de productos del mercado utilizan ingredientes poco saludables y que además no aportan ningún beneficio para la salud de la piel”, apostillan.

Productos estrella

En el caso de Freshly Cosmetics el champú y acondicionador son los productos estrella. Y es que no es tarea fácil encontrar ambos productos libres de sulfatos, siliconas, parabenos, entre muchos otros ingredientes tóxicos. "Es por esto que se ha vuelto un imprescindible de muchos", reiteran. El pack de ambos productos cuesta 29 euros. En breve tienen pensado lanzar una línea facial que se compone de serum y crema con los antioxidantes naturales más potentes y que incluye extractos vegetales que bloquean la polución y reducen las rojeces.  

¿Qué productos son naturales?

Natural significa que proviene de la naturaleza. En el caso de la cosmética puede ser un ingrediente o el conjunto de ingredientes: “No es suficiente con introducir un extracto natural a un producto para que este se considere natural, sino que debe existir una concentración de más del 95% de ingredientes naturales”, relatan desde Freshly Cosmetic.

Asimismo tampoco debe contener ningún ingrediente sintético susceptible de afectar a nuestra salud, como sería el caso de los parabenos, pero también de cualquier derivado del petróleo. La terminología ecológica solo se puede utilizar cuando al menos el 50% de los ingredientes vegetales son de origen ecológico.

Actualmente no existe ninguna normativa que prohíba escribir en la etiqueta de un producto la palabra natural o ecológica. De cara a 2017 o 2018 se espera que entre en vigencia una nueva normativa que regule el uso de estas palabras y normalice su uso para que no haya dudas para el consumidor. Hasta entonces, lo más seguro es utilizar productos o marcas que cuenten con certificado, ya que nos garantizan los estándares del producto en el caso de no ser expertos.