Ley mordaza para los altos cargos de la sanidad pública catalana. El Govern ha impuesto la censura entre los gerentes de los hospitales díscolos tras un encontronazo entre el consejero de Salut, Toni Comín (ERC), y el director general del Hospital Clínic Barcelona en mayo. El departamento se ha apoyado en un código de conducta aprobado en junio que exige a las cúpulas de los complejos médicos "restringir las reflexiones a título personal en las comparecencias públicas".
Preguntada sobre el uso y aplicación de la orden en el sistema público, la consejería que comanda Comín ha declinado contestar a los requerimientos de este diario.
Quien sí lo ha hecho son distintas fuentes vinculadas a las cúpulas de los hospitales. "El choque entre el conseller y el doctor Josep Maria Campistol tuvo como resultado el llamado código de conducta, que es un eufemismo. En la práctica, es censura pura y dura", han lamentado.
Víspera de San Juan
Salud ha utilizado como base de su actuación el acuerdo 82/2016 que aprobó la Consejería de Presidencia que dirige Neus Munté (CDC). El texto, que establece reglas éticas de comportamiento, es de aplicación para los altos cargos de la Administración y para el personal directivo de la Generalitat de Cataluña.
El documento se aprobó el 23 de junio, víspera de San Juan, que es un día festivo en la comunidad autónoma y que este año cayó en viernes. O sea, en fin de semana especialmente largo y semivacacional.
"No es sólo que se aprobase el día antes de San Juan. Es que en la práctica es una mordaza para los directores de los hospitales. Incluidos los de la red del Instituto Catalán de Sanidad (ICS), 100% públicos, y los de los consorcios", detallan las mismas fuentes.
Choque público con un médico
La mordaza de Salud a los médicos con cargos directivos se aprobó tras un desencuentro público entre el consejero de Salud de Cataluña y el doctor Josep Maria Campistol, director general del Clínic Barcelona, uno de hospitales de agudos más importantes de España.
El doctor Campistol avisó al conseller de que el plan de desprivatizaciones del Govern no podía pasar por la institución que dirigía, pues "carecía de espacio en las urgencias" para acoger a pacientes que ahora se pueden derivar a los centros concertados.
Salud censura al doctor
La reacción de Comín fue muy virulenta. En el programa matinal de TV3 cuatro días después y en riguroso directo, Comín cargó contra Campistol y le acusó de estar desinformado.
"Ha opinado sin información --afirmó el republicano--, algo que los responsables de nuestro sistema sanitario no deberían hacer nunca, en ningún caso. Por ello, me reuniré con él".
En privado, la censura al conocido nefrólogo fue más dura. "Salud le llamó a capítulo. Desde entonces, nadie, ni del ICS ni de los consorcios, se atreve a contradecir al conseller Comín", apostillan voces que conocieron el conflicto.