El consejero catalán de Salud, Toni Comín, y Montserrat Candini y Artur Mas / FOTOMONTAJE DE CG

El consejero catalán de Salud, Toni Comín, y Montserrat Candini y Artur Mas / FOTOMONTAJE DE CG

Vida

Tormenta en Junts pel Sí por el plan sanitario de Toni Comín

Mas, Candini y figuras municipales de CDC maniobran para que el consejero catalán de Salud relaje su plan de desprivatizaciones

16 septiembre, 2016 00:00

Tormenta interna en Junts pel Sí (JxS) por el plan de desprivatizaciones que impulsa el consejero catalán de Salud, Toni Comín. Dirigentes políticos de CDC maniobran en la sombra para que el conseller relaje la hoja de ruta para cortar los contratos a varios hospitales concertados. Los movimientos se han acelerado esta semana, tras la conclusión del proceso de exclusión de la red pública de la Clínica del Vallés de Sabadell (Barcelona), y después de una maratón de reuniones del comité de personal del siguiente centro en la lista: el Hospital General de Cataluña.

"La petición formal se hizo en una reunión entre el comité del Hospital General y Artur Mas, expresidente de la Generalitat, y Montserrat Candini, diputada y portavoz de JxS en la Comisión de Salud del Parlament. Se comprometieron a intentar que Comín relaje la mano dura", aseguran fuentes conocedoras.

Dar tiempo a los hospitales

Así, Mas y Candini intentarán que Comín eche el freno y no rescinda el contrato con el Hospital General el 31 de diciembre, cuando vence el acuerdo de prestación de servicios sanitarios con el Servicio Catalán de Salud (CatSalut).

Por el contrario, intentarán que el CatSalut deje de trabajar con el complejo médico de Sant Cugat (Barcelona) de forma gradual.

"El expresident y la diputada plantearon las dificultades de modificar la hoja de ruta, pero aseguraron que lo intentarían", agregan las mismas fuentes.

Hartazgo

Los movimientos de los dos políticos darán respuesta a una inquietud naciente en las filas convergentes. Voces de peso de CDC cuestionan abiertamente el plan de desprivatizaciones que está acometiendo la Consejería de Sanidad.

En particular, la estrategia de Comín ha sublevado a dirigentes municipal del Vallés Occidental, la más afectada por el plan, ya que dos de los tres hospitales que saldrán de la red pública Siscat están en esta zona.

"Hay hartazgo con el plan del consejero. Se cree que puede pasar factura electoral si la prestación sanitaria resulta afectada, o si hay impacto sobre las plantillas de los hospitales excluidos: nadie quiere la imagen de un Govern que envía gente al paro por una decisión política", explica una fuente cercana a Convergencia.

No virará

Hasta la fecha, Comín ha hecho oídos sordos a la corriente de fondo que se mueve en el seno de sus compañeros de coalición. El jueves, el también político de ERC indicó que la Consejería "cumplirá con el calendario de refuerzo de la sanidad pública que ha prometido".

Ello significa que el departamento debe encontrar encaje en la red pública a las altas médicas y operaciones quirúrgicas que ahora el CatSalut deriva al General.

"No será fácil. La Corporación Sanitaria Parc Taulí de Sabadell --llamada a absorber la mayoría de la actividad-- está colapsada, mientras que el Consorci Sanitari de Terrassa presenta una situación financiera delicada. Si los dos centros podrán integrar todo el trabajo del General está por ver", concluye un facultativo afectado por el plan.