A pesar de la recuperación económica registrada en Europa, las desigualdades sociales se mantienen, especialmente en países como España. Así lo ha refleja el Índice de Justicia Social 2016 que elabora anualmente la fundación alemana Bertelsmann Stiftung desde hace ocho años.
Según el informe, el empleo ha mejorado desde el punto álgido de la crisis en 2013, pero el porcentaje de personas que, a pesar de tener un empleo a tiempo completo no pueden vivir de él, ha aumentado ligeramente. Los niños y jóvenes se benefician demasiado poco de la recuperación económica, especialmente en los países del sur de Europa. Así, casi dos tercios de los ciudadanos de la UE (215,7 millones de personas) ejercían una actividad remunerada en 2015 (65,6 %), lo que supone una mejora respecto del año anterior (64,8 %). Paralelamente, la tasa de desempleo se redujo del 10,4 % (2014) al 9,6 % (2015). Sin embargo, el desempleo en Europa aún se sitúa por encima de los niveles previos a la crisis (7,1 % en el año 2008). Lo mismo ocurre con el desempleo juvenil: a escala europea, aún existen 4,6 millones de jóvenes (20,4 %) en paro (2014: 22,2 %), mientras que en 2008 solo eran un 15,6 % (4,2 millones de jóvenes).
Sin embargo, la tendencia al alza en el mercado laboral no va acompañada de una disminución significativa del riesgo de pobreza. Casi uno de cada cuatro ciudadanos de la UE (118 millones de personas o un 23,7%) continúa en riesgo de pobreza o exclusión social. En 2014, este valor era ligeramente superior (24,4 %). Los valores son especialmente altos en el sur y sudeste de Europa: en Grecia (35,7 %), Rumanía (37,3%) y Bulgaria (41,3 %), el riesgo de pobreza y exclusión incluso alcanza proporciones sistémicas. Por el contrario, en la República Checa (14%), Suecia (16%), Finlandia (16,8 %) y los Países Bajos (16,8 %), el riesgo de pobreza registra sus valores más bajos.
Salarios bajos y división del mercado
Según los autores del estudio, llama la atención que siga aumentando el número de personas que, a pesar de ejercer una actividad remunerada a tiempo completo, están en riesgo de pobreza. En 2015, un 7,8% de los empleados a tiempo completo estaba en riesgo de pobreza en la UE. En 2013, representaban un 7,2 %. Los motivos de esta situación son, entre otros, un creciente sector de salarios bajos y una división de los mercados laborales en formas regulares y atípicas de empleo. Según los autores del estudio, el aumento del grupo de los denominados “trabajadores pobres” es preocupante, puesto que las personas afectadas están excluidas de una participación social plena. En los 28 países de la UE, las oportunidades de participación de los niños y jóvenes son marcadamente peores que antes de la crisis. A escala europea, en total 25,2 millones (26,9%) de niños y jóvenes de hasta 18 años están en riesgo de pobreza o exclusión social. En los países en crisis --Grecia, Italia, España y Portugal— estos valores son incluso superiores puesto que, de promedio, uno de cada tres niños (33,8%) está en riesgo de pobreza.
"Not in Education, Employment or Training"
En estos cuatro países, hoy hay alrededor de un millón de niños y jóvenes más en riesgo de pobreza y exclusión social que en 2008. La situación es particularmente dramática para los jóvenes en Grecia, donde el porcentaje de niños y jóvenes que se ven afectados por una privación material grave ha aumentado nuevamente hasta el 25,7 % (2008: 10,4%). Adicionalmente, los países del sur de la UE deben luchar con un elevado porcentaje de los denominados NEET (Not in Education, Employment or Training), es decir, jóvenes que ni estudian, ni trabajan, ni siguen una formación. Estos jóvenes (edad: 20-24 años) viven totalmente fuera del sistema laboral y educativo y, por consiguiente, apenas tienen oportunidades de promoción social. En Italia, casi un tercio de los jóvenes (31,1 %) pertenecen a este grupo. En Grecia (26,1 %) y España (22,2 %), los valores también se sitúan significativamente por encima del promedio de la UE (17,3 %).
La clasificación de España en el Índice de Justicia Social ha empeorado desde la primera edición de 2008. En conjunto, el país ocupa la posición número 25 en la UE. España se enfrenta a una serie de importantes desafíos políticos para lograr una justicia social de base amplia. A pesar de los síntomas de recuperación de la brutal recesión, el mayor de esos retos continúa siendo garantizar un amplio acceso al mercado laboral. A partir de 2014, el desempleo empezó a caer cuando la economía española inició la recuperación. La tasa general de paro aumentó del 11,3 % en 2008 al 26,2 % en 2013 antes de descender en 2015 (22,2 %). No obstante, a pesar de esta tendencia positiva, el mercado laboral del país está lejos de ser inclusivo. Desde que empezara la crisis, los parados de larga duración han visto como su número aumentaba del 2 % en 2008 a un alarmante 11,5%.