El anuncio de que la Consejería catalana de Salud busca 'nacionalizar' el Hospital General de Cataluña (HGC) situado en Sant Cugat del Vallés (Barcelona) ha sido recibido con reacciones que van desde el escepticismo hasta la hostilidad, incluyendo las de aquellos que piden concretar la propuesta. El sector sanitario catalán lee las intenciones de que el Servicio Catalán de Sanidad (CatSalut) quiera quedarse con el centro de Quirónsalud en una clave: es solo un titular, y habrá negociaciones a partir de ahora.
En paralelo, otra corriente coge fuerza de forma rápida. ¿Por qué Salud ha encontrado hasta 55 millones --según precisó el conseller Toni Comín el viernes-- para quedarse con un hospital de capital privado y no los moviliza para otras partidas más urgentes?
Recortes por revertir
Uno de los escépticos es Comisiones Obreras. "Si hubiera 50 millones en las arcas de Salud los destinaríamos a reforzar la sanidad pública en general. Quizás empezando por devolver toda la paga extra de 2012, que no se ha cobrado entera", ha indicado un representante del sindicato en la Mesa General de Función Pública.
Una opinión similar verbaliza el doctor Toni Barbarà, uno de los portavoces de la Marea Blanca. "La música [del General] suena bien, pero aún hay cinco medidas urgentes de las diez que le presentamos a la consejeria en enero que no se han abordado", recuerda.
Qué hacer con 50 millones
Un repaso breve a los deberes pendientes de Salud revela una agenda ingente:
1. Costear la mitad del plan de listas de espera (50 millones de euros). El recorte de las demoras quirúrgicas (10%) y diagnósticas (50%) lo presentó Junts pel Sí (JxS) para seducir a la CUP a finales de 2015. La hoja de ruta fue breve: el 'no' de los anticapitalistas a los Presupuestos de 2016 y a la Ley de Acompañamiento frustró una de las promesas estrella de Toni Comín. Mientras, Salud ha admitido que las personas que aguardan para operarse o visitarse en un hospital público catalán ya superan las 160.000.
2. Construir el nuevo Hospital de Viladecans (47 millones). El nuevo complejo médico (imagen inferior) dará cobertura a 180.000 personas de la zona del Baix Llobregat. Los médicos de la comarca lo ven crucial para evitar más saturación del Hospital de Bellvitge, de tercer nivel. En junio, se anunció que los despachos Sulkin-Marchissio y Ramón Esteve habían ganado el concurso de ideas para elevar el complejo médico, que debería estar operativo en 2019. El paso significa poco. Otros hospitales, como el Ernest Lluch de Cerdanyola-Ripollet-Montcada, también tuvieron renderizaciones y proyectos. Nunca se construyó.
3. Construir el nuevo hospital Joan XXIII de Tarragona (48 millones). La obra es la pieza estrella del Plan Estratégico Sanitario de 2016-2021. El viejo Joan XXIII presenta deficiencias graves, hasta el punto de que en verano hubo que desviar pacientes a otros hospitales. La semana pasada, Comín insistió en que al infraestructura está vinculada a la aprobación de los presupuestos de 2017.
4. Devolver derechos a los empleados públicos (50 millones). La suma apenas pagaría el 9% de la parte proporcional de la paga extra de 2012 que se le debe a los 200.000 empleados públicos de la Generalitat. No obstante, la cifra sí podria costear partidas menores y reclamadas por los empleados, como las bajas por indisposición sin alta ni baja de 30 horas de los 30.000 empleados del Instituto Catalán de la Salud (ICS). Además, el personal del ICS reclama transformar los eventuales (un 30%) en plazas, y la convocatoria de nuevas oposiciones.
5. Recuperar parte de los ambulatorios que ya no abren 24 horas (50 millones). Desde Marea Blanca insisten en que la atención primaria es la pieza clave para que la sanidad catalana no se colapse. Toni Comín prometió consensuar con los municipios qué parte de los 53 ambulatorios que dejaron de abrir 24 horas en 2011 por culpa de los recortes acometidos por el anterior conseller, Boi Ruiz, se reabren. La cifra podría servir para financiar algunas reaperturas clave, sobre todo en las zonas con más necesidad asistencial.
Una medida sin precedentes
Preguntado por la cuestión, un consultor del sector sanitario predice qué ocurrirá si la extemporánea oferta de compra prospera. "La cifra de 50 millones variará dependiendo de la expectativa de negocio del hospital. En cualquier caso, es muy difícil que sea presupuestada en las cuentas de la Generalitat de 2017".
Según este experto, "no hay precedentes de una medida así". No obstante, si se ejecutara Salud tendría dificultades para pagar la operación. "Vía presupuestos es complicado. Podría explorar la idea de un consorcio que pague el hospital a plazos mediante un crédito avalado por el CatSalut", sugiere.
No obstante, si la extraña propuesta ve la luz es muy posible que despierte suspicacias. "Los profesionales del sector público se preguntarán por qué hay dinero para esto y no para cuestiones acuciantes como la reducción de listas de espera o la remuneración de los empleados públicos", avisa.