La radioterapia del Consorcio Sanitario de Terrassa (CST) se ha embozado. El servicio ha doblado turnos ante las crecientes listas de espera. La medida ha provocado malestar entre el personal, incluso demandas de acudir a la Inspección de Trabajo. La decisión llega dos meses antes de empezar a recibir a pacientes oncológicos del Hospital General de Cataluña, que será expulsado de la red pública el 31 de diciembre.
"El horario de atención [de la radioterapia] se incrementa para dar salida a un aumento puntual de este año, de unos 150 casos, aproximadamente, y que dada la condición de su enfermedad no pueden permanecer en lista de espera. El incremento se costeará con recursos propios del hospital", ha indicado un portavoz del complejo médico barcelonés.
"¿Dónde mandarán a los pacientes?"
Los trabajadores aportan una versión más negativa. "El hospital ha visto aumentar las listas de espera para tratarse de cáncer. Cuando se excluya al Hospital General y a su máquina de radioterapia del Siscat y si Terrassa está completa, ¿dónde irán los pacientes oncológicos?", se pregunta un empleado del complejo médico.
El personal recuerda que el CST y el General suman fuerzas en el Instituto Oncológico del Vallés (IOV). La alianza hospitalaria permite que pacientes oncológicos sean tratados en los dos centros. Si el primero no da abasto y el segundo sale de la red pública, los enfermos deberán buscar alternativas.
"El plan B para los pacientes con cáncer del Vallés serán los hospitales de Barcelona o a la Fundación Althaia de Manresa. Ninguna de las dos es óptima", valora la misma fuente.
Recursos
La saturación de la unidad que dirige el doctor Josep M. Solé supone otro problema para el Consorcio. "Los profesionales de radiología oncológica son de alta cualificación. En otros hospitales también doblan turnos por falta de sustitutos. Lo que no es normal es que se haga en un centro que sufre un agujero contable", ha recordado un facultativo.
Cabe recordar que la institución presenta un deuda de 33 millones de euros. El complejo médico está a la espera de un plan de empresa de la Consejería de Salud que debería servir para equilibrar sus cuentas.