Los mismos agentes de los Mossos d’Esquadra que patrullan las calles de Sant Cugat (Barcelona) lo asumen: su trabajo “va de vender humo”. Según han explicado a Crónica Global fuentes del cuerpo, los policías obedecen unas órdenes claras y directas para responder a la inseguridad que ha provocado el aumento de robos con fuerza en domicilios, que responden a aparentar “una falsa sensación de seguridad”.
“Desde dentro vemos que todo es una comedia. Lo que quieren los jefes es que se nos vea en la calle para que los vecinos piensen que están bien seguros”, declaran los mossos. Los mandos, según las mismas fuentes, consideran que “vende más seguridad” una ORC (Oficina de Relaciones con la Comunidad) que la misma USC (Unidad de Seguridad Ciudadana): “Es un comentario que sobra, aunque lo piensen de verdad”.
La actuación de los agentes ante una oleada de robos tampoco convence a los policías. “Cuando surgen unos cuantos robos en una misma urbanización nos hacen concentrarnos en aquella zona a toro pasado y, mientras tanto, los ladrones van a robar a donde no estamos”, lamentan.
Faltan mossos
El número de patrullas que se encuentran en la calle “es de risa” por la gran extensión de terreno que tienen que vigilar y por la cantidad de población, que va en aumento. Según informaba el mismo director de los Mossos d’Esquadra, Albert Batlle, en una respuesta parlamentaria en el Boletín Oficial del Parlamento de Cataluña (BOPC) del 15 de julio, la plantilla actual en el cuerpo es de 72 agentes y 13 coches patrulla.
Una cantidad de mossos inferior a la establecida, ya que según el número de habitantes, 87.830 en total, debería haber una ratio de 2,5 agentes por cada mil habitantes y, en la actualidad, Sant Cugat tiene una proporción de 1,4 policías. A esta cifra, además, hay que restar todos aquellos que no salen de la comisaría y, por lo tanto, “no cuentan de cara a la prevención de delitos”.
Más policía local
“Los jefes no sé qué opinan al respecto, pero nuestra sensación es que viven en un mundo paralelo, ajenos a nuestra realidad, trabajando solo para satisfacer los numeritos que les deben exigir desde arriba”, expresan los trabajadores de la plantilla: “Van a la suya”.
Quien sí parece haber reaccionado es la policía del Ayuntamiento de Sant Cugat que, desde hace unas semanas, ofrece a sus agentes la posibilidad de que hagan horas extra hasta que no se lleve a cabo la convocatoria de nuevas plazas. Gracias a esta iniciativa, actualmente trabajan siete patrullas de la Policía Local vallesana por turno, frente a una sola patrulla de los Mossos d’Esquadra.