Vall d'Hebron cierra una planta mientras tiene enfermos en los pasillos

El mayor hospital de Cataluña ha cerrado una planta de hospitalización en pleno colapso de las urgencias. El Hospital Universitari Vall D'Hebron (HUVH) ha prescindido de las cerca de 40 camas del ala Nueve Senar mientras tiene a decenas de pacientes por los pasillos. La dirección del centro solo ha reabierto el espacio tras la queja de los trabajadores y los requerimientos de este medio.

Enfermos en los pasillos a la espera de cama en el Hospital Vall Hebrón

Según confirman empleados del complejo médico a Crónica Global, la orden se dio el sábado, coincidiendo con el fin del periodo de mayor afectación de la gripe. "Cerraron camas cuando el personal para atenderlas --seis enfermeros y auxiliares-- aún tenían el contrato vigente. Fue un error: el martes 90 pacientes esperaban cama". Esos trabajadores, que habían sido contratados para atender el previsible tirón de la demanda por la gripe, aún estaban disponibles. Pero el centro decidió el cierre de la planta igualmente.

Inquirido sobre la cuestión, un portavoz del centro ha confirmado que "la presión asistencial en las urgencias no seguía la evolución prevista para esta época del año", por lo que "los espacios que habían quedado sin servicio han sido habilitados de nuevo".

Cerrada por los recortes

La planta Nueve A del Hospital Vall d'Hebron fue, según el personal, "una de las primeras que dejó de funcionar cuando empezaron los recortes en sanidad" con el gobierno de Artur Mas (CDC) en 2010. La decisión de dejarla inoperativa ha respondido a los mismos criterios económicos, sostienen.

Los trabajadores profundizan en la cuestión y alertan de que durante el cierre se han tenido que desviar pacientes de las urgencias del hospital al Área de Traumatología por el colapso del servicio. 

Reabierta

La dirección del hospital ha cedido a las pretensiones de los empleados y sindicatos --CGT ha remitido una queja oficial a la dirección-- y ha reabierto la planta. A última hora del martes, trabajadores del Vall d'Hebron acondicionaban el ala para poder desviar a enfermos. Algunos de ellos llevaban hasta seis días esperando cama en el área de ingreso del centro.