El Tribunal Arbitral de Barcelona salta por los aires
El presidente Jesús de Alfonso presenta como un cese lo que era una disensión a voces en la entidad encargada de intermediar los conflictos
30 enero, 2016 22:30El Tribunal Arbitral de Barcelona (TAB) fue creado en 1989 para intervenir de manera independiente y privada como una institución que resuelve conflictos por la vía del arbitraje o la conciliación de intereses y opiniones opuestas, en especial en el ámbito mercantil. Sin embargo, ese papel integrador ha saltado por los aires esta misma semana cuando se ha conocido que su presidente, Jesús de Alfonso, dejaba el cargo por supuestas razones de presión política.
Se trata de una entidad privada especializada en la resolución extrajudicial de conflictos, tanto entre empresas como entre particulares. Un laudo aceptado por dos partes en litigio por la vía de derecho privado tiene la misma fuerza que una sentencia judicial. Y ahí es donde el TAB se ha hecho fuerte estos últimos años bajo la tutela directa e imparcial del Colegio de Abogados de Cataluña.
Contestación interna
Pero, ¿qué ha pasado de verdad para que De Alfonso decidiera filtrar su salida de la entidad mencionando la necesidad de nuevas energías y aludiendo a una operación política de la Generalitat para dejar sin contenido el TAB? Al parecer, De Alfonso estaba en el ojo del huracán desde hacía ya meses, según explican fuentes próximas a la organización, que lo atribuyen a su mala gestión y a la forma de gobernar de manera totalitaria la entidad. Existían quejas por su desprecio a las opiniones del resto de socios.
“El presidente tenía contestación interna, por sus métodos en la casa y por sus relaciones externas”, asegura una persona próxima al TAB que por la tensión creada prefiere mantenerse en el anonimato. De Alfonso concentraba un elevado poder, a decir de sus próximos, una expresión clara del mismo consistía en la capacidad de nombrar a los abogados que debían dirimir los litigios.
Adiós a notarios, registradores y Cámara
Lo cierto es que en su fundación el TAB no sólo contaba en su seno con el colegio de abogados que ahora dirige su decano Oriol Rusca. También disponía del apoyo del notariado, los registradores y de la Cámara de Comercio de Barcelona. Hoy sólo Rusca se mantiene próximo a las tesis de De Alfonso y apoya sus controvertidos métodos de gestión.
De hecho, aunque continúan como fundadores, tanto los colegios de notarios y registradores como la entidad cameral se han sumado al proyecto impulsado por la Generalitat (Cort Arbitral) y, en concreto, por el último consejero de Justicia, Germà Gordó.
"Lo esencial es la eficiencia, la neutralidad y estar al margen de la política", sentenció el pasado viernes el presidente cesante en El Periódico. Sus manifestaciones han sido interpretadas internamente como una forma de señalar que su actuación ha sido correcta y que la retirada del cargo tenía razones ajenas a su actuación. “No es una cuestión política. En los últimos tiempos o se iba o se cargaba la institución. Lo que ha hecho es adelantarse al malestar de los socios, que hubieran acabado por destituirle”, señalan, sin embargo, desde otros ámbitos conocedores de lo acontecido.