Inauguración de la planta de biocombustible de Barajas de Melo (Cuenca) que jamás llegó a estar a pleno rendimiento.

Inauguración de la planta de biocombustible de Barajas de Melo (Cuenca) que jamás llegó a estar a pleno rendimiento.

Vida

Industria 'regaló' cinco millones de subvención para una planta fantasma de biodiésel  

El Grupo Torres recibió el apoyo económico del ministerio para modificar una maquinaria de su fábrica de Cuenca que nunca llegó a utilizar

26 octubre, 2015 20:56

El Ministerio de Industria concedió en 2013 una subvención de algo más de cinco millones de euros a la empresa Biocombustibles de Melo SL para la construcción de una planta de energía en Cuenca que nunca llegó a ponerse en marcha.

La empresa, que pertenece  al holding familiar de la familia Torres Vérez, pidió la subvención para “modificar la maquinaria del centro de producción de biocombustible en Cuenca”. Según las empresas que han denunciado por estafa al director de la compañía, Julio Torres, ese dinero no se utilizó ni para comprar maquinaria ni para “modificarla”,(como aparece en el pliego de solicitud), sino simplemente se desvió a otras finalidades ajenas a lo que era objeto de subvención.

Subvención fantasma

Tras años de supuestas obras, la controvertida planta de biocombustible ni se ha construido ni, por consiguiente, se ha llegado a poner en marcha.

Se ignora qué requisitos solicitó el ministerio a la compañía Biocombustibles de Melo SL para concederle esa ingente subvención. Tampoco consta que desde el Gobierno se haya instado a la compañía para que aclare el destino del dinero y su eventual retorno. Sólo se sabe que la subvención se acogía al programa REINDUS-20013 del Ministerio de Industria.

Llueven las denuncias contra el Grupo Torres

Se suceden las denuncias y querellas contra Julio Torres Vérez, administrador único de la sociedad Cartera Kairós, holding que aglutina a diversas empresas del sector del biocombustible, como la que gestiona la planta fantasma de Cuenca.

Según la causa que se tramita en el juzgado número 4 de Madrid, el magistrado le imputa los delitos de estafa, apropiación indebida y administración desleal. Las fuentes judiciales consultadas señalan que los imputados trataban de convencer a los inversores, “mediante la utilización de afirmaciones falsas y engañosas sobre la supuesta novedad y viabilidad tecnológica de un procedimiento  de trasformación y producción de biodiésel”. En concreto, les solicitaban “500.000 euros para la construcción de una planta de producción en Cuenca basada en el llamado sistema kurata”.

Dinero útil, método inútil

Los imputados captaban el dinero para ese proyecto “aun sabiendo la inutilidad de dicho sistema”, según consta en las denuncias.

“Los inversores, hartos de excusas quieren recuperar su dinero, (un total de 15 millones de euros presuntamente estafados), y, por ello, se están sucediendo denuncias y querellas contra Julio Torres Vérez.