El extraordinario caso de la bandera nacional y la izquierda federal
El Abc titula que "Sánchez se envuelve en la bandera para disimular su deriva radical". El Mundo: "Una bandera de España para conjurar el miedo". Arrimadas para casa y Rivera a La Moncloa.
22 junio, 2015 10:36La bandera nacional de Pedro Sánchez es la portada y la polémica de todos los periódicos, salvo El Punt-Avui y el Ara, que optan por aliviar a sus lectores de la visión la oriflama roja y gualda. Cada diario se debe a quien cree que son sus lectores y enseñar a Sánchez y señora, Begoña Gómez, no entra en el universo referencial de los diarios estelados. La imagen es, coinciden los demás papeles, sorpredente. En El Mundo se explica que Sánchez lo diseñó todo en compañía de su compañera, dos directoras de comunicación, tres iluminadores y César Luena, el ayuda de cámara del líder del PSOE. Es la proclamación de Sánchez como candidato a La Moncloa tras unas primarias que no se celebraron por incomparecencia de todos los rivales.
Sánchez y su bandera, el vestido rojo de Begoña, el terno de él, los tacones de ella, todo debe interpretarse en clave presidencial. Lástima que el recinto fuera el Circo Price, no estuviera lleno y faltase Felipe. El estupor periodístico en torno a la enseña encabeza y engalana todas las crónicas. La de El País lleva la firma de Anabel Díaz: "En su primer discurso como candidato socialista a la presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez quiso alejarse ayer de cualquier planteamiento radical y se presentó como el único líder capaz de unir a los españoles para superar fracturas ideológicas y económicas. “Vamos a liderar un cambio seguro y valiente, coherente con nuestros valores socialdemócratas, un cambio que una y en el que se reconozcan todos los españoles”, aseguró a los miembros de su partido, reunidos en el Circo Price de Madrid. Lo que más sorprendió de la puesta en escena fue la bandera española que se proyectó en una pantalla detrás de Sánchez durante buena parte de su alocución. Un gesto con el que el secretario general del PSOE busca afianzar su mensaje de unidad por encima de las posiciones ideológicas".
En el Abc titulan en portada que "Sánchez se envuelve en la bandera para disimular su deriva radical" mientras que en El Mundo Lucía Méndez rubrica el titular "Una bandera de España para conjurar el miedo" bajo la franca sonrisa de la bella Begoña.
Recién llegado a la realidad, uno, cualquiera que haya pasado los tres últimos días en una osera monacal en disciplinado voto de silencio y contemplación celeste, no puede más que flipar. ¿Que CiU ya no existe? ¿Que Duran qué? ¿Arrimadas candidata? ¿Que ERC también pasa de sus siglas? ¿Que se han cargado a Floriano? Y para acabarlo de adobar, la izquierda menos cerril si bien federal se reconcilia con la bicolor. Todo ello en poco más de 72 horas y cincuenta minutos. Tempus fugit. Ya lo previó Forrest, el mundo es como un centrifugador de lechugas.
Telones abajo, Manuel Marraco y Fernando Lázaro, en El Mundo, nos portan nuevas del sistema judicial. Una de esas vueltas que da la vida para acabar en un callejón putrefacto. Escriben ambos: "Arnaldo Otegi podrá ser candidato a lehendakari en las elecciones previstas para el año que viene pese a la condena de inhabilitación impuesta por intentar reconstruir Batasuna. Conforme a la interpretación que acaba de hacer la Fiscalía General del Estado sobre las condenas a inhabilitación especial, la impuesta al dirigente abertzale por el caso Bateragune no puede ejecutarse, lo que implica que no tendrá obstáculos para encabezar una lista electoral cuando salga de prisión. Lo único que a día de hoy impide a Otegi ser candidato es que sigue preso. Y eso a pesar de que, tras la confirmación por parte del Tribunal Supremo de la condena a seis años y seis meses de prisión y otros tantos de inhabilitación, el dirigente abertzale no habría podido ejercer cargo público hasta el año 2021. (...) Pero su futuro político se ha despejado de golpe con la resolución del caso de Iker Casanova, condenado en el caso Ekin a siete años y medio de prisión y otros tantos de «inhabilitación especial para empleo o cargo público». Casanova, pese a la condena, es y va a seguir siendo diputado autonómico de Bildu".
María Jesús Cañizares, en el Abc, consigue situar al lector despistado y traza la nueva geografía política, los cambios de constelaciones y la situación de los peones en la tierra de nadie. Apunta la periodista: "De ahí que el convergente (Mas), abandonado por Unió y por ERC –que ya vuela sola con su lista de izquierdas–, haya hecho un llamamiento a su propio movimiento 15-M. Es decir, a las plataformas creadas y subvencionadas a imagen y semejanza del independentismo que ahora defiende Mas, para frenar la previsible caída en las urnas: la Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural. Como si en estas entidades solo militaran simpatizantes convergentes. ¿No habíamos quedado que las movilizaciones de la Diada eran espontáneas, transversales y apolíticas? Eso es lo que sus organizadores, precisamente la ANC y Òmnium han intentado vender durante tres años consecutivos. ¿Qué dirán el próximo 11 de septiembre, donde coinciden arranque de campaña de las autonómicas y concentración en la avenida Meridiana? (...) Y mientras Convergència intenta reactivar su turbo, el de Albert Rivera casi se pasa de revoluciones. Es, junto a ERC, el ganador de la ruptura de CiU, como bien dijo Josep Duran Lleida. Pero me cuentan que el líder de Ciudadanos alardea de haber convertido en presidentas autonómicas a dos políticas que, augura, podrían convertirse en las futuras lideresas de sus respectivos partidos: Cristina Cifuentes (PP) y Susana Díaz (PSOE). La idea no es descabellada. Como tampoco que, en un futuro, Rivera mida sus fuerzas con ambas. Hoy anunciará su candidatura a la presidencia del Gobierno español. A tope".
Ya casi nada es lo que era hasta hace unas horas. También hay nuevo gobierno catalán. Homs ya no será el portavoz porque se tiene que centrar en la preparación de las elecciones del 27S. Le vamos a echar mucho de menos.
22 de junio. Santos Tomás Moro, Albano, Eusebio, Flavio Clemente, Juan Fisher, Paulino de Nola, Nicetas y Consorcia.
Santo Tomás Moro, condenado a muerte por no querer hacerse anglicano y/o antipapista.