Vida
Maragall y la familia política: sin cuartel y sin prisioneros
Pedro Arriola, el gurú del PP, pasa de Cholo a Tata en el Abc y medita tirar la toalla. Urtasun seduce a Barbeta, que se rinde a su llamada sexual, en La Vanguardia.
19 mayo, 2014 10:10La semana decisiva de la campaña electoral de las europeas promete. En los dos planos de la contienda: Arias Cañete y Valenciano han entrado ya en materia sin melindres, igual que Terricabras y Tremosa, pupilos a la sazón de Junqueras y Mas. Las encuestas otorgan una ventaja al PP que oscila entre los dos puntos y pico y los cinco pasados, según La Razón y el Abc, respectivamente. El Mundo, por su parte, anticipa un hipotético auge de las listas de la izquierda extraparlamentaria en detrimento del PSOE.
Los restos del naufragio de Cañete ni siquiera cuestionan el triunfo de la lista popular. Es la tesis del periódico de Planeta. Se espera que el error del candidato popular no sea el último igual que se espera que Valenciano cometa en breve su primer error. La pugna entre el natural y espontáneo Arias Cañete y la sólida y preparada Elena Valenciano merecería un debate de revancha, pero en traje de luchadores de "pressing cacht" en la onda mexicana.
En Cataluña, a Terricabras se le escapó un guantazo a Mas que ha supuesto la ruptura de la tregua tácita entre CiU y ERC en beneficio del proceso. El "president" está contra las cuerdas y pende sobre él la amenaza de Junqueras, que se ofrece a encabezar el "proceso" al más leve síntoma de flaqueza de un líder de CiU cada vez más quemado. Mas es puro desgarro flamenco cuando comparece en los mítines como un mártir que no le tiene miedo a las "consecuencias personales" de la convocatoria de una consulta. Lo singular es que es capaz de combinar el dramatismo de 8 a 3 con la templanza de 5 a 9, por lo que si hoy es lunes tal vez toque el discurso de una consulta al amparo de la ley.
En Madrid, el orto de todos los puntapiés es Pedro Arriola, el gurú del PP, asesor áulico omnipotente, el que le da el último consejo al candidato antes de un cara a cara televisado. No hay diario que no le endilgue una trompada por aquellos aspectos de la campaña popular que no son de su agrado editorial. Hasta en los periódicos menos dados a cuestionar al partido conservador se detectan señales inquietantes en el horizonte de Arriola, que ha pasado de Cholo a Tata en horas 24.
En Abc, Pilar Cernuda le dedica una despedida de láudano en puente de plata:
"Las críticas recibidas estos días por la forma en que se planteó el cara a cara entre Arias Cañete y Valenciano, con un candidato al que le aconsejaron que dejara atrás su campechanía y su forma de ser, y al que le dieron exceso de papeles con datos que le obligaban a leer y no estar a lo que tenía que estar, con seguridad ha afianzado a Pedro Arriola en su idea de dejar el asesoramiento al partido con el que hizo importante carrera. (...) Un apunte: Arias Cañete estuvo pésimamente aconsejado respecto al debate –y no fue Arriola el único responsable– pero su metedura de pata con Susanna Griso fue cosa suya y solo suya".
De vuelta a Barcelona, la estimulante disquisición sobre si Mas tendrá lo que hay que tener de cara al 9-N se solapa con una controversia ética respecto al president Maragall, su enfermedad y su presencia en el mitin central de ERC. La noticia corre a cargo de Maiol Roger en El País, que escribe: "Maragall estuvo flanqueado en todo momento por su mujer y su hermano. El ex presidente [autonómico] estuvo las dos horas largas del acto sentado en primera fila, a veces abstraído, otras escuchando atentamente a Ernest, que le iba explicando detalles del mitin. Maragall intentó responder a las numerosas muestras de afecto que recibió desde el escenario, pero le costó interaccionar cuando el presentador pidió la participación del público".
La crónica de El País concluye con las críticas socialistas: "La presencia de Pasqual Maragall en el acto disgustó al entorno socialista. Los dirigentes del PSC evitaron cualquier expresión pública, pero sí se escucharon lamentos de personalidades retiradas del partido como Joan Ferran, ex diputado autonómico, que apuntó en su blog: 'Por respeto y consideración a los que nos rompimos la cara para defender la imagen y el honor de Pasqual, hay cosas que no se tienen que hacer. Intentar construir un nuevo país sin escrúpulos es condenarlo a que nazca muerto'".
En La Razón, Toni Bolaño censura la utilización de Maragall en un duro artículo titulado "Indigno, indecente, repugnante". Considera Bolaño: "ERC utilizó ayer la figura de Pasqual Maragall, un hombre enfermo, desubicado, desorientado -basta ver las fotos- para su campaña electoral. Lo de Oriol Junqueras no tiene nombre, simplemente es indigno, pero lo realmente indecente y repugnante lo protagonizan dos personas: su hermano Ernest Maragall y su esposa Diana Garrigosa. Sin ningún tipo de pudor utilizaron su figura para satisfacer sus propios fines políticos".
Iu Forn, en Ara, aprecia en las críticas a la presencia de Maragall en el mitin una cierta precipitación y alega: "Como siempre dos bandos. Los beneficiados políticamente por la presencia, muy a favor. Los perjudicados, mayoritariamente ex compañeros de partido, muy en contra. Argumentos de algunos de estos últimos (por cierto, muchos de ellos apuñaladores políticos de Pasqual Maragall -eh, que los vimos y tenemos memoria-): ¿cómo puede ser que utilicen a una persona enferma de alzhéimer en beneficio propio? Ante esta afirmación, mi pregunta es: ¿cómo lo saben? Quiero decir, ¿cómo saben que lo están utilizando? ¿En qué se basan?".
El asunto, como ha quedado demostrado con dos pinceladas que no hacen justicia a la extensión de los artículos, es vidrioso, pantanoso y laberíntico. Tanto que en La Vanguardia optan por ceñirse a la información escueta y no aportan pincelada opinática. El caso demuestra la facilidad con la que la política supera barreras morales y dilemas éticos; su carácter utilitarista, el despiadado sentido del provecho de la lógica materialista. Es la política, sin cuartel, no se hacen prisioneros y al enemigo, ni agua. Está en el código de todos los partidos igual que la crueldad en el algoritmo de las redes sociales.
Jordi Barbeta centra la campaña catalana en ese territorio comanche:
"El sueño legítimo de los republicanos de ganar por primera vez unas elecciones en Cataluña, superando a CiU, coincide con la prioridad del Gobierno español: que un nuevo retroceso electoral de CiU debilite políticamente a Artur Mas, considerado la clave de bóveda del proceso soberanista. De momento, sólo algunos sondeos ven factible que eso pueda ocurrir. Sin embargo, los especialistas en demoscopia reconocen que con una previsión de participación de apenas el 40% y un margen de error en los sondeos superior al 4% no hay manera de hacer un pronóstico con garantías. Así que para los vaticinios sólo sirve la nariz. (...) Efectivamente, el proceso soberanista gravita sobre la campaña catalana. Y quien más ha insistido hasta ahora en el asunto ha sido precisamente el PP para dejar constancia inequívoca de su posición contraria al derecho a decidir de los catalanes, como suele presumir cada día su candidato Santi Fisas tanto como de sus 32 apellidos indígenas. Eso se debe a que la campaña específica del PP catalán sólo aspira a reducir la fuga de votos que inexorablemente sufrirá hacia Ciudadanos. Podrá contribuir a ello la hegemonización mediática de la campaña por parte de los partidos mayoritarios de ámbito español y el haber trascendido que Javier Nart, el cabeza de lista del partido de Albert Rivera, tenía una cuenta en Suiza".
Descabezados todos los títeres y deslizada la acusación contra Nart, Barbeta se rinde a los encantos entre grunges y hipsters de Urtasun. Literal: "La idea de cambio en todos los sentidos la explota con éxito mediático el candidato revelación, Ernest Urtasun, de ICV-EUiA. Es sin duda el de mayor sex-appeal y ha estado bien apoyado además por la candidata de los Verdes a la presidencia de la Comisión, Ska Keller, dispuesta a defender la admisión en la UE de una Cataluña independiente". Como se enteren en los Estados Unidos de que Barbeta simpatiza con el marxismo le cancelan el visado.
Por si no lo saben, el Atlético de Madrid ha ganado la Liga. El tema ocupa a los diarios de Madrid y de Barcelona. En la capital, el entrenador colchonero, por mal nombre Cholo, es celebrado como lo fuera Guardiola en los tiempos en los que recomendaba madrugar. Y en Barcelona, liquidan a media plantilla del Barça como en los tiempos en que el Madrid fundía proyectos, jugadores y entrenadores. El Cholo, Diego Pablo Simeone. Otro filósofo. En la portada del Abc dice: "Si se cree y se trabaja, se puede". El fútbol ya no es el opio del pueblo. Es garrafón y cada vez peor.
19 de abril, San Ivo.