Vida

'El País' descubre a Llanos de Luna y el plan "cúmplase la ley"

5 mayo, 2014 09:50

Las personas de treinta y tantos años para arriba se acordarán de la primera vez que se habló de preservativos en la televisión. Fue en el siglo pasado con la campaña "póntelo, pónselo", que animaba a los jóvenes a utilizar este medio anticonceptivo también por razones higiénicas. Casi tres décadas después, que se dice rápido, estos artefactos, que en tiempos de los romanos se fabricaban con vejiga de oveja, todavía son motivo de controversia audiovisual. La Generalidad, en un inusitado paréntesis del proceso, uno de esos extraños momentos en los que no se dedica a gobernar, pero tampoco a romperlo todo, ha pedido la retirada de una campaña de publicidad para el Día de la Madre en la que una mujer pincha un condón.

Es como si en lugar de perforar el látex, la aguja se hubiera clavado en el nervio simpático de las posaderas autonómicas. Así, donde el común de los mortales aprecia el doble sentido, el alto cargo soberanista intuye que el condón es el proceso, un suflé deshinchable, boicot, en suma. Nada de pinchito con sorpresa, ni de pínchalo, pínchaselo. Pinche anuncio.

La doble moral del caso está en que el sabotaje ficticio no se interpreta como un anuncio a favor de la vida y de la natalidad, sino como un ejemplo de cosificación de la mujer y reducción al papel de madre. Es igual a los efectos de que la noticia está en el hecho de que la Generalidad se ocupe de menesteres ajenos al proceso. Otras noticias, sin embargo, se quedan en el hecho en sí, en una sucesión cerrada que se agota en el enunciado. Es el caso de la venta de magdalenas con marihuana en la Fira de la Terra de Barcelona. Ocurrió el fin de semana y hay dos niñas ingresadas. Los padres han denunciado a las vendedoras, que afirman haber advertido a los progenitores de la levadura del "múfin". Como sólo es lunes por la mañana y ya hemos abordado asuntos tan variapintos como la bollería del desayuno y la fiabilidad (o no) de los métodos de barrera, cabe apuntar dos informaciones de El Periódico publicadas el sábado y el domingo para redondear un panorama de amplio espectro sobre el estado del patio. Montserrat es un templo mundial de las disciplinas de montaña que sufre el efecto de los "talibanes de la escalada", personajes que según la crónica de Jordi Tió se dedican a retirar los seguros, ayudas, clavos y clavijas que los escaladores acostumbran a dejar en las zonas más complicadas para facilitar las vías y las vidas a los demás, sobre todo a los colegas menos experimentados. A estos talibanes se conoce que no les gusta la gente ni los atajos, pero la gamberrada es de juzgado de guardia, sobre todo a mitad de la escalada y en medio de un ataque de vértigo. Durante el fin de semana, informaba TV3, han muerto tres personas que practicaban ese deporte.

La historia del domingo en El Periódico es definitiva. Es la de Inocencia Zofío, de 104 años, y su hija de 70 años, a las que quieren desahuciar:

"Desde los balcones de la cuarta planta del número 9 de la calle de Bailén de Madrid se divisan atardeceres sobrecogedores. La vista, orientada al oeste, abarca el Palacio Real, los jardines Sabatini, la espalda del Campo del Moro y la Casa de Campo, para perderse al fondo por la falda de la sierra de Guadarrama. (...) Inocencia Zofío cumplió el pasado jueves 104 años y lleva los últimos ocho batallando contra el Ministerio de Hacienda, actual propietario del edificio, que quiere echarla de la vivienda donde reside en régimen de alquiler desde 1939. Ancianos con contratos de renta antigua hay miles en Madrid, pero, ay, no todos ven lo que ella contempla cada vez que se arrima a la ventana".

La noticia es de Juan Fernández, que no repara en detalles: "La pesadilla, para ellas y los otros cuatro octogenarios que también resisten en el bloque -todos en régimen de alquiler, por el que pagan una media de 50 euros cada uno-, comenzó el día en que falleció la propietaria de la finca sin dejar herederos. En ese momento, el edificio pasó a ser propiedad del Estado y comenzó el baile de propuestas e insinuaciones por parte del ministerio".

Todo está conectado y lo aparentemente absurdo, pinchar un condón, vender magdalenas con marihuana, sabotear las montañas y echar a las personas centenarias de sus hogares, adquiere una dimensión espacial idéntica. Son noticias especialmente inquietantes frente a las que el ser humano está vendido porque es imposible garantizar al cien por cien que su madalena no es psicoactiva, que su condón no está roto, que se abrirá el paracaídas y que nadie ha aflojado los cables y tuercas de su vehículo porque cree que la verdadera conducción se experimenta a partir del momento en el que te quedas sin frenos, como en la escalada "libre" o el yoga nudista.

Las noticias, como hemos visto, tienen relación con lo extraordinario, raro, inaudito, improbable, inusual y extraño. Por ejemplo, la delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, muestra una irresistible inclinación hacia el cumplimiento de la legalidad, cosa tan peculiar y única que adquiere el rango de noticia. Para el sector independentista, Llanos de Luna es como una "tea party" de Carme Forcadell, Muriel Casals y Teresa Forcades desde la perspectiva "unionista". La delegada, virreina y/o gobernadora levanta una ceja y tiemblan los papeles de la mesa de Vila d'Abadal, el alcalde de Vic, cuyas insurrecciones se diluyen en el juzgado de guardia por la manía de Llanos de Luna de que se cumplan las leyes. Tal obstinación la ha convertido en la diana de las invectivas soberanistas, cuyos analistas de cabecera han atado cabos al ver la firma de Llanos de Luna en los paquetes que les caen a los alcaldes de la insumisión fiscal y las banderitas. Es la "maquinaria del Estado", braman, como si Llanos de Luna fuera un destacamento de la Brigada Paracaidista. No pueden con ella y se quejan. Menos mal que Joana Ortega les manda mimos y cartas en vez de multas y denuncias.

El País explica lo de Llanos de Luna en una crónica suscrita por Àngels Piñol y titulada: "El Gobierno demanda a ochenta alcaldes por no izar la bandera española". Asegura la periodista que "la crisis independentista se refleja desde diferentes prismas y uno de ellos se dirime en los juzgados. La Delegación del Gobierno y los Ayuntamientos catalanes mantienen una batalla judicial inagotable a propósito de las decisiones de Consistorios que respaldan el secesionismo. La institución que dirige Llanos de Luna ha presentado de oficio desde 2011 hasta 270 recursos contencioso-administrativos contra decisiones de consistorios vinculadas al soberanismo. De estos recursos, 80 son para obligarles a izar la bandera española. La Asociación de Municipios por la Independencia, a la que se han adherido 692 municipios de 947 que hay en Cataluña, además de 38 consejos comarcales (hay 41) y Diputaciones, lamenta que el Estado gaste partidas por no estar conforme con decisiones políticas. La AMI tiene constancia de 230 demandas y subraya que el Estado ha perdido o no ha conseguido que se admitieran a trámite 24 recursos".

Tras la versión de la AMI, las razones de Llanos de Luna:

"La delegada del Gobierno nunca ha escondido que su objetivo es garantizar la presencia del Estado en Cataluña y cuenta con el apoyo absoluto del Gobierno y del PP, que tachó de 'indignidad' la moción del Consistorio de Gerona (de declararla persona no grata). De Luna defiende que se limita al escrupuloso cumplimiento de la ley, que descansa en dos textos. La delegada apela a la Ley de Banderas, de 1981, que exige la presencia de la insignia española, en este caso junto a la señera, tanto fuera como en el interior de los edificios oficiales. En segundo lugar, se ampara en dos sentencias del Tribunal Supremo que instan a las instituciones a no invertir dinero público en asuntos que no son de su competencia y las insta a comportarse con objetividad al servicio de la comunidad. La Delegación sostiene que la neutralidad de De Luna se refleja, por ejemplo, en que obligó al Consistorio de Bolvir (Gerona) a exhibir también la señera".

Tras las sorprendentes revelaciones sobre la actividad de Llanos de Luna en pro de la legalidad se comprende que no todo es noticia. Está muy alto el listón, pero El Punt Avui acude al rescate con otra noticia de cábala y vuelta al ruedo, números y sofismas, apriorismos o conclusiones viciadas. Ahí va, a pelo: "Más cuota en los medios públicos para los líderes unionistas", sostienen en un titular de portada. Dentro, a doble página, la versión extendida, firmada por Marc Bataller: "La presidenta del PP catalán, Alícia Sánchez-Camacho, no se puede quejar del tratamiento que le dan los informativos de TV3. Según los informes del Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), siempre aparece en los primeros lugares de los líderes políticos con más presencia. Hasta el punto que Camacho, Pere Navarro y Mariano Rajoy están por delante de Oriol Junqueras o Joan Herrera. Un panorama que se repite en TVE Cataluña. El unionismo, por tanto, forma parte del podio de la televisión pública". ¡Toma!

Resulta que la presidenta del PP se queja del tratamiento y el CAC le replica con los minutos que TV3 dedica a vituperarla, zarandearla y ponerla de vuelta y media, chupa de dómine, verde o a caldo, variantes todas del género local de atizarle a la dirigente popular. ¿De qué se quejan los unionistas?, se preguntan en el CAC y en El Punt Avui y dado el inapelable argumento de que están más rato criticando a Navarro que masajeando a Herrera dan ganas de dejarlo correr. No merece la pena, es como intentar razonar con Jack Nicholson en El resplandor. ¿Para qué?

La aportación de El Punt Avui al "relato" es el reconocimiento del liderazgo natural del proceso: "El presidente de la Generalidad, Artur Mas, como es lógico, es quien acumula más cuota de pantalla tanto en TV3 como en TVE Cataluña, con más de tres horas, a pesar de que algunos meses Mariano Rajoy o Pere Navarro le han arrebatado el liderazgo. La primera posición del presidente español, por ejemplo, fue en agosto en TV3 coincidiendo con el auge del caso Bárcenas, que ocupó casi una hora de los informativos". Pues eso, el caso Bárcenas en agosto y la cadena catalana en septiembre.

"Aguanta la pedrá", que escribe María Jesús Cañizares en Abc. En el texto el uso del modismo se entiende de seguida: "En esta columna informamos de la moción de apoyo a la ANC de Navàs (Barcelona), la misma que se aprobó el pasado 8 de abril en Vilafranca del Penedès (Barcelona), en este caso con los votos del PSC. Atención a la bizarra intervención del concejal de CiU, Raimon Gusi, quien dijo «detestar los métodos de las alcantarillas de la caverna y de la brunete mediática que cargan injustamente contra la ANC y su presidenta, Carme Forcadell». Aguanta la pedrá".

También sale en La Razón, Forcadell, en un faldón de portada: "Miembros de la Assemblea Nacional Catalana acusan a Forcadell de opacidad financiera". Es una información de Jesús María Zuloaga y Marcos Pardeiro que se enmarca en la recta final de la campaña para la elección de delegados de la ANC, votación que se llevará a cabo el próximo día 10. La irrupción del colectivo 'Essència' en las oscuras pero hasta ahora plácidas aguas de la ANC cuestiona el liderazgo y el protagonismo de Carme Forcadell, a quien, por los estatutos de su propia entidad, sólo le quedaría un año al frente de la cosa siempre que revalide su cargo el sábado.

La visión de conjunto la ofrece Francesc de Carreras en El País, en el artículo titulado "La independencia que viene de lejos", un análisis sobre los antecedentes, las causas y las consecuencias. Dice De Carreras:

"Hasta ahora se pensaba que Cataluña sufría un simple estado febril que podía curarse con aspirinas, a lo más con antibióticos. Quizás ha llegado el momento de pensar que el alcance de la enfermedad es bastante más grave porque su causa no está en una estratagema táctica de los dirigentes nacionalistas sino en el resultado de una labor callada, desarrollada desde hace muchos años, en el seno de la misma sociedad catalana. (...) Las fuerzas nacionalistas han ido presionando para conseguir la hegemonía política, social y cultural dentro de la sociedad catalana. Para tal cometido ha resultado decisivo el apoyo activo y pasivo de los partidos de izquierda, tanto el PSC como ICV-IU, así como de los sindicatos CCOO y UGT, las patronales y otros muchos sectores de la llamada sociedad civil, desde las asociaciones de maestros y de padres en las escuelas hasta los clubes y las federaciones deportivas. Sin su inapreciable colaboración, tan generosamente subvencionada por la Generalidad, el nacionalismo hubiera sido tan solo la ideología de una pequeña parte de la población. Ahora son muchos los que se lamentan, pero cuando hace años algunos discrepantes ya se lo advertían, tildaban a estos de exagerados y alarmistas, por supuesto de nacionalistas españoles y, presos de un síndrome de Estocolmo colectivo, hasta de fachas".

De Carreras traza unas pinceladas muy precisas sobre el medio ambiente: "desde la Generalidad, a través de sus instrumentos de agitación y propaganda, se ha intentado dividir a los ciudadanos en catalanistas y españolistas, dando legitimidad política, social y cultural solo a los primeros. (...) No importaba ser de derechas, de izquierdas o de centro, mientras no se saliera de los límites fijados por quienes determinaban lo nacionalmente correcto. En lo demás se podía discrepar, en eso no. Además, o eras nacionalista catalán o nacionalista español: la razonable alternativa de no ser nacionalista de ningún tipo, es decir, de ser no-nacionalista, algo tan común y civilizado en los países de nuestro entorno, era considerada como un mero subterfugio para encubrir que eras nacionalista español".

La conclusión del profesor de Derecho Constitucional es inapelable: "Estos son algunos de los principales elementos que, durante 35 años, han creado el caldo de cultivo que nos ha conducido a la situación actual. La aspiración a la independencia, pues, viene de lejos, no es flor de un día, ni un subidón, ni un suflé. Sigue siendo minoritaria pero es la que más se oye, la que más altavoces tiene. Hacer todo lo posible para que se escuche al resto es tan importante como urgente si en lugar de construir una nación pretendemos llegar a ser una sociedad democrática".

La noticia de La Vanguardia es la geolocalización de monseñor Antonio Cañizares, el prefecto para los Sacramentos que podría sustituir al arzobispo Sistach, según noticia de Enric Juliana. La onda expansiva del bombazo informativo, un españolazo en el arzobispado condal, llevó a Sistach hasta TV3, donde dijo estar en plena forma y facultades y que si es por él, no pares, sigue, sigue. En paralelo se había activado la campaña "volem bisbes catalans", el retorno, y se apuntaban dos datos: que Cañizares no habla catalán y que está dispuesto a recluirse en un convento para aprenderlo. Ante la catástrofe de no hablar vernáculo y la amenaza de aprenderlo, La Vanguardia ha activado un dispositivo mediante el que hoy se nos informa de que Cañizares va mucho por su pueblo últimamente. Es una noticia de Salvador Enguix con este elocuente título: "El cardenal Cañizares frecuenta más Valencia". La cuestión es que el obispo de Valencia, Carlos Osoro, a la sazón vicepresidente de la Conferencia Episcopal podría ser el sustituto de Sistach y Cañizares el de Osoro, según cita La Vanguardia a Las Provincias. ¿A que es apasionante? Sobre todo la parte en la que Sistach sale por la tele como si fuera Luis Enrique hablando del banquillo del Barça.

5 de mayo, San Ángel de Sicilia, presbítero, carmelita y mártir.