¿Qué pasa, que usted nunca se ha equivocado y ha puesto el intermitente a la izquierda cuando quería girar a la derecha? Los periódicos de papel resaltan intencionadamente el error de Enric Millo por el que ocho o nueve diputados del PP catalán votaron a favor de celebrar la consulta independentista. Pónganse en su lugar, si pueden. Se dirimía una resolución sobre la Sindicatura de Cuentas, era tarde, o no, y los asesores de los grupos del derecho a decidir habían introducido un punto alusivo al referéndum. Cuando Millo levanta el índice, quiere decir sí. Cuando levanta el índice y el anular, que no. Y a eso se atienen los diputados de su grupo. Un dedo, sí; dos, que no. Tres, latin-king, cuatro, visca Catalunya lliure! y cinco, una manita al Madrid.
En El País lo cuenta así pero de otra forma Roger Maiol: "El PSC pidió votar por separado las dos cuestiones, con el fin de respaldar la queja económica y abstenerse en la petición del referéndum, y eso confundió a Millo. Cuando la presidenta de la Cámara [autonómica] anunció votar la consulta, el portavoz popular creyó que ya se abordaban las cuentas, por lo que ordenó voto afirmativo. La líder del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, le advirtió del error. Millo rectificó, pero demasiado tarde para algunos diputados. Nueve apoyaron la consulta, y ocho votaron en contra. El inesperado respaldo del PP permitió a los partidarios de la consulta alcanzar la mayoría simbólica de 91 diputados, por encima de los dos tercios: CiU, ERC, ICV y la CUP votaron a favor, Ciudadanos en contra y el PSC se abstuvo". 91.
En La Vanguardia le arrean un coscorrón importante al grupo del PP catalán. "Creemos qué..." es la sección que acoge el bofetón. Coincide el texto en que nueve diputados votaron "ciegamente" y ocho vieron el error a tiempo y dice: "Muchos diputados votan sin saber qué votan, y habría que pedirles más diligencia si se quiere recortar el distanciamiento ciudadano con la clase política. (...) El error del PP hizo que la consulta obtuviera el apoyo simbólico de 90 diputados, los dos tercios que se requieren en las votaciones de calado". O sea 90.
Entre 91 y 90 hay una diferencia, exactamente una. Es demasiado pronto para cualquiera, así que el lunes, Dios mediante, intentaremos resolver el sudoku, que consiste en averiguar el punto exacto de los dos tercios en un hemiciclo de 135 parlamentaristas. Pero la cuestión no es esa. ¿Y si la votación no "fuera sido" simbólica? ¿Ein? Asistiríamos a un giro inesperado, un contagio entre grupos parlamentarios. El PSC, dividido, y el PP, más. Nueve diputados, la mayoría del grupo, votan a favor de votar el 9-N. Ocho, en contra. Pues no es eso, no, aunque lo parezca, lo que demuestra la fragilidad de las apariencias y la fragilidad de todo.
Chorradicas aparte, la política con chorreras en los puños y en el pecho está en el parque automovilístico de Jordi Pujol junior, que parece el armario zapatero de Imelda Marcos o el water con mirós de Roca, el de Marbella. Ahí hay o había un Lotus, un Ferrari Testarrossa y hasta un Lamborghini, un icono de la horterada, pero con pasta. También lo cuentan todos los periódicos. El juez Ruz ha llamado a Tráfico para que le expliquen a ver cómo se acumula semejante patrimonio, digno de un Kashogui, o como se escriba, de las Barbados. En La Razón, que abre portada con el tema, y en el Abc, tal información parece un catálogo de coches deportivos. Reproducen los modelos y se chotean a gusto del primogénito de Pujol, un hombre aureolado de austeridad, un tipo que no pagaba los cafés porque decía que no llevaba suelto y tenían que aflojar los escoltas. Eso de la fragilidad de las primeras impresiones. ¿Que no? El único negocio del padre, según es fama, era Cataluña, y todo lo que ganó fue la quiebra de Banca Catalana, que eso sí que era una estructura de Estado bien vista. En cambio, uno de sus hijos tiene múltiples actividades, negocios diversificados y un éxito rampante, como el "cavallino" de los ferraris, broum, broum.
De tal palo, otras astillas. Es inexplicable, pero es. Pujol, el Pujol "president", cargado de hijos y deudas, todo el patrimonio familiar destinado a la noble causa de la reparación de la patria, el hombre que sólo tenía un traje y se dejaba invitar (siempre) no hubiera podido avalar ni el tubo de escape del primer "porsche" que se compró su hijo mayor.
En la prensa catalana los temas del motor interesan menos, así que se tira de agencias y se da bajonazo al asunto. La Vanguardia, por ejemplo, recoge el asunto con un texto de agencias y el titular "Imputada la ex mujer de Jordi Pujol Ferrusola". En el subtítulo sí dicen que el juez investiga la compra de coches de lujo del hijo del ex president, pero vamos, nada de lotuses y jaguares en titulares, que es lo que hace daño.
El Periódico otorga el mismo tratamiento que su rival barcelonés, con la aportación de una fotografía de la ex señora del hijo de Pujol. Es el mismo drama que el de la Infanta, con la diferencia de que Cristina sigue con Iñaki.
En Madrid, en el Congreso, PP, PSOE y UPyD no se han puesto de acuerdo sobre cómo responder al plan Mas. El Abc dice que "el PSOE se niega a aprobar una iniciativa en defensa de la unidad de España"; El País, "división en el bloque soberanista". Es también la portada de El Periódico, que afirma: "PP y PSOE discrepan en la respuesta a Cataluña". Es la apoteosis de la "nonoticia", noticia en redoble y lo contrario de una noticia por partícula negativa. Sucede otro tanto en La Vanguardia, que abre portada igual: "División en el Congreso sobre la consulta en Cataluña".
La salida al mercado de Bankia es el titular de ataque de El País. "El Estado inicia la salida de Bankia ante la 'mejora de la confianza'". En Abc aclaran que "El Estado vende el 7,5% de Bankia por 1.365 millones". Explica los detalles María Cuesta en la sección de Economía: "Pistoletazo de salida al proceso de privatización de Bankia. Y el principio del camino para que los contribuyentes puedan empezar a recuperar parte del rescate más caro de la historia de España. El Estado inició ayer la venta del primer paquete de la entidad con 864 millones de acciones representativas del 7,5% de su capital. El proceso se llevó a cabo mediante una colocación acelerada y se espera conocer los resultados concretos de demanda y precio de venta hoy mismo".
En El Mundo, la fotografía es para Jordi y Xavier Besora, de Montblanc. Según la crónica de Roberto Villarreal, los Besora, transportistas de camisa arremangada, iniciaron la larga lucha contra el céntimo sanitario del combustible. Y la porra de años después (el tal céntimo data de 2002), la UE obligará a España a devolver cuatro mil millones. En teoría, porque habrá que compulsar las facturas de las gasolineras, un carajal burocrático que dará al traste con la bienintencionada resolución judicial europea. ¿Y estos Besora, qué opinarán del derecho a dedicir?
Federico Jiménez Losantos habla del céntimo sanitario y del "céntimo prisáico" en su artículo, que concluye con un par de claves sobre las facilidades financieras que encuentra el grupo Prisa y su renovada orientación editorial: "Pero lo del céntimo por caridad que esconde un atraco de verdad es una tradición que no debería perderse. (...) Ayer supimos que Prisa ha perdido este año 649 millones, aumentado así esos miles de millones de euros que no cuadran en sus cuentas. (...) ¿Permitirán Zarzuela y Moncloa que su órgano oficioso padezca tan vulgar padecimiento financiero? ¡Hasta ahí podríamos llegar! A céntimo sanitario muerto, céntimo prisáico puesto. Y en 2026 ya hablaremos. Bueno, al paso que vamos, ya hablarán".
De vuelta a Cataluña, destaca la noticia de portada de Ara, que afirma en el titular principal que "ERC abraza a los críticos del PSC". En el interior, Roger Tugas y Sara González informan de que Oriol Junqueras negocia con Ernest Maragall para que éste vaya de segundo en la candidatura europea y de que en Esquerra las puertas están abiertas para acoger con el relieve que se merecen a los díscolos del PSC, una invitación en toda regla.
Respecto al Plan B, las elecciones plebiscitarias, Juan Carlos Girauta, en Abc, comenta, como quien sí quiere la cosa que
"Entre las razones esgrimidas para descartar la consulta de Mas, echo a faltar una que va más allá (en realidad más acá) de su ilegalidad, o de que Rajoy no vaya a permitirla. A saber: si se celebrara, Ciudadanos, PPC y PSC la denunciarían, propugnarían la abstención. Siendo la agitación internacional del resultado (que el nacionalismo prevé favorable a sus intereses) la principal utilidad de ese torcido «referéndum de autodeterminación», ¿cómo se ocultará a las cancillerías, a la UE, a la ONU, a Eurovisión, el vistoso hecho de que los partidos contrarios a la secesión no hayan jugado, que ninguno haya llamado a la participación, que todos hayan defendido la abstención?".
Bajo esta premisa, señala una línea estratégica del soberanismo: "Su insistencia en vendernos lo del «SíSí, Sí-No y No» tiene como único fin frustrar al personal, capitalizar el victimismo, inventar una España autoritaria, nutrir el relato del pueblo sometido –¡pero escrupulosamente democrático!– al que no se permite votar. Llegado el 9-N, con los ecos de una tercera Diada separatista a cargo de la ANC, Mas y Homs encontrarán su óptimo electoral".
¿A alguien por aquí le gusta el fútbol? Por si acaso, llega a esta revista una pieza antológica de José Manuel Cuellar en Abc sobre Iker Casillas, el as de copas del Real Madrid.
"Íker Casillas estampa su firma cuatro veces en la misma parada prodigiosa. «Si quieres que te diga la verdad, se lo he preguntado. Me ha parecido tan inverosímil que le he dicho: Íker, ¿cómo has parado eso?» Palabras de Marcelo al finalizar el partido ante el Schalke. Lo relataba el lateral brasileño y lo hacía con una cara que, más que de satisfacción, era de asombro, de incredulidad porque según decía, casi se estaba dando ya la vuelta para sacar de centro cuando se dio cuenta de que la jugada seguía (...) El caso es que no es la primera vez que Casillas realiza un milagro similar. De hecho, es la cuarta vez que realiza la parada imposible. La primera vez fue ante Perotti y frente al Sevilla".
Es eso de que a veces merece la pena leer de todo, incluidos los deportes. De momento, el guardavallas del Madrid sólo hace milagros no reconocidos.
28 de febrero, San Leandro de Sevilla, que convirtió al catolicismo a Recaredo, lográndose con ello "la unidad católica de la nación", según se puede leer en la página 'santopedia.com'.