La Vanguardia es el teatro principal de la batalla campal entre moderados de la tercera vía, moderados del independentismo y moderados constitucionalistas. Los primeros, también llamados duranianos, contarían con el apoyo de los terceros, los denominados "unionistas", al tiempo que los segundos, indepes o "separatistas", redoblan tambores y afirman que los únicos moderados son ellos; todos los demás, desertores en la última carga de Villarroel. Por ejemplo, Salvador Cardús, de la Coronela de la UAB, titula su colaboración en el antedicho periódico: "Los otros moderados", y se despacha un artículo en el que escribe:
"Es, por lo tanto, ante el antagonismo entre el inmovilismo autoritario y la marcha atrás que resultaría de cualquier operación reformista que se levanta la opción moderada y radicalmente democrática de preguntar a la nación catalana cuál cree que es el mejor camino para poder abrirse al mundo en toda su plenitud y extender puentes estables con España".
La facción independentista no está dispuesta a parlamentar más allá de la pregunta y la fecha de la consulta; todo lo demás son líneas rojas, pozos sin fondo, abismos ignotos y mandangas. ¿Hablar?, claro. De lo que nosotros (los indepes) queramos y cuando nosotros (los separatas) digamos. Todo muy "radicalmente democrático". Puro diálogo a la española. ¿Qué puede haber más español (según los tópicos) que este "l'Alcázar no es rendeix"? O conmigo o contra mí en una reposición, españolísima también, de la quema de naves de Hernán Cortés para lograr que sus soldados tiraran pa'lante en lugar de amancebarse con las indígenas sin cristianar.
Como es fácil adivinar, el torpedeo moderado de los partidarios del "derecho a decidir" encuentra ecos, munición y más apoyos en los periódicos Ara y El Punt Avui, donde se celebra que por fin un obispo, el de Gerona, Francesc Pardo, haya pedido perdón por los "crímenes" contra Cataluña de una televisión, 13 TV. El gesto del obispo tiene mérito, al menos relativo, porque dicha televisión fue definida sin nombrarla como "una cadena vinculada a los arzobispos". ¡Hala, lo que ha dicho! Pedazo de homilía, qué acto de contricción y qué respuesta adecuada a la carta de unos distinguidos fieles (Miró Ardèvol y Eugeni Gay, entre otros) en la que se censuraba el uso en esa cadena de "la falacia y la demogogia o la mentira reiterada". No, no están hablando de la nostra, TV3, un ejemplo divino de pluralidad, ecuanimidad y amplitud de miras; sino de ese invento del maligno que es cualquier televisión madrileña que no sea La Sexta o Telecinco cuando salen Jordi González y Pilar Rahola. Hasta el director de Ara, Carles Capdevila, le dedica su artículo a ese inefable pastor de almas. "La coherencia del señor obispo de Gerona", titula su entrada.
El catedrático Francesc de Carreras (al que los moderados indepes acostumbran a señalar como uno de los más conspicuos conspiradores botifleros) también habla del tema de la moderación, cuya trama subyacente es el cada vez más espinoso sermón (editorial) dominical de La Vanguardia. De Carreras se ampara en la publicación de Tot s'ha perdut (RBA), un libro de Agustí Calvet, Gaziel, compuesto por un conjunto de artículos publicados en castellano para La Vanguardia y El Sol entre 1922 y 1934. Cita uno de esos textos del que fuera director del diario de los Godó y destaca un párrafo: "El separatismo no hizo más que deshacer lo hecho, acarreando la anulación o destrucción de lo conseguido, y dejando a Cataluña desolada e inerme, sin la más vaga, sin la más remota, sin la más quimérica compensación. El separatismo es una ilusión morbosa que encubre una absoluta impotencia". En palabras propias de De Carreras: "La voz de Gaziel es la voz de un moderado. Hoy el catalanismo oficial arroja a los moderados a las tinieblas: o eres partidario de la independencia o eres un traidor a Cataluña. Si este es el dilema, los moderados se encuentran entre los mal llamados traidores, no entre los separatistas".
Sin dejar ese diario, el titular de portada resalta los primeros avances en el teórico nuevo clima de diálogo: "El Gobierno [autonómico] pide a PP y PSOE un plan alternativo para Cataluña", asunto que desarrolla en el interior Josep Gisbert. En Madrid, El País detecta ya desde la portada que "Mas y Rajoy suavizan el tono tras las presiones empresariales y políticas" en una crónica de puente aéreo a cuatro manos, Carlos E. Cué desde Madrid; Miquel Noguer en Barcelona. En La Razón dicen aún más: "Rajoy, dispuesto a reunirse de nuevo con Mas para reforzar la estabilidad", apunta Carmen Morodo. Desde El Mundo desvelan parte de la estrategia en una información de M. Cruz y Carmen Remírez de Ganuza que arranca desde una esquina de la primera plana con el siguiente titular: "Argumentario del Gobierno: hay que apoyar a Duran para hundir a Mas". Así, sin medias tintas ni moderación que valga. Rajoy, imperturbable, habría dado su visto bueno a los contactos con Duran "con un objetivo preciso: acabar de aislar a Mas minando los apoyos a su plan soberanista". Lo que le faltaba al líder unionista (de Unió, se entiende) para acabar de suavizar las tiranteces con los colegas de federación. El periódico de Pedro J. no es partidario de la estrategia y deja constancia en un mini-editorial en el que sostiene: "Tanto Duran -que hace pocos días se entrevistó con Rajoy- como Homs pidieron una propuesta al Gobierno para abrir una negociación antes de convocar la consulta. Rajoy cometería el error de su vida si hace caso a estos cantos de sirena". Vaya, que no están por la labor.
En El Periódico se hacen manos y mangas para sumarse a la melé de los moderados (es que el editorial de referencia no era conjunto) y advierten en su portada que: "El PSC se enfrenta al PSOE por la consulta". Ya sería la segunda vez que los diputados del PSOE votan en contra de una cosa en el Congreso y los del PSC-PSOE, otra, que no la contraria. Se trataba de dilucidar cuántos apoyos tendría en la Carrera de San Jerónimo la teoría y la práctica del "derecho a dedicir" sólo en Cataluña, votación que partió del partido de Rosa Díez. Salió lo previsible, que no, pero el PSC se abstuvo. ¿Se puede ser más moderado? ¿O acaso no tienen partidarios las casillas del "no sabe, no contesta" en los sondeos?
Más noticias que salen en todos los periódicos. Joana Ortega, a la sazón vicepresidenta del Gobierno autonómico, emprende viaje al Canadá. Más concretamente al Québec para informarse de primera mano sobre cómo se hace un referéndum y lo del voto telemático. Quince millones de euros ya tiene apartidados la Generalidad para comprar urnas y realizar el montaje. Y corre prisa, porque el referéndum debe coincidir, más o menos, con el apogeo de los fastos del III Centenario. Un fin de semana entero votando en persona personalmente y toda una semana para votar por internet. Ortega, la mano derecha de Duran en Unió, es la encargada del plan a por si el plan b, todo eso de la moderación, no sale adelante. Un carajal. Sobre todo contemplado desde la prensa más propiamente soberanista, el Ara y el Avui. En este último, destacan una encuesta de Vila d'Abadal (otro moderado intachable, el alcalde de Vic) y sus Municipis per la Independència -cuyos alcaldes configuran el crisol del seny-, en la que la "primera vía" es que ya casi el 60% de los catalanes está por cerrar filas a favor de la independencia. En el Ara, Ferran Casas firma una crónica titulada: "España se cierra en banda", que viene a ser como la traducción al catalán del mini-editorial de El Mundo.
Hay más noticias, claro. Está lo del espionaje mundial. En síntesis, García-Margallo, el titular de la cartera de Exteriores y asuntos catalanes, ha quedado más o menos como Cagancho en Almagro. En esto, la coindicencia es generalizada. Ara titula a toda portada: "España ayuda a los Estados Unidos a espiar"; El País, bajo la cabecera, afirma que "Estados Unidos atribuye a España y Francia el espionaje masivo" y remata El Mundo: "El CNI facilitó el espionaje masivo de EEUU a España". Este diario añade que "un reciente documento secreto de la NSA (los yankees) establece la colaboración para compartir la información de inteligencia, incluyendo los metadatos". ¡Hasta los metadatos!, del griego meta y del latín datum, vulgo datos sobre los datos. Algo así como entre el acojone y el descojone.
Y a todo esto de Cataluña, el espionaje y tal, se preguntarán qué dice hoy el Abc en portada. Que UGT de Andalucía diseñó un manual para enmascarar sus "mordidas". Por los cerros de Úbeda podrían pensar los maliciosos que estaban ayer en el "referente de la derecha madrileña", Enric Juliana, dixit. Pues no. Precisamente ayer, su director se pasó casi todo el día en Barcelona.
En los horóscopos y cartas astrales de los periódicos, la moderação es el consejo para todos los signos del zodiaco. Eso y abrigarse.