Vida

Los votantes de C's apoyan la inmersión, según 'La Vanguardia'

Las "hazañas bélicas" de los Pujol y el dinero público para las campañas soberanistas destacan en las portadas madrileñas; en La Vanguardia publican un sondeo que afirma que aún queda un 19% de catalanes refractarios a la inmersión.

7 octubre, 2013 09:02

Nuevas aventuras del "cagón consuetudinario", que es como Sanahan, el ex administrador de los Pujol en el Puerto de la Pasta, llamaba al primogénito de Jordi Pujol, alias "JR". Se sabía más o menos que la tribu de los Brady de Cataluña, esa familia perfecta, los Pujol-Ferrusola, era más bien una aguerrida célula independentista por mucho que el patriarca fuera por los pueblos dando lecciones de moderantismo, espíritu de concordia, lealtad institucional y tal. Se había visto a Oleguer, uno de los hermanos pequeños de "JR", corriendo con una antorcha mientras unos coleguitas le flanqueaban con una de las primeras pancartas con la leyenda "Freedom for Catalonia" que se vieron por estos pagos. Ese trapo debería estar en el Borne, junto al pendón de Santa Eulalia. Imperdonable descuido, Trias. Todo eso de los hijos de Pujol gamberreando con las estelades durante el 92 está muy documentado en El virrey de José Antich y en las memorias de Ramon Pedrós, corresponsal de Abc en la Unión Soviética y posterior director de comunicación de Pujol. La vida en el periodismo es así de rara, nunca se sabe ni dónde puede uno ir a parar ni de qué manera puede acabar.

El caso es que El Mundo alumbra ahora una nueva gesta soberanista vinculada al apellido Pujol. No se trata de finanzas, que también porque cuando un Pujol dice "pago yo" quien afloja la guita es usted, sino de la reivindicación por parte de "JR" de la compra y distribución de cinco mil silbatos para chiflar al Rey y al himno durante aquella final de la Copa en Valencia, hará unos tres o cuatro años. Se lo explicó a su novia de entonces, la que tira de la manta, así como su participación en el diseño, producción y distribución de pegatinas para vehículos y maillots independentistas. En términos económicos, la rentabilidad de todo esto debe ser residual. Los negocios, se cree, están en otra parte. Son solo pequeños servicios a la causa corsa, como los 74.000 euros del ala que se ha pulido el alcalde de "Warcelona" en el mástil y la bandera independentista que custodian la entrada al viejo mercado de verduras y hortalizas que había en el Borne, según explica Víctor Mondelo también en el diario madrileño.

De dinero, pero en palabras mayores, habla también Abc, que dedica portada y tres páginas a contar las andanzas suizas de otro gran patriarca catalán, Millet el del Palau, cuyo retrato traza Janot Guil sobre la base de las anécdotas infantiles del personaje, experto tratante de caramelos y traficante de canicas. Hasta 2,5 millones de euros se dice que podría tener en Suiza el refinado bárcenas catalán, un dinero que también salpicaría a Convergència.

Que nada es mucho o que todo es poco para el cepillo de la independencia es el argumento catalán de La Razón. Rodrigo Pinedo firma una segunda entrega del Catalonia Calling, la del vil metal. 485.000 euros recibió la editorial de esa cosa en 2012, el año del calamar y los recortes según el horóscopo chino. "El mundo lo ha de saber" no es el título de la información, sino el genérico de la campaña dirigida por la revista de historia (básicamente, música militar) Sàpiens. Al lado de tales talentos y la generosidad del mecenas, no es extraño que a los demás nos identifiquen con el Homo Antecessor. Estamos en la Edad de Piedra en lo que se refiere a montar (y pagar) revistas, manifas y documentales en plan Pujol-Catalunya: el consell de guerra. Aficionados es lo que somos.

En El País dedican toda una página, firmada por Vera Gutiérrez Calvo, con el siguiente titular: "Elecciones plebiscitarias: no existen". En descargo de los firmantes es moneda corriente en los periódicos que titulen las noticias quienes en el mejor de los casos se han leído un par de párrafos. De cualquier modo, el hallazgo es parecido al de Abc, que dedicaba el domingo 18 páginas (un decir) y portada a un acontecimiento histórico: "Adios a la superioridad moral de la izquierda". Sólo falta ya que El Mundo revele que el Triángulo de las Bermudas no existe.

Repuestos de semejanes impactos y en clave catalana, destaca que El País dedica su portada nacional a Alicía Sánchez-Camacho. "El PP catalán propone un nuevo modelo de financiación", información escrita a seis manos seis (Piñol, Manetto y Cué) en páginas interiores, con lo que de un día para otro el periódico de Prisa ha pasado de dar caña con el método tres a bendecir el protagonismo en Madrid de Sánchez-Camacho.

La Vanguardia tira de la encuesta del domingo en clave sociológica: "El 41% de los votantes del PP y el 51% de los de Ciudadanos ven positivo el sistema", revela en un destacado sobre la amplia aceptación de la inmersión lingüística entre los catalanes, de un 81%. Los sondeos son una caja de sorpresas. Es lo que tienen las ciencias ocultas y la cocina gastromolecular. Mientras te dicen que aún queda un 19% de catalanes que no ve claro eso de la inmersión, con lo que ha llovido, te anuncia que la mayoría de votantes de Ciudadanos están a favor de la inmersión. Rivera, que no te enteras, podría concluir La Vanguardia, pero no es su estilo.

Tampoco es el estilo de El Punt Avui dedicar la portada a la cesta de la compra, espinoso asunto del que, en principio, no tendría la culpa Madrid. Que ha subido la ternera, exclaman. Otro descubrimiento. Pero el puntazo lo da su director, Xevi Xirgo, que en un destacable artículo subraya las sofisticadas pruebas que se llevaron a cabo para que la actividad de la plataforma martítima del Doctor No (Castor, la llaman en los diarios) no afectara a la fauna específica del agua. Se llegó a ponderar incluso la afectación que podría tener el engendro gasístico en el oído de las tortugas. No es precisamente un artículo para ecologistas, sino una de esas cosas raras del periodismo que sirven para explicar mejor que con una foto incluso lo raro que es todo.

En El Periódico aportan un titular que a estas horas corre como la pólvora y siembra la inquietud de los despachos de la principal entidad financiera catalana. "Caixa Bank, candidata a comprar Catalunya Banc", titulan en lo que parece una sentencia y no precisamente a favor. "Novagalicia banco" completaría el paquete que se pretende endosar a La Caixa.

En Abc, la palma en opinión se la lleva el escritor Aquilino Duque, que al hilo del secesionismo catalán explica los orígenes del escultismo y de la frase "unos niños vestidos de cretinos guiados por un cretino vestido de niño". María Jesús Cañizares, en su artículo, apunta a otro disidente en el Camelot de Mas, el consejero de Salud, Boi Ruiz, que se habría sumado a la lista de Vila, aquellos a los que una reunión del "Consell Executiu" les suena más a una secuencia de Los Soprano que a un ensayo de consejo de ministros de Estado propio.