La piscina natural más popular de Tarragona: perfecta para visitar en otoño

Una piscina natural no es sólo visitable cuando hace calor. Si el entorno en el que se encuentra es suficientemente bello, tanto da la temporada del año que sea, el paisaje ya merece la pena el esfuerzo.

Cataluña, al ser rica en montañas y bosques, es perfecta para ir en busca de uno de esos rincones. Una de las más populares de Tarragona es el Niu de l'Àliga y las Fonts del Glorieta.

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En verano, este rincón de las Montañas de Prades, suele estar atestado de gente. El otoño es mucho mejor para poder disfrutar de su extraordinaria belleza y, sobre todo, de la paz que ofrece escuchar el salto de agua que cae en la poza.

No hace falta un baño a no ser que haga calor, basta con admirar los colores del agua. De tonalidades que van del azul cielo al turquesa, la paleta de colores es de aquellas que sólo puede darse en la naturaleza.

Punto de partida

Llegar allí es fácil. La caminata parte de la Ermita del Remei o el cercano Mas de Forès, situado a unos 5 km al norte de Alcover.

Si bien en este último lugar el aparcamiento es de pago (con tarifa de 2 € por día), cuenta zona de pícnic, barbacoas y baños.

Camino señalizado

Desde allí, los excursionistas se adentran en el bosque siguiendo las comodidades necesarias para descansar y coger fuerzas antes y después del viaje.

Desde el aparcamiento nace el sendero sigue el curso del río Glorieta, el PR-C-20, que está bien señalizado con marcas blancas y amarillas.

Este primer tramo discurre junto al río Glorieta, con terreno mayormente llano y accesible, rodeado de encinas y alcornoques, que, en otoño, adoptan unos colores preciosos. 

A lo largo del recorrido, se pueden observar ya diversas pozas y cascadas, antiguos molinos en ruinas y arroyos cristalinos que se cruzan sobre puentes y piedras. 

Niu de l'Àliga

Al cabo de unos tres kilómetros, el senderista da con la piscina natural del Niu de l'Àliga, la más destacada. Este lugar recibe su nombre debido a la forma de su poza, que recuerda a un nido de águila, y a las leyendas locales que hablan de aves rapaces que anidaban en las rocas cercanas

Más allá de las historias populares, la realidad es que el lugar es único por sus colores. Sus aguas cristalinas de color turquesa, rodeadas de rocas y vegetación, la han hecho una de las más famosas de la zona.

Fuentes de agua

Continuando el sendero, se llega a las Fonts del Glorieta, con manantiales que brotan en las laderas del valle. Esta zona es conocida por su belleza paisajística y su valor ecológico.

Antiguamente, estas fuentes abastecían de agua a los molinos que se encontraban en la zona, y su agua era utilizada para diversas actividades agrícolas e industriales. Unos molinos y acequias que aún se conservan y se pueden ver a lo largo de la ruta.

El recorrido hasta las Fonts del Glorieta es una ruta circular de unos 6 kilómetros de longitud, con un desnivel moderado. 

Ideal en otoño

Muchos dejan esta excursión para el verano o la primavera, pero durante el otoño, el valle del río Glorieta se transforma en un espectáculo de colores cálidos. Las hojas de los árboles adquieren tonalidades doradas y rojizas, completamente fotogénicas.

La menor afluencia de visitantes en esta época del año permite disfrutar del lugar con mayor tranquilidad y sosiego. Además, el clima templado hace que sea menos dificultoso llegar hasta allí, el aire es fresco y las temperaturas muchos menos sofocantes.

Cómo llegar

Acercarse hasta aquí implica una media hora en coche desde Tarragona y una hora más desde Barcelona. En ambos casos, la ruta es la misma.

Desde Tarraco se va por A-27, hasta la salida de Valls, donde se toma la C-37 / C-14 hacia Alcover. Una vez allí se sigue buscar el enlace con la carretera comarcal TV-2421 hasta la Ermita del Remei. 

Desde la capital catalana, en cambio, se va por la AP-7 hasta conectar con la AP-2 hacia Lleida, hasta la salida de Valls. Allí ya se siguen las indicaciones anteriores.