Ni el Park Güell ni los Jardines Artigas: este es el parque con toques modernistas de Cataluña declarado Bien de Interés Cultural

Podría ser el Park Güell o los Jardins Artigas, pero no hace falta un diseño de Gaudí para ser considerado un Bien de Interés Cultural. La prueba está en Tortosa.

Esta ciudad del sur de Tarragona cuenta con un pulmón que, desde hace más de un siglo, se ha convertido en lugar de encuentro de vecinos y visitantes y en el rincón verde más grande de la ciudad. Es el Parc Teodor González.

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Patrimonio de la ciudad y emblema urbano, el parque tiene un valor, histórico, arquitectónico y naturaleza. Tanto es así que está declarado Bien Cultural de Interés Local. Y hay razones.

Su origen se remonta a finales del siglo XIX. Por aquel entonces, el urbanismo transformó las ciudades. Se buscaba abrir las ciudades, recuperar espacios y ofrecer espacios de ocio y recreo para la ciudadanía.

Cuando se diseñó

En Barcelona eso llegó con el Pla Cerdà que dio la forma cuadriculada a las calles de l’Eixample. En Tortosa significó el derribo de las murallas de Tortosa, que permitió transformar un espacio militar en un jardín abierto a la ciudadanía.

Hasta finales del siglo XIX, Tortosa estuvo rodeada por un cinturón de murallas que marcaba los límites urbanos. La presión demográfica y las nuevas tendencias urbanísticas hicieron que en 1881 se aprobara su derribo. 

Cómo se hizo

De ese proceso nació la oportunidad de crear un gran jardín público, concebido como espacio de ocio y pulmón verde para los habitantes de la ciudad. Así nació el Parc Teodor González que, desde entonces, no se ha dejado de transformar. 

El nombre es y homenaje al influyente político y abogado tortosino, que desempeñó un papel clave en la modernización de las infraestructuras de la ciudad. El parque bebe de su espíritu.

Con el paso del tiempo, el recinto ha ido incorporando elementos singulares que le han dado la fama y valor patrimonial que tiene. Sin ir más lejos, entre finales del XIX y principios del XX, en pleno auge del modernismo en Cataluña, se erigió una pérgola modernista.

Su estructura ligera y ornamentación característica la convirtieron en un escenario privilegiado para reuniones sociales, paseos y celebraciones y un imán para los curiosos y amantes de esta corriente arquitectónica de vanguardia.

El quiosco de música

A pocos metros se encuentra otro de los iconos del recinto: el quiosco de la música. Desde su inauguración, fue concebido como un espacio para conciertos al aire libre, una tradición que convirtió al parque en epicentro cultural de Tortosa. 

Las bandas de música locales ofrecían allí sus actuaciones, reforzando el papel del parque como lugar de encuentro para todas las generaciones. Hoy, sigue teniendo ese papel.

La llegada del tren de vapor

Sin embargo, el elemento más sorprendente del Parc Teodor González es el tren de vapor que se exhibe en su interior. Se trata de una locomotora histórica que recuerda la importancia del ferrocarril en el desarrollo económico y social de Tortosa y de las Terres de l’Ebre. 

La locomotora, instalada en una de las zonas más transitadas del parque, es un reclamo para familias y escolares. Su presencia sirve para explicar la importancia de este medio de transporte para el crecimiento de la ciudad. 

Parc Teodor González WIKIPEDIA

Naturaleza y patrimonio

Más allá de estos elementos históricos y arquitectónicos, el parque ofrece también lo que promete, un espacio verde. Sus amplias avenidas arboladas, jardines de estilo romántico y zonas de descanso pueblan sus más de 44.000 metros cuadrados de extensión.

Entre sus especies vegetales destacan plátanos de sombra, pinos y otras variedades autóctonas que aportan frescor durante los meses más cálidos. También ayudan a refrescar una zona donde los vecinos pasean, hacen deporte o descansan.

También es el lugar donde disfrutar de las diferentes actividades culturales y festivas que se organizan. A lo largo del año, este pulmón verde de Tortosa acoge ferias, celebraciones populares y actos institucionales.

Cómo llegar 

El Parc Teodor González se encuentra en el centro de Tortosa, al lado de la estación de tren. Por tanto, se llega fácilmente por esta vía, valga la redundancia. Son unas dos horas y cuarto desde Barcelona en tren de Media Distancia.

Se tarda un poco menos en coche su se va por la AP-7. Hay que tomar la salida hacia Tortosa y l’Aldea, donde se conecta con la carretera C-42 que llega al centro de la ciudad. Cerca hay aparcamiento.