Así es el Nueva York catalán escondido en las montañas de Tarragona

Así es el Nueva York catalán escondido en las montañas de Tarragona CANVA

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Ni rascascielos ni estatua de la libertad: así es el Nueva York catalán escondido en las montañas de Tarragona

Una iglesia renacentista, unas vistas increíbles y unos edificios que parecen desafiar a la gravedad ayudan a establecer la comparación

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¿Es posible un Nueva York en Cataluña? La comunidad autónoma no tiene ninguna ciudad con grandes rascacielos y, aunque tenga una pequeña estatua de la libertad oculta en una librería, Barcelona no es, ni de lejos, una urbe como la Gran Manzana. ¿Entonces cual?

El escritor Josep Maria Espinàs siempre lo tuvo claro. Hay un pequeño municipio del interior de Tarragona al que bautizó como  “la Nueva York del Priorat”, un apodo que, a primera vista puede parecer exagerado, pero tiene su explicación en la particular arquitectura del municipio. 

¿Cómo es posible que un pueblo de menos de 200 habitantes sea comparado con Nueva York, entonces? Todo es cuestión de perspectiva. Al menos, esto pensó el catalán.

Caminante empedernido, Espinàs se acercó a Vilella Baixa, la observó desde lejos y lo tuvo claro. Las casas del pueblo se alzan como bloques verticales sobre el barranco de Escaladei, con edificios que, a pesar de no tener más de siete plantas, lucen como auténticos rascacielos que se erigen en la montaña.

Dónde está

No es fácil. La localidad está enclavada en un paisaje abrupto. Situada en la ladera de un cerro, el pueblo tiene que alzarse en vertical y así lo hace a medida que se extiende hasta el punto donde confluyen el río Montsant y el riachuelo Escaladei. 

Las viviendas se tuvieron que adaptar a este relieve singular, de manera que, mientras desde la calle parece que los edificios tienen solo dos plantas, el resto se despliega hacia abajo, sobre el barranco.

Dé donde sale comparación

Este curioso trazado urbano ofrece una de las imágenes más características del municipio. Desde la distancia se distinguen las fachadas de piedra y los tejados escalonados que caen en vertical. ¿Rascacielos, no? Pero una joya arquitectónica, sin duda.

De ahí que sea más que interesante pasarse por Vilella Baixa. Sus calles, estrechas y de estilo medieval, descienden de forma pausada hacia el río. Aunque hay que vigilar. En pleno centro se halla una de las vías más singulares, el Carrer que no passa.

Casas y edificios de Vilella Baixa

Casas y edificios de Vilella Baixa

Esta calle, considerada la más antigua del pueblo, tiene un nombre muy particular para algo muy común. Como su nombre indica, se trata de una calle sin salida que conserva un porche con arcos apuntados del siglo XIII.

Qué ver en Vilella

Esta no es la única curiosidad, no motivo para ir. El patrimonio histórico se completa con varios edificios de interés, como la iglesia renacentista de Sant Joan Baptista, construida en el siglo XVIII, o el molino de estilo neoárabe, heredado de la época de Al-Ándalus. 

En la entrada al pueblo, el puente románico sobre el río Montsant, con dos arcos de piedra y un tercero añadido posteriormente, ofrece otro testimonio de la historia arquitectónica local.

Qué no hay que perderse

Aun así, las mejores vistas de La Vilella Baixa se obtienen desde la Calle Riu. Allí, las escaleras que descienden desde la Calle Nou permiten observar de frente las casas altas y estrechas que se encaraman sobre el barranco. Desde este punto se entiende el apelativo de “Nueva York del Priorat”, ya que se distinguen con claridad las alturas de las fachadas y su peculiar disposición.

Otra perspectiva interesante se obtiene al caminar por la propia Calle Riu, junto al cauce del río. Desde abajo, la visión de las viviendas que se levantan en vertical sobre la roca resulta igualmente llamativa. 

Las vistas del pueblo

Al final del pueblo, en la intersección entre la Calle Riu y la Calle Nou, se abre otro punto de observación que permite acercarse a la arquitectura de las casas y comprobar el número de pisos que las caracteriza.

Entre ambos miradores, el Barranco de Escaladei se convierte en otro lugar clave para contemplar la magnitud de estas construcciones. Un pequeño puente permite acercarse a pie hasta la base de los edificios, ofreciendo otra perspectiva.

El casco antiguo

Recorrer el centro histórico de La Vilella Baixa es toda una experiencia tan inmersiva como real. Aunque algunas casas se encuentran abandonadas, la mayoría se conservan bien y muestran la estética de piedra característica del Priorat. Entre los puntos más destacados figura la citada parroquia de Sant Joan Baptista, en pleno corazón del casco antiguo.

Una curiosidad que llama la atención de los visitantes es el llamado “Aparcamiento de Brujas”, un espacio donde se encuentran varias escobas apoyadas, una nota pintoresca en medio de las callejuelas medievales.

Vista panorámica de Vilella Baixa

Vista panorámica de Vilella Baixa

Una ruta gastronómica (y vitivinícola)

La Vilella Baixa no solo es reconocida por su arquitectura. El municipio forma parte de la Denominación de Origen Calificada Priorat, una de las más prestigiosas del mundo del vino. En el pueblo se pueden visitar varias bodegas familiares, como Terra de Verema, que ofrece catas y la posibilidad de conocer de primera mano la elaboración de sus vinos.

Además, el aceite de oliva es otro de los productos emblemáticos de la zona. En el Molino Gratavinum se organizan degustaciones tanto de aceites como de vinos, una experiencia vinculada a la tradición agrícola del Priorat.

Cómo llegar 

Para acceder en coche desde Tarragona, la ruta más directa es tomar la carretera N-240 en dirección a Valls y Montblanc. Se tarda una hora y cuarto. Desde allí, se sigue por la C-242 hasta El Lloar, donde se enlaza con la T-702 y después con la T-710, que lleva directamente a La Vilella Baixa. El trayecto dura aproximadamente una hora y cuarto.

Desde Barcelona, el viaje es de dos horas y media. La ruta más habitual es por la AP-7 hasta Reus, para continuar después por la N-420 en dirección a Falset. Una vez allí, se toma la T-710 que atraviesa los viñedos del Priorat hasta llegar al municipio.