Ni las Medas ni Buda: esta es la isla más deseada de Cataluña VISIT COSTA BRAVA
No son las Medas, esta es la isla más deseada de Cataluña: un lugar único en España
Esta zona de Girona cuenta con ruinas griegas y romanas y unas increíbles vistas al mar
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Cataluña siempre fue una zona muy deseada por todas las civilizaciones. Su salida al mar, su cercanía con Francia e Italia y su riqueza la hacen una zona estratégica. De allí que, durante años, fuera una de las zonas más deseadas y también disputadas de lo que ahora llamamos España.
El ejemplo más claro de todos ellos es una isla, ahora extinta, y por la que pasaron casi todas las civilizaciones de la Historia Antigua. No es la isla de Buda, que todavía sigue viva en el Delta del Ebro, ni las inhabitadas Illes Medes, que se encuentran frente a L'Estartit. Se trata de una ínsula que ya no se ve, pero sí existe. Y se puede visitar.
Aunque cueste de creer hay una población de la Costa Brava a la que ahora se accede por carretera que, en su día, estaba completamente rodeada por el mar. Era rica en materias primas y punto clave del Mediterráneo. Por eso tantos pueblos decidieron asentarse allí.
La historia de comienza en el siglo VI a.C., cuando los griegos fundaron el primer asentamiento en una pequeña isla frente a la costa del golfo de Roses, conocida como Palaia Polis. Aunque ahora se la conoce con otro nombre, Sant Martí d'Empuries.
El primer asentamiento
Sí, lo que ahora es conocido por una zona de humedales, en realidad, no estaba anexado a la Península. Sant Martí d'Empúries una isla rica y próspera que estaba a pocos metros de ella, pero completamente aislada.
La paleápolis, como se la conoce, empezó siendo una peque colonia, pero fue creciendo. La situación es tal que, los propios griegos, al ver que la ínsula se le quedaba pequeña, se trasladaron a tierra firme para establecer Neopolis, o "ciudad nueva", formando así la ciudad de Emporion.
Este es el único pueblo de España con yacimientos griegos y romanos, Empúries CANVA
Las ruinas griegas
Un enclave que, poco a poco, no sólo acabaría juntándose, sino que se convirtió en un importante puerto y centro comercial. Sólo hace falta ver lo que allí todavía se conserva.
Quien se acerca ahora a esta isla que ahora ya está anexada a la península, puede ver las ruinas griegas de:
- La muralla meridional: Una estructura defensiva que protegía la ciudad.
- El asklepieion: Un santuario dedicado al dios de la medicina, Asclepio.
- El serapieion: Un templo consagrado a dos deidades: Isis y Zeus Serapis.
- La factoría de salazones: Una muestra de la actividad pesquera y la elaboración de conservas de pescado.
- El ágora: La plaza pública, centro de la vida social y comercial.
- La estoa: Un pórtico donde se realizaban intercambios comerciales.
- El macellum: Un pequeño mercado.
Imagen de la exposición de Empúries / EP
Pero la historia de Sant Martí d’Empúries empieza aislada y se hizo fuerte. Allí los griegos instalaron su principal puerto comercial al oeste del Mediterráneo. Construyeron toda una población de una riqueza cultural apabullante que miles de turistas visitan cada año. Pero también fue tan evidiada que luego tuvo que soportar numerosos ataques.
En el año 218 a.C., el puerto de Emporion sirvió como punto de entrada para las tropas romanas en su lucha contra los cartagineses. Con el tiempo, los romanos fundaron Emporiae en el siglo I a.C., aprovechando la estructura de un campamento militar anterior.
Qué queda del Imperio romano
Durante la época del emperador Augusto, las ciudades griega y romana se unificaron bajo el nombre de Municipium Emporiae. La ciudad floreció hasta su abandono en el siglo III d.C. Entre los vestigios romanos más destacados se encuentran:
- La domus: Una de las casas más importantes, que conserva mosaicos en el suelo y un criptopórtico subterráneo.
- La insula: Un área que albergaba las termas públicas y otras instalaciones como el anfiteatro y la palestra.
- El foro: El centro político y social, donde se encontraban la basílica, el templo capitolino y la curia.
- Residencias humildes y tiendas: A pesar de no llegar a la categoría de domus, por no tener todas sus partes, son tiendas en las que también había una zona donde vivian los romanos y que reflejan la vida cotidiana de la ciudad.
Ruinas de Empúries INSTAGRAM
Todo esto que ahora se puede ver de forma fácil y sencilla, permaneció olvidado durante siglos. Las excavaciones en Empúries comenzaron en 1908 y desde entonces no se han detenido.
A lo largo de todos estos años se han producido nuevos hallazgos que enriquecen el conocimiento sobre la vida en estas antiguas civilizaciones. Mosaicos, joyas, juguetes, herramientas y pinturas son solo algunos de los artefactos descubiertos que ofrecen una ventana al pasado.
Las únicas ruinas grecorromanas de España
Cabe recordar, que este emplazamiento arqueológico es excepcional porque en él se pueden observar estructuras de ambas civilizaciones: este es el único yacimiento grecorromano de España. Así, se puede decir que Empúries no ha perdido su importancia.
Si fue un puerto interesante como isla para el comercio y la defensa, ahora, ya como parte de la península, ofrece una visión completa de la evolución histórica en la región.
Núcleo medieval de Sant Martí de Empúries
Pero ellos no fueron los únicos. Sus vistas al Mediterráneo, su emplazamiento clave para el tráfico comercial y sus playas de aguas cristalinas forman una combinación perfecta que, además de los griegos, han disfrutado tantas otras culturas como fenicios, púnicos y foceos masaliotas, por citar sólo algunos.
Ya en el siglo IX, se construyó el poblado medieval del que todavía se conserva el trazado de sus calles, la iglesia, la muralla, la plaza mayor y los restos del castillo. Todo este conjunto histórico y otras muchas cosas forman parte de los encantos de Sant Martí d'Empúries.
Un pueblo a visitar
De hecho, para aquellos que no sean tan curiosos en la historia, el pueblo cuenta con unas playas de infarto. Pese a que la bahía d’Empúries no hace más de un kilómetro, sólo hace falta superar unas pequeñas rocas para seguir durante kilómetros y kilómetros. Un paseo en el que se pueden disfrutar de grandes arenales, dunas y un baño tranquilo.
Y es que incluso en la playa uno se topa con la Historia. El muelle griego, fechado en el siglo I a.C. es otro de los espacios más espectaculares del lugar.
Cómo llegar
Desde Girona, el acceso a Sant Martí d’Empúries en coche se realiza en un trayecto de aproximadamente 45 minutos. Se parte por la carretera GI-623 o bien tomando la A-2 en dirección norte para enlazar con la C-66 hacia La Bisbal d’Empordà. Desde allí, se continúa por la C-66 hasta alcanzar la C-31 a la altura de Verges, siguiendo la señalización hacia L’Escala. Antes de entrar en el núcleo urbano principal de esta localidad, se accede a un desvío señalizado que conduce directamente a Sant Martí d’Empúries, situado junto al litoral. En las inmediaciones del núcleo histórico y la playa existen zonas de aparcamiento habilitadas.
Desde Barcelona, el desplazamiento en coche requiere alrededor de una hora y cuarenta minutos, cubriendo una distancia de unos 150 kilómetros. Se inicia el recorrido por la autopista AP-7 en dirección norte, hacia Girona y Francia. En la salida número 5, indicada para L’Escala y Empúries, se abandona la autopista y se prosigue por la carretera C-31 en dirección a Torroella de Montgrí y L’Escala. Una vez alcanzado este último municipio, se toma el desvío hacia Sant Martí d’Empúries, claramente señalizado, situado al norte del núcleo urbano y próximo a las playas y yacimientos arqueológicos.