El pueblo de menos de 1.200 habitantes que esconde un jardín de Gaudí, la Pobla de Lillet CATALUNYA TURISME
El pueblo de menos de 1.200 habitantes que esconde un jardín de Gaudí: "Ideal para los amantes de la naturaleza, la historia y la arquitectura modernista"
Calles empedradas, balcones floridos y pequeñas plazas dibujan un municipio que ha sabido conservar su entramado medieval
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A simple vista, parece uno de tantos pueblos de montaña que puntean la geografía del Prepirineo catalán. Sus casas de piedra, sus tejados de pizarra inclinados y el discurrir tranquilo de un río que le cruza, en este caso, el Llobregat.
No llama la atención desde la distancia. Es un municipio pequeño, de poco más de 1.100 habitantes y, en cambio, guarda uno de los tesoros menos conocidos de Gaudí, un enorme jardín que traslada a otro mundo. Por eso, la web de turismo indica que es "ideal para los amantes de la naturaleza, la historia y la arquitectura modernista".
Es necesario cruzar el puente gótico, el Pont Vell, que conecta el casco histórico con la otra orilla del río Llobregat para verlo. Su interior guarda la herencia medieval y la huella de la revolución industrial y, además, arquitectura modernista. Poco más se le puede pedir a la Pobla de Lillet.
El núcleo urbano, recogido y compacto, se despliega a ambos lados del río en un paisaje, pero el verde lo domina todo. Calles empedradas, balcones floridos y pequeñas plazas dibujan un municipio que ha sabido conservar su entramado medieval.
Un tesoro religioso
La iglesia parroquial de Santa María, cuenta con un campanario esbelto y un interior barroco. Esta, como buen pueblo medieval actúa como epicentro espiritual, aunque no es la única joya arquitectónica.
A las afueras, el antiguo Monasterio de Santa María de Lillet conserva muros románicos del siglo XI. A cuatro kilómetros se encuentra también la iglesia de Sant Miquel, con su rara planta circular. Un paseo por la arquitectura catalana que bien merece la pena recorrer.
Viaje en un tren muy particular
Pero un pueblo no vive de la religión y La Pobla de Lillet no es una excepción. A principios del siglo XX, la llegada de la empresa cementera Asland a la cercana sierra del Catllaràs revolucionó el valle. Para conectar la cantera con el resto de la comarca se construyó un ramal ferroviario que hoy es conocido como el Tren del Cemento.
Reconvertido ahora en un tren turístico, este ferrocarril recorrer los 3,5 kilómetros que separaban el pueblo de la antigua fábrica atravesando túneles y riberas y llegando a dos obras excepcionales de Gaudí, los Jardines Artigas y el mirador del Xalet del Catllaràs.
Chalet de Catllaràs TURISME DE LA POBLA DE LILLET
Dos obras de Gaudí
En 1905, el arquitecto visitó La Pobla de Lillet invitado por su amigo y mecenas Eusebi Güell. El encargo original era proyectar un pabellón para los ingenieros de las minas de carbón del Catllaràs. El genio modernista lo hizo y hoy es conocido como el Xalet Gaudí, restaurado y abierto a visitas.
Esta no fue la única obra del arquitecto catalán en el pueblo. Durante su estancia en el valle, Gaudí recibió otro encargo mucho más íntimo: diseñar un jardín para Joan Artigas, dueño de una casa junto al río Llobregat y ferviente admirador del genio.
Un jardín que recuerda al Park Güell
El resultado fue el Jardí Artigas, una obra modernista al aire libre donde Gaudí aplicó las mismas técnicas y lenguajes que había usado en el Park Güell de Barcelona. Todo, sin embargo, adaptado al paisaje abrupto del Pirineo catalán.
Aquí, en cambio, el agua es fundamental, pero está rodeada de diferentes caminos que se entrelazan con puentes, bancos, fuentes y muros orgánicos recubiertos con trencadís. Tampoco faltan las referencias cristianas como el Tetramorfos, una representación del águila, el toro, el león y el ángel, esculpido en piedra, que parece emerger directamente del lecho del río.
Jardins Artigas JARDINS ARTIGAS
Otra de las llamativas estructuras del conjunto es el puente parabólico que cruza el Llobregat, sostenido por un solo arco de piedra. Aunque también destaca el templete con cúpula de mosaico, desde donde se pueden ver casi todos los elementos del jardín alineados como si fuesen parte de una coreografía natural.
Gaudí, en definitiva, supo aprovechar el relieve, el caudal y la vegetación autóctona para diseñar un espacio en el que arquitectura y naturaleza no se enfrentan, sino que dialogan. Y, ahora, por suerte, se puede visitar, ya que el jardín se mantuvo en uso privado hasta mediados del siglo XX.
Cómo llegar
La Pobla de Lillet se encuentra en la provincia de Barcelona, pero llegar hasta allí supone una hora y 40 minutos en coche. Se toma la C-16 en dirección a Berga, y se continúa hasta Guardiola de Berguedà, donde se enlaza con la B-402 hacia La Pobla de Lillet.
Desde Girona, la opción más directa es tomar la C-25 en dirección Vic, conectar con la C-17 hasta Ripoll y desde allí seguir por la N-260 y la B-402 hasta La Pobla de Lillet. En este caso, el viaje asciende hasta las dos horas