La popular ruta de montaña que garantiza el baño en una increíble piscina natural

La popular ruta de montaña que garantiza el baño en una increíble piscina natural

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La popular ruta de montaña que garantiza el baño en una increíble piscina natural: la poza de aguas esmeralda escondida en las montañas de Girona

Un sendero estrecho y húmedo permite rodear la poza y pasar por detrás de una cascada

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Rutas hay muchas, pero pocas son tan populares como las de Les Planes d’Hostoles. No es que haya tanto tráfico como la Carretera de les Aigües de Barcelona un fin de semana, pero están muy frecuentadas. Razones no le faltan.

En el término municipal de esta localidad hay una de las piscinas naturales más preciosas de Girona. Sus aguas esmeraldas no son sucias, sino trasparentes, ideales para un baño refrescante en medio de la naturaleza de Girona.

La poza en cuestión es conocida como Gorg de Santa Margarida y se encuentra ya en la zona volcánica de la Garrotxa. Sus aguas son una garantía de frescor y el sendero que lleva a ella, una experiencia única para entrar en contacto con la naturaleza de la zona.

Esta piscina natural cuenta además con un salto de agua de entre seis y ocho metros que desemboca en esta poza verde y profunda. Rodeado de paredes rocosas tapizadas de musgo y vegetación húmeda, el gorg permanece semioculto en una curva del río Brugent. 

Cómo es la piscina natural

La poza permite el baño, aunque sus aguas suelen ser frías incluso en verano, lo que con el calor del verano se agradece. A un lado, una pequeña orilla de cantos rodados permite sentarse, descansar o incluso extender una toalla. 

Del otro lado, un sendero estrecho y húmedo permite rodear la poza y pasar por detrás de la cascada, una opción especialmente atractiva para los más aventureros y amantes del postureo. Todo gracias a que su acceso es bastante fácil.

Dos caminos para llegar

El Gorg de Santa Margarida puede alcanzarse por dos rutas distintas. La más breve parte desde una fábrica de embutidos situada en la carretera, justo a la salida de Les Planes d’Hostoles en dirección a Girona.  Desde allí, un sendero descendente y bien marcado conduce al gorg en menos de 15 minutos. 

Esta es la opción recomendable para quienes buscan un acceso rápido sin demasiada caminata. La ruta más habitual, sin embargo, es también la más interesante desde el punto de vista paisajístico y patrimonial. 

Una ruta especial

La ruta larga comienza en el centro del pueblo, en un aparcamiento cercano al semáforo principal, y sigue el trazado de la Vía Verda del Carrilet, un antiguo trazado ferroviario rehabilitado como vía verde para senderistas y ciclistas. La gracia de este camino, más allá de la naturaleza que lo envuelve, es su historia, ya que allí pasaba algún tren años atrás.

El recorrido total (ida y vuelta) tampoco es muy largo, unos 4 kilómetros, aunque puede reducirse si se inicia en el merendero del Jonquer, situado unos 800 metros más adelante y también junto a la Vía Verda. 

Qué se encuentra

Durante el trayecto, se cruzan dos puentes de piedra y dos puentes de madera, mientras se avanza entre vegetación mediterránea. Lo único que desluce el viaje son los tendidos eléctricos que acompañan buena parte del camino. 

En los márgenes del camino pueden verse ejemplos de arquitectura modernista rural, como Can Garay, o torres de veraneo como la dels Til·lers. También son visibles restos de las antiguas colonias industriales que aprovecharon el cauce del río a finales del siglo XIX. 

Una zona complicada

En cualquier caso es un itinerario fácil y prácticamente llano, salvo por un último tramo, ya cerca del gorg, donde la dificultad aumenta de forma repentina. Aunque no mucho

Esa recta final, de unos 100 metros, desciende abruptamente entre grandes rocas. No hay peldaños ni barandillas, y el terreno está muy pisado, lo que complica el agarre. Aun así, el descenso es breve y, con calzado adecuado, es perfectamente asumible para la mayoría de caminantes. 

Aguas esmeraldas de recompensa

Una vez en el fondo, basta con seguir el rumor del agua para llegar a la poza, rodeada de vegetación densa y con acceso natural desde ambos lados del río. Una vez allí, solo queda sumergirse en sus aguas esmeraldas.

Pero si uno quiere seguir explorando, muy cerca del desvío principal hacia el gorg, aunque no siempre visible, se encuentran las ruinas de la antigua ermita de Santa Margarida, hoy cubiertas por la maleza. 

Itinerario extendido

Por último, a poca distancia también se encuentra la Font de Santa Margarida, una fuente natural que puede visitarse como desvío secundario, aunque su caudal varía mucho según la época del año. 

Destacar también que el entorno inmediato del gorg forma parte de un recorrido circular que conecta con otras pozas del Brugent, como el Gorg de la Plana, el Molí dels Murris y el Gorg de la Fàbrica Vella, todos ellos accesibles mediante variantes del mismo sistema de caminos señalizados. Eso, ya es para los atrevidos.

Cómo llegar

Quien quiera adentrarse en una de las rutas senderistas más populares de Cataluña, solo tien que acercarse a Les Planes d’Hostoles. Eso sí, se tiene que hacer en coche, el tren no llega hasta allí.

Desde Barcelona, se va por la AP-7, tomar la salida 9 y tomar la A-2 en dirección norte y conectar con la C-25. En el desvío por la C-63 se ha de tomar la vía hacia Amer y seguir hasta Les Planes d’Hostoles. El aparcamiento público junto al semáforo es gratuito y sirve de punto de inicio para explorar este rincón escondido de la Garrotxa.