Así es el pueblo más pobre de Girona, Lloret de Mar CANVA
Así es el pueblo más pobre de Girona: cerca de Barcelona y rodeado de bucólicos jardines y acantilados
Los datos del Idescat registran que la renta familiar bruta disponible por habitante se queda por debajo de los 13.000 euros
Más información: No lo sabías, este es el pueblo de Cataluña construido con las ruinas de su castillo y tiene menos de 300 habitantes
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No tiene una fama extraordinaria, pero pocos podían pensar lo que han revelado los últimos datos. Uno de los rincones más populares de la Costa Brava es, actualmente, es el pueblo más pobre de la provincia de Girona y el segundo de toda Cataluña.
Así lo detallan las cifras publicadas por el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) sobre la renta familiar bruta disponible por habitante de la comunidad autónoma. Allí, en la cola de la lista, es donde la aparición del nombre de Lloret de Mar sorprende a propios y a extraños.
Es cierto que frente a otros municipios como Begur, S’Agaró o Pals, donde las grandes casas, el lujo y las segunda residencias brillan por su espectacularidad, Lloret parece quedar un poco al margen. Este municipio cercano a más a Barcelona que a Girona lleva años acarreando la fama de ser el Magaluf de Cataluña.
La comparación molestó a muchos y el ayuntamiento lleva años lanzando campañas para demostrar que es mucho más que fiesta, sol y, en invierno, jubilados. Aun así, cada año, más de un millón de turistas llenan sus hoteles, discotecas, restaurantes y playas y dejan una gran fortuna. Un dinero que, en cambio, parece no repercutir en el bolsillo de sus vecinos.
Los ingresos de los vecinos de Lloret
Los datos del Idescat registran que la renta familiar bruta disponible por habitante en Lloret se queda en los 12.941 euros, una cifra que, pese a mejorar respecto al año anterior, no alcanza ni el salario mínimo interprofesional.
Con este nivel de ingresos, este pequeño gran municipio de la Costa Brava queda segunda en la cola de los municipios con mayores ingresos de Cataluña. La única localidad que registra un dato inferior es Montferrer i Castellbò, en Lleida, cuyos vecinos registran unos ingresos de 12.421 euros.
Inquietud por los datos
A muchos les cuesta explicar esta situación. ¿Cómo es posible que con la cantidad de visitantes que viajan allí cada año Lloret sea tan pobre? De hecho, es uno de los municipios turísticos más grandes y mediáticos de la Costa Brava. Y si uno mira más allá de la foto de arena y diversión, su riqueza es extraordinaria.
Para empezar, su ubicación es privilegiada, se encuentra entre Blanes y Tossa de Mar, a menos de una hora de Barcelona y es el último gran núcleo urbano de playa antes de adentrarse en los acantilados, calas escondidas y carreteras panorámicas del noreste catalán.
Castillo d'en Plaja de Lloret VISIT COSTA BRAVA
Un pueblo para ricos
Su término municipal, de más de 48 km2, combina una franja costera de cinco playas principales con una zona interior de urbanizaciones dispersas y pinar mediterráneo. De hecho, por allí se pueden encontrar mansiones de gran lujo con vistas al mar que están fuera del alcance de muchos barceloneses. Y es que, desde hace años, Lloret a atraído a gente con dinero.
Si bien en su origen fue un pueblo marinero y agrícola, tras la época colonial muchos indianos regresaron a Cataluña y vieron allí la posibilidad de construirse unas casas que les hicieran recordar las tierras de Cuba o Filipinas.
El boom turístico
Luego llegó el boom del turismo. La llegada de turoperadores europeos, especialmente británicos, alemanes y holandeses, convirtió el municipio en un icono del turismo de sol y playa durante el franquismo.
Los años 60 fueron la época dorada de Lloret y el modelo se mantuvo durante décadas. Hoteles en primera línea, ocio nocturno, apartamentos de temporada, todo al servicio de un turismo de jóvenes o de jubilados. Y tal vez aquí radica el problema.
La cara B del turismo
El turismo, motor de la economía española, no siempre deja riqueza real en el territorio. La renta baja de los vecinos de Lloret son un claro ejemplo de ello.
Los expertos indican que hay mucha economía sumergida, trabajo estacional y un parque inmobiliario tensionado por el peso de los pisos turísticos. El tejido productivo está muy centrado en la hostelería, la restauración y el comercio orientado al visitante, pero a pesar de su volumen, muchos de los contratos son precarios o de corta duración.
Playa de Lloret de Mar EUROPA PRESS
Precios inalcanzables
A eso se le suman los problemas que comporta ser un polo turístico. Por un lado, la presión turística ha encarecido el coste de vida, mientras que los salarios no han acompañado ese aumento.
Este aumento no solo se nota en las compras habituales en el supermercado o comercios varios, también en la vivienda. Los alquileres temporales se han hecho fuertes y han reducido el parque de vivienda para vecinos, lo que ha elevado los precios del alquiler y reducido la renta de sus habitantes.
Qué tiene Lloret
Eso no quiere decir que Lloret sea un municipio pobre, sus atractivos son varios y muchos de los alejados del turismo. Claro que, a veces, los visitantes se encuentran por todos lados. Pero es que claro, sólo hace falta echar un vistazo al frente marítimo del lugar.
Sus playas –como Fenals, Santa Cristina, Sa Boadella o Cala Canyelles– rivalizan con las mejores del litoral. Por ellas, pasa una de las rutas más bonitas de Cataluña, el Camí de Ronda, un sendero costero con vistas espectaculares al Mediterráneo.
Los Jardins de Santa Clotilde de Lloret de Mar, uno de los atractivos turísticos del lugar
Plató de cine
Ya en el interior del casco antiguo se conservan edificios históricos como la iglesia de Sant Romà, de estilo gótico con añadidos modernistas, o el Museo del Mar, ubicado en una antigua casa indiana. También destaca el Castillo de Sant Joan, del siglo XI, o la escultura de la Dona Marinera, que se ha convertido en símbolo visual del municipio.
Aunque, sin duda, uno de sus tesoros más apreciados de Lloret son los Jardines de Santa Clotilde. Construidos a principios del siglo XX sobre un acantilado, con diseño italiano y vistas que parecen salidas de una postal, ha sido escenario de varias películas y series, como Juego de Tronos.
Cómo llegar
Lo mejor de todo es que Lloret está cerca de todo. Solo son 40 minutos de viaje desde Girona, a la que se llega tomando la C-63 y siguiendo por la AP-7.
No es mucho más de una hora desde Barcelona. Si se viene de allí, basta con tomar la C-32 en dirección Mataró-Blanes hasta la salida 134 (Malgrat/Lloret), y desde allí se conecta con la GI-600 hasta entrar en el municipio.