Una cascada

Una cascada CANVA

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Confirmado: esta es la ruta para llegar a una de las cascadas más espectaculares de Cataluña y está protegida por una cueva

A menos de una de Barcelona se encuentra este paraje natural

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Más allá de las escapadas de playa, la primavera es una buena época para ir de ruta por las montañas de Cataluña. Pasear por sus bosques frondosos definidos por valles, ríos y riachuelos refresca a cualquiera, incluso en verano.

Posibilidades hay muchas. Una de ellas se encuentra a menos de una hora de Barcelona, en el término municipal de Centelles. Allí, donde parten varios caminos hacia el Montseny, se esconde uno de los rincones más mágicos del territorio, el salto del Purgatorio.

A pesar de que el camino para llegar es fácil, esta pequeña cascada, de unos 17 metros, resta oculta entre la vegetación húmeda de la riera de la Llavina y resguardada por majestuosos acantilados calcáreos.

Las lluvias caídas este año, además, han hecho que el salto de agua, que otros años apenas era un ridículo chorro, se convierta en una pequeña gran catarata. Y es que, si bien en época seca, el lecho de la riera suele permanecer sin agua, basta una buena tormenta para que el entorno se transforme por completo y ofrezca un espectáculo natural sin igual.

Una cascada por dentro

Pero el salto de agua no es lo más singular del Salt del Purgatori, la formación geológica que se ha creado tras ella ofrece una experiencia única. Se trata de una gran balma natural, es decir una cueva poco profunda pero alargada, que sigue el contorno semicircular del acantilado. 

Esta particular gruta, esculpida por la erosión del agua a lo largo de los siglos, ofrece la posibilidad al excursionista de caminar justo por detrás del salto cuando el caudal lo permite y explorar los 11 metros de profundidad de esta cavidad.

Una cueva para explorar

A pesar de que a simple vista pueda parecer arriesgado, la experiencia merece la pena. Solo hay que caminar sobre un estrecho sendero bajo el abrigo de la piedra. La sensación de sentir el retumbar del agua cayendo frente a sus ojos y una cortina de helechos, hiedras y musgo envolviendo el entorno transporta casi a la selva, sin salir de Barcelona. 

No es de extrañar que, si el salto trae mucha agua, uno pueda acabar salpicado, pero uno se puede quedar en la base del salto, contemplando la caída y disfrutando de un remanso de agua rodeado de juncos. El lugar, donde algunas personas aprovechan para refrescarse, es también un hábitat de ranas y otros pequeños habitantes acuáticos.

Cómo es la cascada

Antes de llegar al salto del Purgatorio, hay todo un camino donde hay otras pequeñas caídas de agua y pequeñas piscinas naturales, que ayudan a refrescarse y a descubrir la impresionante naturaleza de Cataluña.

El punto de partida más habitual para esta ruta es el Molí de la Llavina, una construcción rural que marca el inicio de una excursión breve pero cargada de encanto. Para llegar hasta allí hay que dirigirse primero hacia el polígono industrial La Gavarra, al sur de Centelles.

Sendero a seguir

Desde su extremo suroeste, una pista asfaltada lleva hacia el barrio rural de El Carrer de la Llavina. Justo antes de alcanzarlo, en una curva pronunciada a la derecha, hay que dejar el asfalto y seguir recto por una pista de tierra durante unos 300 metros. En ese punto, se toma una nueva bifurcación a la izquierda que conduce hasta la masía de Can Pere.

Una vez junto a la puerta de la finca, el camino desciende a la derecha por un sendero que lleva, en apenas cinco minutos, hasta la Font Grossa, una pequeña cascadita con su agua estancaa ya muy cerca del cauce de la riera. Desde la fuente, un camino evidente remonta el curso fluvial por el margen izquierdo. En apenas otros cinco minutos se alcanza la base del Salt del Purgatori, donde ya se intuyen el sonido del agua y la frescura del entorno.

Una ruta sencilla

La vuelta se realiza por el mismo camino, aunque los más intrépidos pueden conectar esta visita con otras masías o senderos rurales de la zona, como los caminos que parten de Can Castellar y permiten explorar tanto la parte alta como baja del salto.

La ruta es ideal para realizar en familia o con niños a partir de cinco o seis años, por su escasa dificultad y porque dura apenas 20 minutos. Y además queda cerca de Barcelona.

Cómo llegar

Para llegar hasta allí, lo más cómodo es tomar la C-17 en dirección Vic, salir en la salida 52 hacia Centelles y continuar por la BV-1413 en dirección al polígono La Gavarra. En su extremo suroeste empieza la pista asfaltada que lleva al inicio del sendero. El viaje es de 46 minutos.

Si se parte de Girona ya se supera la hora y cinco minutos. Se puede tomar la AP-7 en dirección sur hasta enlazar con la C-17 en dirección Vic. Al llegar a Centelles, el procedimiento es el mismo.