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Llega el invierno y los amantes del turismo de montaña están de enhorabuena. Empieza la búsqueda de dónde ir y de hoteles donde refugiarse del frío y la nieve, pero con vistas al Pirineo. Pero nada, de agobios, tranquilidad.

Para ello, nada mejor que un hotel con pocas habitaciones y bien comunicado. Por ejemplo, Ribes de Fresser, puerta de entrada del valle de Núria y de postal. Con el río cruzando sus calles.

En las afueras de esta localidad, está este tipo de alojamiento, el Angelats Hotel, un hotel de 20 habitaciones que enamora a la Guía Michelin. No es para menos, rodeado de árboles centenarios y construido sobre terrenos que antaño se valoraban por sus supuestas propiedades curativas, la imagen es de postal.

El alojamiento no estaba pensado para alojar más a la familia Batlló, sus propietarios. Ellos se hicieron construir su casa familiar alejada de la montaña y con arquitectura victoriana, muy propia del siglo XIX, cuando se construyó.

Cómo es

Su decoración y estilo arquitectónico parecen casi británicos, algo muy raro encontrar de encontrar en tierras catalanas, donde casi siempre se fusionaron con el modernismo o las casas indianas.

Angelats, en cambio, mantiene la esencia victoriana: fachadas con mezcla de piedras y ornamentación abundante, ventanales arqueados y cuadrados de distintos tamaños, cubiertas inclinadas, escaleras interminables y estatuas en los jardines que remiten a los palacetes británicos del siglo XIX.

Las habitaciones

La finca conserva este aire majestuoso de muros gruesos, techos altos y vistas abiertas al paisaje pirenaico. Un equilibrio entre elegancia y rusticidad que hace el ambiente algo más hogareño.

También lo hace su capacidad. El Angelats Hotel cuenta solo con unas 20 habitaciones, decoradas individualmente y siguiendo una misma filosofía: materiales naturales, luz suave, calma total. 

Interior Angelats Hotel ANGELATS HOTEL

Muchas habitaciones conservan señales de la antigua casa señorial: vigas de madera, paredes de piedra, ventanales originales. Mientras que otras apuestan por un diseño más actual pero igualmente acogedor. 

Las camas, amplias y confortables, están equipadas con ropa hipoalergénica y colchones de alta gama. Los baños, renovados recientemente, incorporan duchas o bañeras amplias, amenities ecológicos y acabados que siguen la estética natural del hotel. 

Desconexión garantizada

Eso sí, abstenerse adictos a internet. Aquí, la desconexión es literal: no hay wifi ni repetidores en las habitaciones, fomentando una estancia sin pantallas, en contacto directo con el entorno.

La finca del hotel es tan protagonista como el edificio. Jardines, caminos interiores y zonas de descanso permiten pasear, leer o simplemente contemplar el Pirineo en silencio. En verano, el punto más buscado es su piscina exterior, situada en un nivel elevado y rodeada de árboles: un mirador natural hacia el valle.

Qué comer

Otro espacio singular es La Santa Restaurante, ubicado en una parte del conjunto arquitectónico que antaño sirvió como iglesia. Hoy, ese espacio es un comedor íntimo y elegante con arcos, muros de piedra y una iluminación que resalta la atmósfera solemne del edificio.

La propuesta gastronómica mezcla tradición catalana y toques de cocina contemporánea. Entre los platos más destacados figuran el steak tartar de solomillo ecológico o el gravlax de trucha de los Pirineos estilo ceviche, una muestra de la apuesta del hotel por productos locales de alta calidad.

Piscina del Angelats Hotel TRIPADVISOR

Cómo llegar

Lo más práctico es tomar la C-17 en dirección Vic–Ripoll, una vía rápida que atraviesa el Vallès y Osona antes de entrar en el Pirineo. Tras llegar a Ripoll, se continúa hacia Ribes de Freser, donde un desvío señalizado conduce al hotel por una carretera asfaltada que asciende entre zonas boscosas. El trayecto dura alrededor de 1 hora y 45 minutos.

La ruta más cómoda es seguir la C-66 hacia Banyoles y Olot, enlazando después con la N-260, también conocida como el Eje Pirenaico. El viaje atraviesa la Zona Volcánica de la Garrotxa y algunos de los paisajes más escénicos del interior catalán. Al llegar a Ribes de Freser, basta seguir las indicaciones hacia el hotel. El trayecto ronda 1 hora y 30 minutos.

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