Publicada

Lleida, la gran olvidada de Cataluña, guarda quizá los mejores paisajes de todo el territorio. Desde los Pirineos hasta los pueblos de la famosa Plana, los colores van del terracota al verde más intenso, pasando por el blanco de la nieve.

Hay lugares que incluso lo reúnen todo: pequeños municipios que pasan inadvertidos, pero cuya riqueza es de lo más atractiva. Y no requieren mucho tiempo para llegar.

Sin ir más lejos, a media hora de la capital del Segrià se encuentra un pueblo que es el paraíso de los senderistas y amantes de las aves. Aun así, su fama se la da un pantano. Se trata de Sant Llorenç de Montgai.

Esta discreta localidad de apenas 196 habitantes lo tiene todo para una escapada perfecta: buena gastronomía, aire limpio, tranquilidad e historia. Se dice que el puente romano que se encuentra en la localidad fue cruzado por el mismísimo Julio César.

Del Imperio Romano a la Edad Media

Claro que el emperador romano no fue el primero. Gracias a diferentes trabajos arqueológicos se han encontrado restos de un poblado ibérico en la zona.

La vida aquí siempre resultó atractiva, aunque no siempre pacífica. Una muestra de ello es el castillo de Sant Llorenç, una fortaleza del siglo IX situada estratégicamente en un acantilado sobre la sierra de Sant Cristòfol.

El castillo de Montgai

La fortificación fue un elemento defensivo sin igual para la zona, especialmente en la época medieval. Solo hace falta subir hasta allí y, con sus impresionantes vistas, verlo por uno mismo.

Pero fruto de las guerras y del paso del tiempo, solo quedan ruinas. Como las que dejó la Guerra Civil, que también se cebó con Sant Llorenç.

Sant Llorenç de Montgai CAMPING LA NOGUERA

Aunque, más allá de los vestigios históricos, de la Cova del Tabac y de las ermitas de Sant Jordi, Sant Llorenç y Montalegre, los amantes de la ornitología encuentran aquí su lugar.

Declarado Reserva Natural de Fauna Salvaje, este enclave es desde hace décadas un imán para observadores de aves, fotógrafos de naturaleza y senderistas que buscan un paisaje tranquilo donde el tiempo parece discurrir de otra manera.

Un paraíso para ornitólogos

La diversidad es la clave. En este pequeño rincón de la Noguera se han identificado más de un centenar de especies: acuáticas, de ribera, rapaces y aves propias de cortados rocosos que solo se encuentran en ecosistemas muy específicos.

Sobre el embalse, el somormujo lavanco se desliza con elegancia, alargando el cuello. A escasos metros se pueden ver ejemplares de martín pescador —la “flecha azul”— sobrevolando el agua y escondiéndose entre los juncos.

Qué pájaros hay

En la orilla, la garza real permanece inmóvil durante minutos, esperando el instante exacto para capturar un pez. En ocasiones, el águila pescadora le roba la presa en pleno vuelo.

Desde los senderos se observan con frecuencia buitres leonados remontando el vuelo desde los acantilados. Tampoco es raro ver al halcón peregrino, uno de los pájaros más veloces del planeta, lanzarse en picado en busca de presas.

Con suerte, y algo de paciencia, incluso es posible avistar especies más escurridizas de roca, como el treparriscos, pequeño y de alas rojizas, que se mueve por las paredes como si formara parte de ellas.

Para verlos y fotografiarlos nada mejor que aprovechar la luz del amanecer. Primero, porque convierte el embalse en un espejo naranja; segundo, porque las siluetas de las aves se recortan con mayor nitidez.

Rutas alrededor del pantano

Y a quien no le gusten los pájaros, le quedará el paisaje. Sant Llorenç de Montgai es un territorio privilegiado para contemplar la naturaleza y disfrutar del senderismo.

Sus rutas, accesibles para todos los públicos, permiten descubrir la reserva desde perspectivas muy distintas, siempre con el agua como eje del paisaje.

Senderismo para todos los niveles

La ruta circular del embalse es el itinerario más conocido. El camino rodea completamente el pantano siguiendo antiguas sendas de pescadores.

A lo largo del recorrido aparecen varios miradores naturales donde detenerse, sacar los prismáticos y disfrutar del ir y venir de aves acuáticas. El sendero es prácticamente llano, perfecto para familias.

Montgai WIKIPEDIA

Quienes buscan algo más de desnivel pueden ascender hacia los cortados que custodian el embalse. Desde arriba, la vista es espectacular: una herradura de agua rodeada de montañas y bosques de ribera.

Aquí es donde es más fácil ver volar a los buitres y a las rapaces. La ruta exige algo más de esfuerzo físico, pero sigue siendo accesible para la mayoría de excursionistas.

Por último, para los más entrenados, cabe señalar que desde Sant Llorenç pueden realizarse rutas más largas que conectan con Camarasa, con el Congost del Mu o incluso con la zona del Mont-roig.

Cómo llegar

Llegar a Sant Llorenç de Montgai desde Barcelona lleva aproximadamente una hora y cuarenta y cinco minutos. Se toma la autopista AP-2 en dirección a Lleida y, tras unos 100 kilómetros, se coge la salida 5 hacia la carretera C-13, continuando luego en dirección a Balaguer.

Desde allí se sigue por la misma carretera hasta llegar a Sant Llorenç de Montgai. El tramo final, tras dejar la C-13, es un camino más estrecho pero bien señalizado.

Noticias relacionadas