Cataluña es una comunidad muy rica. Su gastronomía, sus tradiciones y sus distintos municipios la hacen única. Asimismo, dentro de los límites de sus fronteras se pueden vivir experiencias increíbles. No hace falta salir del territorio para poder estar delante de postales que parecen sacadas de una guía de viajes de destinos exóticos.
En este mosaico de escenarios sorprendentes surgen rincones capaces de descolocar al viajero, lugares que rompen las expectativas y muestran facetas insospechadas del territorio. Son parajes que, sin artificios ni grandes alardes, convierten una simple escapada en un descubrimiento y reivindican el valor de mirar más allá de los destinos habituales.
Flotar como en el Mar Muerto
En el Salí de Cambrils, la primera sorpresa llega nada más entrar en contacto con el agua. La sensación de ingravidez es inmediata: el cuerpo sube solo, sin necesidad de mover un músculo, gracias a una densidad que supera con creces la de cualquier piscina convencional. "Tiene 300 gramos de concentración de sal por litro de agua y un montón de propiedades curativas", explica Maeve, conocida en redes como @viajandonuestravida. En este pequeño rincón del Prepirineo, la flotación se convierte en parte esencial de la visita.
La razón está en su altísima concentración de sal, que transforma el baño en una experiencia tan peculiar como agradable. La carga mineral del agua impulsa al bañista hacia la superficie y genera una ligereza inconfundible, acompañada por el silencio y la calma del entorno. Un chapuzón aquí no es solo refrescante: es una sensación diferente, difícil de encontrar en otros puntos del territorio.
Qué es y qué ofrece
El Salí de Cambrils es una antigua explotación de sal, situada en la localidad de Cambrils. Funcionó comercialmente desde finales del siglo XVIII hasta 1963. Actualmente, sirve como reclamo turístico, pues ha sido rehabilitada para tal uso. Este cambio permite descubrir su historia, sus instalaciones tradicionales y su vinculación con el entorno natural.
El Salí de Cambrils, con piscinas que miran hacia los Pirineos
Entre los servicios que se ofrecen, destacan: visitas guiadas al complejo histórico para conocer los antiguos molinos, era de evaporación y el proceso de producción de la sal. Además, posee la mencionada piscina de agua salada terapéutica, restaurante-gastrobar con producto de proximidad y tienda de productos derivados de la sal. Está disponible para eventos.
Horarios y precios
El Salí de Cambrils abre todos los días de lunes a domingo de 10:00 h a 19:00 h en temporada estándar. Para las visitas guiadas se programan sesiones a las 11:00 h y 16:00 h, que requieren reserva previa y un mínimo de cuatro personas.
Vista aérea del Salí de Cambrils
En cuanto a tarifas oficiales: el acceso a la piscina cuesta 8 € por persona, la visita guiada 8,5 €, y el paquete combinado “visita + piscina” asciende a 14 €. Los menores de 6 años entran gratis, y se ofrecen descuentos para jubilados.
Un plan distinto en plena montaña
Visitar el Salí de Cambrils es, en esencia, una excusa perfecta para desconectar. Más allá del baño y del atractivo histórico del lugar, el entorno invita a avanzar sin prisas, a escuchar el rumor del viento entre los árboles y a dejar que el ritmo de la naturaleza marque la jornada. Es un plan que encaja tanto en escapadas improvisadas como en rutas más largas por el interior de Cataluña.
Quienes llegan hasta aquí suelen marcharse con la sensación de haber descubierto un secreto bien guardado: un paisaje singular, accesible y sorprendente, que rompe con la idea tradicional de destino de verano. Un lugar que demuestra, una vez más, que Cataluña es capaz de ofrecer experiencias inesperadas incluso a pocos kilómetros de casa.