La piscina secreta de la Costa Brava: a tocar del mar y rodeada de un hermoso paisaje

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La piscina secreta de la Costa Brava: cerca del mar y rodeada de un hermoso paisaje

No sale en las guías turísticas y es uno de los rincones más espectaculares del litoral de Girona

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Piscinas hay de muchos tipos: públicas, privadas, de hotel e incluso naturales. En la Costa Brava, en cambio, hay una que parezca mezclarlas todas y a la vez no es ninguna de ellas.

La escondida piscina Es Cau es una rara avis entre los acantilados que conforman el Camí de Ronda del litoral de Girona. A simple vista, parece una piscina natural bañada por el agua del mar, pero cuando uno se acerca se da cuenta de qué se trata.

Situada en el término municipal de Begur, uno de los rincones más cotizados de la Costa Brava, hay un capricho humano que, de alguna manera, parece haber respetado las formas de la naturaleza.

Aprovechando un agujero entre las rocas, de allí el nombre Es Cau (el agujero en mallorquín), se ha creado esta piscina artificial de agua salada que se ha convertido en un lugar de peregrinación para los viajeros más curiosos. Y es que pocos saben de la existencia de este rincón. 

Dónde está Es Cau

Es Cau no figura en muchas guías turísticas, tal vez, porque su acceso tiene ciertas restricciones. En cambio, su belleza la ha convertido en un secreto a voces entre los amantes del litoral catalán.

Uno de los factores más atractivos de esta piscina es su emplazamiento. Es Cau se encuentra en plena costa rocosa entre Platja Fonda y Fornells, en Begur. Como si fuera un agujero más de las rocas del Camí de Ronda, aparece esta increíble hoyo con vistas al Mediterráneo más puro. La ubicación es, sencillamente, inmejorable: entre el azul del mar, el verde de los pinos y las siluetas abruptas de la Costa Brava, que aquí se presenta en una de sus versiones más auténticas y salvajes.

No es lo que parece

No es una cala, no es una playa, pero tampoco es una piscina convencional. Para empezar, es una piscina de agua salada y además artificial. Está construida junto al mar, a nivel del suelo, alimentada por el propio agua marina que se bombea de forma constante. 

A primera vista, por eso, parece una poza natural, incrustada entre las rocas y envuelta por vegetación mediterránea. En realidad, es una obra realizada hace más de 50 años por una comunidad de apartamentos cercanos, como complemento lúdico y paisajístico para sus residentes.

Cómo es la piscina

El diseño semicircular de Es Cau, con muros de piedra que se mimetizan perfectamente con el entorno, contribuye a esa ilusión de estar en un lugar virgen. El agua, cristalina y con una temperatura algo más templada que el mar abierto, permite un baño sereno y protegido del oleaje

Además, la piscina tiene un fondo de piedra y cemento, con escaleras metálicas para entrar y salir del agua, lo que facilita el baño una vez dentro del recinto.

Conflicto público-privado

A pesar de que fue construida como parte de una comunidad privada, la piscina se encuentra dentro de una zona de dominio público marítimo-terrestre, lo que impide su vallado o cierre perimetral definitivo. Esto ha generado cierta polémica en los últimos años.

Si bien no se puede prohibir la entrada y en temporada baja uno se puede acercar allí, durante los meses de verano suele haber personal de vigilancia que restringe el acceso a los no residentes hasta las 18 horas. Después de esa hora, el acceso se vuelve más libre, y es habitual que algunos bañistas se acerquen para disfrutar de un último chapuzón o simplemente para fotografiar el lugar con la luz dorada del atardecer.

Un emplazamiento único

Llegar a Es Cau no es tan sencillo como estacionar el coche y bajar unos escalones. Parte de su encanto, de hecho, reside en su acceso a pie mediante el camino de ronda que conecta Platja Fonda con la playa de Fornells, dos enclaves costeros de gran belleza que por sí solos ya justificarían una visita. 

El tramo que lleva hasta la piscina transcurre por senderos rodeados de vegetación, con vistas espectaculares al mar y con el sonido de las cigarras y las olas como única compañía. Este camino no es especialmente difícil, pero requiere calzado adecuado para no resbalar. 

Cómo llegar 

Para llegar a la piscina de Es Cau desde Barcelona, hay que tomar la AP-7 dirección norte hasta la salida 9 (Maçanet de la Selva), y desde allí seguir por la C-35 y después la C-31 en dirección a Palafrugell. Una vez en el municipio, seguir las indicaciones hacia Begur y luego hacia Platja Fonda o Fornells. Desde cualquiera de estas dos playas se puede iniciar el camino de ronda a pie. El viaje ronda una hora y 45 minutos.

Desde Girona, el trayecto es más corto. Se toma la C-66 dirección La Bisbal d’Empordà y luego se enlaza con la GI-653 hacia Begur. Desde allí, las indicaciones hacia Platja Fonda o Fornells son claras y el viaje dura tan solo una hora.