
Sant Martí d'Empúries
Nunca dejó de tener vecinos: el pueblo de Girona con playas de dunas que enamora a toda Cataluña
El municipio de la Costa Brava que encanta por sus calles empedradas y su belleza natural
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Sant Martí d'Empúries, con menos de 50 habitantes, ha logrado sobrevivir desde la llegada de los comerciantes fenicios, púnicos y masaliotas en el siglo VI a.C. Aunque se cree que ya existían asentamientos en la zona antes de esa fecha, el pueblo ha atravesado el paso del tiempo con una tranquilidad que le ha permitido conservar su notable patrimonio arquitectónico, lo que le ha valido el reconocimiento como Bien Cultural de Interés Nacional.
Situado en una pedanía de la Escala, este pueblo, fue en su momento la sede del condado de Empúries. Hoy en día, se trata de un pequeño conjunto de calles que conserva un importante legado histórico, aunque curiosamente, en sus orígenes, era un islote. Ubicado al noroeste del yacimiento de la ciudad greco-romana de Empúries, con hermosas playas y un accesible Camino de Ronda, el municipio ha pasado desapercibido frente a la grandeza del yacimiento y la popularidad turística de la Escala.
Sin embargo, su relevancia histórica remonta al siglo VI a.C., cuando la ciudad se convirtió en uno de los puertos más relevantes del Mediterráneo debido a su ubicación estratégica. La colonia focea, que se asentó en este lugar en el 575 a.C., antecede a la gran ciudad de Empúries, cuyas ruinas actuales se encuentran a poca distancia.
Un poco de historia
En sus inicios, Sant Martí d’Empúries fue conocida como la Paliápolis, o "ciudad vieja", que, después de su declive, fue sustituida por un asentamiento medieval. Lo que hoy se conoce como el yacimiento de Empúries correspondía a la Neápolis, o "ciudad nueva". La población estaba situada sobre una colina rocosa a 200 metros de la costa. Este islote, formado por las aguas del río Fluvià, fue poco a poco ganando terreno hasta convertirse en una península unida a la tierra firme. Las tierras que antes eran marinas, ahora, albergan huertas y el río Fluvià, que antes desembocaba allí, fue desviado en la Edad Media hacia Sant Pere Pescador, donde actualmente desemboca.

Sant Martí de Empúries
Tras el abandono de Empúries en el siglo IX, Sant Martí d'Empúries se mantuvo en pie y se convirtió en la capital del condado hasta las invasiones normandas. A pesar de las vicisitudes históricas, el pueblo no perdió su estatus de ciudad hasta finales del siglo XII.
A lo largo de los siglos, el pueblo sufrió el impacto de saqueos, invasiones y disputas, lo que mermó tanto su población como su infraestructura. La importancia del puerto de la Escala, que eclipsó a Sant Martí, también contribuyó a su decadencia. Sin embargo, con el auge del turismo, este pequeño núcleo se ha rehabilitado y hoy es uno de los destinos más atractivos de la Costa Brava.
Playa de Sant Martí d'Empúries
La playa de Empúries está situada justo enfrente del núcleo poblacional de Sant Martí d'Empúries. Está separada de la playa del Moll Grec por un espigón y más al norte, el terreno accidentado impide la comunicación con la playa de El Riuet.
Su excelente situación hace que sea muy frecuentada y permite complementar el día de sol y baño, con la visita más que recomendable a este maravilloso pueblo para conocer las murallas, el castillo o la iglesia de la villa. La playa cuenta con servicios tales como un restaurante situado en la misma fina arena, así como otros restaurantes a pocos minutos, o zona de aparcamiento.

Playa de Empúries