Este es el pueblo de Cataluña ideal para visitar este mes de febrero, según National Geographic: a 3.000 metros de altura

Visitar los pueblos de Cataluña es una experiencia única, ya que cada uno tiene su propio encanto y una rica historia. Desde los pintorescos pueblos medievales como Peratallada o Pals, con sus calles empedradas y castillos, hasta los tranquilos municipios costeros como Cadaqués, en la Costa Brava, cada destino ofrece algo especial. La belleza de sus paisajes, ya sean montañas o el mar Mediterráneo, invita a desconectar y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro. Además, la arquitectura típica y la atmósfera, de estos lugares, nos transportan a tiempos pasados, creando un ambiente único.

Además, los pueblos catalanes destacan por su vibrante cultura y tradiciones. Las festividades autóctonas, como los 'castellers' o los 'correfocs' permiten sumergirse en las costumbres locales de una manera auténtica y emocionante.

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El mejor pueblo para visitar este febrero

En el corazón de la Vall de Boí, en el Pirineo leridano, se encuentra un tesoro escondido que ha cautivado a la revista National Geographic. Entre las imponentes cumbres de más de 3.000 metros de altura, emerge un pueblo diminuto, pero encantador: Cardet, elegido como el pueblo más bonito para viajar en febrero.

Este pequeño municipio está situado a la orilla derecha del Noguera de Tor. Aparece citado, por primera vez, en documentos del año 1096. Tenía un castillo que en 1157 fue entregado en donación por Bernat de Erill al monasterio de Lavaix, quien mantuvo la jurisdicción del lugar hasta el fin de las señorías.

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Cardet conserva todo el encanto de los antiguos pueblos del Pirineo catalán. Sus callejones empedrados serpenteantes y la arquitectura románica típica de la alta montaña transportan al visitante a otra época. Las casas de piedra con tejados de pizarra se funden con el entorno natural, creando así una postal rural de otro tiempo.

Cardet celebra su fiesta mayor el 15 de agosto, aunque el 8 de septiembre tiene lugar la fiesta pequeña. Su principal actividad económica es la ganadería con rebaños trashumantes.

Cardet CATALUNYA TURISME

Cardet: un pueblo medieval

En un extremo del pueblo se encuentra la Iglesia de Santa María de Cardet, una construcción románica del siglo XII. Esta particularidad permitió edificar una pequeña cripta en el interior, la única del conjunto de iglesias declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en la Vall de Boí.

El campanario de Santa María de Cardet es único en su estilo, con elementos barrocos fruto de una restauración en el siglo XVIII. A diferencia del resto de iglesias del valle, aquí la torre es de espadaña, un detalle que la hace aún más especial.

En la última restauración de la iglesia, se optó por mantener el interior tal y como era a principios del siglo XX, con un ambiente austero y sobrio que invita a la contemplación. Este cuidado por preservar la esencia del pasado se extiende a todo el pueblo, que parece detenido en el tiempo.

Iglesia de Santa María de Cardet CATALUNYA TURISME

Otros puntos a visitar

Las casas más representativas son la Casa Llobetó, que forma un conjunto con el pajar y la era que hay al lado, y la Casa Armengol, que presenta los mismos elementos. Ambas son un símbolo de la actividad tradicional de la comarca, centrada en la ganadería.
Cardet solo tiene un alojamiento, la Casa Torellola: una zona del territorio donde muchos alojamientos rurales son casas tradicionales de montaña. Estas permiten vivir la experiencia más auténtica de la Alta Ribagorza y disfrutar de la proximidad de la naturaleza.

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En la parte inferior, del pueblo, se encuentra el mirador de Cardet desde donde se pueden ver unas vistas espectaculares de buena parte del valle. A los pies de la colina se ubica el embalse de Cardet, que recibe las aguas del Noguera de Tor. Allí también hay miradores como el de Presa de Cardet desde donde puedes sentarte a contemplar las vistas.

Embalse de Cardet CATALUNYA TURISME

Cómo llegar

Para acceder a este rincón de ensueño, hay que desviarse de la carretera L-500 y ascender un kilómetro montaña arriba. A continuación, tomaremos el camino que, flanqueando la ladera de la montaña, nos lleva directamente a la iglesia de Santa Maria de Cardet. Si seguimos el camino que bordea el pueblo por S, bajamos entre árboles de nuevo hasta la carretera L-500, a la altura de la presa de Cardet (1.088 m), desde donde podremos volver de nuevo a Barruera o seguir hacia el Pont de Saraís.

Cardet no tiene alojamientos ni restaurantes, pero en sus alrededores, en pueblos como Barruera y a lo largo de la Vall de Boí y la comarca de la Alta Ribagorza, se puede encontrar una buena oferta de restaurantes y fondas tradicionales, así como cocina de autor.